Tus ojos aun siguen brillando, pero es tenue- Comenta la enfermera mientras me revisaba con su linterna apuntándome hacia los ojos- Todo está en orden. Ya puedes ir a la reunión.
Había sido otra rutinaria revisión. Después de dos meses me acostumbre a ellos, sin importar lo aburrido que podría llegar a ser. Sin importar el tiempo que me tuvieran ahí no conseguían ver nada, eso era lo que me relajaba.
Bajándome de la camilla la enfermera salió de la habitación con rapidez, sin poder decir más salí del Salón Uno para ir al Gran Salón. Era la primera vez que tenían las puertas abiertas, donde se podía entrar y salir con libertad de ese salón. Las voces de todos los alterados se escuchaban desde afuera, todos estaban reunidos allí, los que prestaban servicio, cocineros, nuevos, enfermeras, pupilos y otros. Los únicos que no se encontraban en ese salón eran los rescatados.
Divido en cuatro tramos, separados por las escaleras encontré a Héctor junto a su grupo, sentados en una grotescas gradas amplias de cemento. No fue difícil encontrar lo ya que su peculiar color de cabello habia que resaltara entre todos.
-Hola- Le sonrió a Héctor, quien había guardado un lugar para mí.
Sentándome a su lado Gabe inmediatamente se aseguro que todos estuviéramos en el Gran Salón. Desde el día de mi revisión a Gabe lo intentaba alejar de mi, por esa razón lo tenían a su cargo al grupo de Héctor y ahora Ian era mi cuidador. Desde ese día fueron pocas las veces que entrecruzamos una que otra palabra y gracias a ello, nos distancianmos.
-Hey, enano- Se dirige Alexei a Matvey, quien lo vuelve a ver con molestia- ¿Logras ver?
-Cállate, mejor vete a conseguir un cerebro- Le dice Jabely la cual cargaba una blusa morada que resaltaba en todo el salón.
Alexei comenzó a reír con Viktor e Ivano, pero ya no siguieron molestándolo. A Jabely le tenían miedo por su habilidad, así que era tan sencillo que ella dijera una palabra para que ellos se tranquilizaran.
-No los escuches, son unos tontos- Le dice Kev a Matvey tomando la mano desnuda de Jabely.
Héctor tomo mi mano para jugar con ella, habitualmente lo hacía cuando estábamos en este tipo de reuniones, le era difícil estar quieto. Comenzó a tomar mis dedos y jugar con ellos, si no hacia eso, jugaba con fuego.
-Einer...- Se sienta a mi lado Gabe, quien es interrumpido con rapidez y se ve obligado a callar.
-Doy inicio a esta reunión- Dice el general Sebastian en el medio de aquel salón para luego darle el lugar a Patrick.
-El progreso que se ha tenido durante este último año ha sido favorable, pero no excelente. Se hicieron 250 rescates, en ellos hemos perdido a 30 activos...
Una cifra lamentable, pero la mayoría que estaba aquí le gustaba hacer este trabajo, estaban dispuestos a arriesgar la vida por ayudar a los demás. Esa fue una de las razones por las que acepte quedarme en este lugar, al fin podría ayudar con mi habilidades, haría algo útil con mi tiempo. Claro, cuando me dejarán activar después después la misteriosa misión que no ne habían mencionado una sola palabra de ella.
-Los pupilos pasaran a la fase dos. Tendrán una semana de descanso- Se refería nodo grupo de Héctor. Todos los que estaban en este tramo gritaron con alegría pero estar en la fase dos significaba simulaciones y entrenamiento físico, los llevarían al límite para luego llegar a la tercera fase, que ya eran verdaderas misiones.
Entre todo el aburrimiento en el lugar vi entrar a Ian, sentí que mi corazón se sobresaltaba y aparte mi vista de él. Estaba alegre de que regresara en una sola pieza después de su misión de una semana. Ubicando a Gabe y luego a mi se dirigió havia nosotros para tomar asiento junto a Gabe.
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Crystallize: El Encuentro
Novela JuvenilY aquí es cuando inicia el desastre. No quiero contar mi historia de niña porque es probable que se aburririan, aunque pensándolo bien, desde pequeña mi vida a sido fuera de lo normal. Vivir entre alterados y humanos, es... ¿Cómo decirlo? Extrañamen...