「Capítulo 4」

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El cena del día anterior resultó ser un completo fiasco.

Yoongi había intentado, con todas sus fuerzas, sonreírle al menos tres veces a su primo menor cada vez que éste soltaba cualquier estupidez.

No tenía nada en contra de los adolescentes, los entendía a la perfección. Había pasado por lo mismo en algún momento de su vida y en cierta parte se sentía identificado con algunos comportamientos.

Pero, ¿mantener cyber sex mientras tu familia está en una cena importante y tu primo te está observando? Eso era jugar con fuego.

No hubo problema al inicio, Yoongi trataba de no inmutarse con el molesto sonido del celular indicando la llegada de un nuevo mensaje hasta que notó otro tipo de sonido viniendo del chico de al lado.

¡Seokjin estaba tocándose por encima de la ropa!

Su primo no tenía escrúpulos, en serio ¿quién con 17 años anda así de alborotado?

Recordar lo molesto que estuvo cuando Seokjin negó la culpabilidad de sus actos cuando Yoongi lo encaró.

"N-no hacía nada, hyung".

"Bueno, dile eso a tu polla".

Ahí fue cuando recibió la reprimenda de su vida. Sus padres lo reprochaban con la mirada, sus ojos clavaban diminutas puñaladas por detrás suyo debido a su lengua floja, tal cual habían señalado sus padres.

Después de eso, todo fue aún peor. Yoongi no tenía ánimos para fingir que se encontraba contento de estar allí, la molestia emanaba de sus poros casi naturalmente. Aun si su madre lo obligaba a comportarse durante lo que quedaba de la cena, el transcurso de esta fue dolorosamente lento, podía oír el sonido de las agujas de su reloj moverse, el tintineo de la campanilla en la entrada del local que sonaba cada vez que alguien ingresaba no hacían más que aumentar su nerviosismo.

"Dinos, Yoongi ¿cómo va la alianza con la familia de Seulgi?"

El nombrado miró a quién creía le estaba hablando y se encontró con nada más y nada menos que el padre de Jungkook.

¿En qué momento había llegado si es que era solo una cena familiar?

"Mejor de lo que esperaba, Seulgi es extrañamente colaboradora en cuanto al trabajo respecta".

"Me alegro de oír eso, hijo" pronunció, moviendo su copa de vino frente a él y bebiéndolo de un sorbo. Yoongi imitó su acción.

"¿Tienen pensado abrir otra sucursal en Daegu?" interrumpió un señor canoso. Yoongi pensó que solo era un tío demasiado viejo del cual no tenía conciencia y lo dejó pasar.

"De hecho, es mi ciudad natal y me gustaría que la gente de allí pueda disfrutar de nuestros productos".

Los demás sonrieron ante la elocuencia de Min, sus padres mirándolo orgullosos de su creación y alardeando de lo bueno que era Yoongi en todo. Como si de un trofeo se tratase.

"Oí que el inversionista Baekhyun vendrá a la boda de Irene, ¿sabían eso?" su padre fue el que dijo eso, activando un repentino interés en él y haciendo que girara la cabeza en su dirección.

"Me envió un mensaje el otro día. No ha confirmado nada aún, pero sería gratificante gozar de su humilde presencia en el casamiento de la pequeña Irene. Podríamos hablar de nuestro futuro proyecto con él".

"Toda la razón, señor Yen" acordó Yoongi, inclinando su cabeza de forma gradual.

"Quizá deberíamos llamar su atención con algo más" sugirió su padre y Yoongi lo miró con el ceño fruncido.

Paradise [M.yg + P. jm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora