2. Capítulo 11.

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La catedral, estando a distancia se veía enorme. Columnas majestuosas, paredes antiguas que se negaban a caer, pintura corroida y esculturas en pie.

-¿Han entrado?- Me senté en uno de los troncos, junto al grupo.

-No, no hemos entrado. Esperábamos a Gabe- Contesta Marry sacando una bolsa con comida militar- Porque no esperábamos una carga en esta misión.

-Claro que sabiamos- Contesta Matvey con sarcasmo- Sabíamos que vendrías a la misión- Se dirige a Marry con una sonrisa de burla.

-Cállate cuatro ojos- Contesta repentinamente sin tener que decirle algo mejor- Ve y ordena tus medicinas porque sólo para eso eres bueno.

-Ya las tengo ordenadas- Suelta una corta risa- Por tus tonterías tengo que hacerlo.

-¡Ya basta!- Los interrumpe Ian tomando asiento a mi lado- Si tienes algún problema, ve y habla con los regidores- Palabras suficientes para poder callar a Marry y conseguir un poco de paz en ese instante.

-No hemos entrado ¿Tú ya lo haz hecho?- Asenti en respuesta de un "Si"- ¿Lo haz visto?

-No. Pero se que lugares inspeccionar- Traía a memoria el lugar y lo que había visto- Sólo hay dos niveles y dudo que haya alguien en ese lugar...

Mi vista se nublo y vi la catedral. Estaba allí, observandome, como si supiera dónde estaba y que lo podía ver. El chico me sonrió y con un movimiento con la mano me invito a entrar.

-Te esperaré aquí. Búscame en la noche- Salí de la visión.

Todos me vian expectantes de lo que podría decir. Guarde silencio, no quería decir nada hasta saber porque él era capaz de verme o saber que estaba ahí en las visiones. ¿Tenía alguna habilidad especial que se lo permitía?

-Ví a Zenobia en las instalaciones- Fue lo mejor que logre decir sabiendo que me crearían- Necesito despejar mi mente.

Esta habilidad me era difícil de dominar, sin que yo lo deseara mi mente viajaba y no podía estar en visiones vagas estando en una importante misión.

Me retire del lugar y me adentre en el bosque. Contemplaba los árboles y disfrutaba del aire fresco, era como si lo sintiera por primera vez. Sentía como si estuviera en libertad, en las instalaciones no nos tenían cautivos pero teniendo esos enormes muros grises no lucía de la mejor manera.

-¿Estas bien?- Me alcanzó Gabe, con la respiración agitada- Te traje agua.

Tomé el botellón con agua y bebí la mitad. Estaba frente a él, tratando de buscar la mejor forma de decirle lo sucedido. Confíaba lo suficiente en él, como para saber que sería capaz de arriesgar su vida por la mía.

-¿Por qué buscamos a este chico?- Antes de hacer una tontería, como decirles que me logró ver o que intentaría ir en la noche a verlo, debería de tener claro los conceptos- Sebastián se reservó información.

-Buscamos a Azim, porque podría proporcionarnos información valerosa- ¿Qué clase de información? ¿Sería como voluntario o en contra?- Tenemos que encontrarlo. ¿Sabes algo de él?

Di un rápido suspiro y tomé su mano, sujetandola con fuerza. Él, mejor que nadie, podría ayudarme a tomar una buena decisión.

-Se que lo he visto en un par de ocasiones en las visiones- No era la primera y no sería sería última- Pero mi conocimiento sobre él no va más haya de eso.

Gabe bajo la cabeza en señal de frustración, esperaba recibir más que eso pero no se la daría sin hablar con Azim primero. Tenía que saber más de él y porque era capaz de verme.

Crystallize: El Encuentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora