Crystallize: El Encuentro

3. Capitulo 19

Llegamos de una forma discreta al refugio, donde el padre de Lizz estaba alarmado, enojado, pero más que enojado furioso. No comprendía porque nos regañaba hasta que nos enseño las noticias de último minuto. Era un video donde se veía como disparaban hacia donde yo estaba y cuando el chico salta y me derriba. El otro era donde Adam golpea al que estaba disparando. Y por último donde Ian aparece en el cielo y suelta a la chica para que cayera en el agua.

-Los regidores nos mataran- Expresa con miedo y desesperación.

-Para no tener consecuencias severas tenemos que llevar los escritos- Propone el papá de Lizz.

-¿¡Que!? ¡No!- Era mejor recibir castigo, que realmente no me interesaba, a llevar los escritos- Habíamos acordado esconderlos.

-No conoces a los regidores. Esto no es nada bueno- Él padre de Lizz estaba aterrado y aturdido solo con pensar lo que iba a repercutir.

-No, no los conozco como ellos no a mí. Diremos que yo fui la que hizo todo esto.

-Lo hizo conmigo- Me apoya Héctor.

-Cuenta conmigo- Se me une Dylan- Nunca me ha importado lo que piensan los regidores. Además el castigo que nos podrían dar seria, no sé, prestar servicio en la ciudad, lo cual para mi es positivo. No nos pueden desactivar, ahora que le han echado más leña al fuego ni pensarlo podrán.

Buena metáfora, además lo que decía tenia verdad. Al menos a mí lo que menos me importaba o preocupaba era lo que harían, es verdad que me había anexado a ellos pero lo que hacían me parecía muy tonto y ahora que estoy afuera podemos tomar esta oportunidad para hacer algo inteligente o al menos más prudente.

-Está bien. Los apoyo, realmente quiero ir a casa- Ian se nos había unido.

-Okey- Fue lo único que dijo el padre de Lizz.

-Mañana por la mañana iremos a buscar el lugar para esconderlos.

Se acordó de esa forma.

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Estando en el baño, Ian trataba la herida, no era profunda pero si necesito de algunos puntos. Lo positivo era que no se había infectado.
-Después de esconder los escritos ¿Qué harás?

-No lo sé. No tengo a donde ir, mi mejor opción es ir con Héctor. Pero no sé si quedarme en esta ciudad sería lo más prudente- Realmente quería a Héctor como a un hermano pero algo me decía que esta ciudad no era lo correcto. Por nada del mundo me iba a separar de Héctor, solo les diría que sería mejor irnos de esta ciudad- ¿Y tu iras con tu familia?

-Si- Me vuelve a ver- Pero realmente quisiera que vinieras.

-¿Por qué? Sabes que ese no es el mejor lugar, solo tengo una razón para ir.

-Porque no tendría sentido estar allí sin ti, podrá estar mi familia pero no estaría a todos los que amo- Me ve fijamente.

El silencio se apodero de mi, mi corazón se sobre salto y únicamente lo veía pensando si era verdad. Él puso su mano al costado de mi cabeza y se acerca aún más, los nervios estaban sobre mí. Dulcemente me beso. Él me vio fijamente con sus enormes ojos marrones y rl impulso fue inevitable, así que le devolví el beso.

-¿Ya terminaron? Quiero ducharme- Entra al baño Héctor. Se queda inmóvil y abre los ojos de par en par- Al parecer no, volveré más tarde- Dando media vuelta se va.

-Dejare que te duches- Me sonríe y me da un beso- No sabes hace cuanto quería hacerlo.

-Bueno, te tardaste- Le sonrió.
Quedándome sola en el sanitario seguía sonriendo, me llevo de sorpresa que hiciera ese acto, acto que realmente me gusto e hizo que se me revolviera el estomago. A pesar de todo lo que sucedió eso me alegro el día.