Still love you, like before (HaeHyuk/Kyumin) [TERMINADA]

Capitulo 4

  El departamento vacío no le pareció para nada pequeño como la primera vez que lo había visto. Aquel iba a ser el departamento que compartiría con Hyuk, pero nunca llegó a mostrárselo.

  Vacío. Vacío, sin nada dentro. Vacío como su corazón y como su alma.

  Dejó sus pertenencias en la isla de la cocina que estaba integrada a casi todas las otras habitaciones de aquel lugar, a excepción de baño y de la habitación.

  Se sentó en el suelo, donde iba a estar el living en el futuro. Suspiró y dejó que las lágrimas que había contenido comenzaran a caer por sus mejillas.

  Tan jodida era la vida. Tan hija de pu*a que, cada vez que conseguía ser feliz, siempre había algo que se lo arruinaba. Pero él estaba acostumbrado a aquello, o eso era lo que se había creído.

  ¿Cómo no lo había visto venir? ¿Cómo no se había dado cuenta que la felicidad no dura para siempre? ¿Cómo no se dio cuenta de que siempre su felicidad era arruinada por algo?

  Sus padres habían muerto porque él era feliz. Su nana había muerto porque él había sido feliz con ella. Sus abuelos, habían muerto porque él había sido feliz. Todos lo habían abandonado. Todos lo habían dejado solo y… cuando creyó volver a encontrar la felicidad… ya no la tenía.

  Se secó sus ojos ya colorados de tantas lágrimas.

  ¿Siempre sería así su vida? ¿Jodidamente jodida?

  Los recuerdos de los últimos días con Hyuk comenzaron a inundar su mente, a atormentarlo, a hacerle ver lo feliz que había sido, a restregarle que no podría volver a tenerlo.

  Hasta su mente era una mier*a.

  Golpeó su puño contra una de las paredes, y siguió haciéndolo, aun cuando vio un rastro de sangre sobre ella y se hubiera largado a llorar nuevamente si hubiese tenido lágrimas que derramar.

  ¿Cómo pudo haberlo extorsionado de aquella forma? ¿Cómo pudo haber herido a su propio hermano solo por su capricho? Si, Yoona era la hermana mayor de Hyukjae. O mejor dicho, era la media hermana de Hyukjae. ¿Cómo pudo haberlo herido de aquella forma?

  Él siempre había sido consciente de que Yoona nunca lo había querido solo porque Hyuk nació fuera del matrimonio y era… como muchos dicen, un hijo bastardo.

  Nacido sin  el amor de su padre, Hyuk solo conoció a su madre, ajeno al paradero de su padre. Pero tanto él como Yoona sabían  perfectamente la historia y era por ello que Yoona lo odiaba a muerte. Porque sabía que su padre siempre había amado a la madre de Hyuk y a su propia madre, solo la tenía como adorno, como muchos en el mundo donde ambos estaban.

  Yoona y Hae tenían la misma edad y habían llegado a ser compañeros de universidad, con sus diferencias, nunca se habían llegado a caer muy bien, pero aun así, se aguantaban mutuamente, aunque sabía que Yoona solo intentaba ocultar el amor obsesivo que tenía sobre él.

  ¿Todo hubiese sido diferente si su familia no hubiera sido una de las mafias más conocidas? Supuso que sí, pero nunca creyó que Yoona lo estafaría con entregar a Hyuk al bando enemigo, solo porque no tenía una mejor forma de estar con él.

  Y sabía lo que aquello significaba. Si Yoona entregaba a Hyuk a los otros, Hyuk no lo soportaría. No lo haría, y sabía que la muerte, era lo último que le darían, solo por el hecho de involucrarse con él.

-¡Hija de pu*a!- exclamó y dejó de golpear la pared, sintiendo, como con el último golpe, uno de sus huesos hacía un ruido extraño.

  Genial, se había roto la mano. ¿Algo más podía pasar?

  Tomó su celular con la mano sana y llamó a Kazumi.

-¿Que sucede señor?

-Necesito que vengas.

-De acuerdo. Ahora subo- le contestó y cortó la comunicación.

  Llegó a los pocos segundos y vio a Donghae con una de sus manos acunadas sobre su pecho.

-¿Qué sucedió?- pero no necesitó una respuesta a su pregunta luego de ver la pared- Necesita ir al médico.

-No es necesario- le contestó mientras le señalaba que tomara sus pertenencias- Hiciste lo que te pedí.

-Sí señor, pero no fue sencillo encontrarlo. Parece que luego de su “caída” y de su salida del hospital se mudó y fue difícil localizarlo. Gracias al cielo, sigue trabajando en el mismo lugar y uno de los hombres que contrató lo siguió y encontró su edificio.

-¿Está bien?

-Sí. La caída no le hizo nada, pero…

-¿Pero?

-Parece diferente.

-¿Diferente?

-Sí. Y por ello fui al hospital.

-¿Qué te dijeron?

-Perdió la memoria.

-¿QUÉ?- preguntó y se volteó a verlo.

-Ha perdido la memoria de los últimos cuatro años.

-¿De los últimos cuatro años?- preguntó en voz baja y un nudo se formó en su garganta.

-Así es señor- le dijo tambien en voz baja, consciente por donde habían ido los pensamientos de Donghae.

  Cuatro años. Los cuatro años que habían compartido juntos.