Capitulo 3

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Desperté de un enorme suspiro de la pesadilla, nuevamente y como siempre con el corazón acelerado como si hubiera corrido una maratón. Con la punta de los dedos de la mano congelados del susto que me provocaba me fue difícil entrar en calma. Cerrar los ojos para relajarme no era una opción, cerrarlos era recordar el sueño. Simplemente me era horrible. No era un sueño aterrador de los cuales te hacen sentir miedo y no querer salir de debajo de las sabanas, simplemente ese sueño provocaba que despertara siempre en ese estado, mis dedos congelados como hielo, sudor frio de los escalofríos, mi corazón acelerado y a veces me era difícil respirar.

Respirando profundamente logre calmarme, de un solo golpe los objetos que flotaban a mí alrededor cayeron. Me senté en la orilla de la cama y encendí la luz, todo estaba hecho un desastre. No tenía ganas de usar mis habilidades para ordenar los objetos, además necesitaba hacer algo más para despejar mi mente, así que me puse en acción. Recogí cada objeto y lo puse en su respectivo lugar. Tras tener este sueño noche tras noche era una definitiva opción pegar los objetos a los mueble o la pared. Mantener todo en su lugar me era difícil.

Al terminar de ordenar el reloj marcaba las cinco con treinta de la mañana, era muy temprano y ya eran vacaciones, así que cambiarme sonaba totalmente aburrido. Me tire a la cama con la esperanza de tener un sueño tranquilo, al acomodarme entre todas esas almohadas y sabanas quede dormida.

Algo me irritaba el ojo, tras no parar me obligue a despertar de un profundo y pesado sueño. Desorientada y todavía bajo los efectos del sueño apenas reconocí a Zack, que tenía su conejo de peluche (el cual era mío y robo de mi habitación) su pijama con dibujos de pelotas y su dedo índice estirado listo para volver a atacar mi ojo si no despertaba.

-¿Qué sucede?- Le digo entre dientes y aun con sueño.

-Pesadilla- Fue lo único que dijo.

Corrí las sabanas y le hice espacio. Él rápidamente se zambullo en las sabanas, acomoda al peluche y lo tapa. El me da la espalda, lo tapo y lo abrazo.

Al verlo me venía a la mente una sola pregunta ¿Por qué vino aquí, conmigo? Yo a esa edad tras tener una pesadilla no hubiera tenido el valor de bajar del segundo nivel, cruzando la mayor parte de la casa, solo para ir al sótano. Me era más sencillo cruzar el corredor para ir a la habitación de mis padres, con los cuales me sentiría más seguro. Tras esa pregunta vino otra ¿Qué ve en mí? Siempre que tenía pesadillas el bajaba hasta mi habitación, nunca se iba a la cama de Zenobia o con mis padres. Sabía que él veía algo en mí, pero la pregunta era ¿Qué?

Tras perder el sueño por una abrupta interrupción que hubiera deseado que fuera cuando tenía ese sueño horrible, me levante cuidadosamente para no despertar a Zack, el cual se chupaba el dedo.

Encendí mi laptop, saque el libro de historia de la mochila y tome asiento. Tras abrir un nuevo documento y encontrar la respectiva página donde está escrita la historia, comencé el informe.

Origen de alterados

Me sabía la historia de derecho y al revés, pero no sabía cómo comenzar. Estuve enfrente de la computadora veinte minutos pensando una introducción, con la línea parpadeante en el documente, haciendo presión perdía la paciencia, pero de alguna manera la tenía que mantener para terminar rápidamente el informe y lograr ir a acampar con la familia de Héctor.

¡Vamos Einer, piensa algo! Me decía en la mente una y otra vez.

Un científico seguro de lo que haría...

Pésimo inicio, era asqueroso, a pesar de que no me agradaba hacer informes me estaba inspirando por hacerlo bien, era el último trabajo que haría.

Crystallize: El Encuentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora