Paradise [M.yg + P. jm]

「Capítulo 8」

Besó la comisura de los labios de Yoongi, apenas picoteando el lugar, cuando fue consciente del ruido proveniente de la puerta.

Bufó por lo bajo y contra su propia voluntad se separó del mayor, aún con sus manos apoyadas en los hombros del otro, habló suavemente.

"No quiero ser aguafiestas, pero...parece que hay alguien esperándote afuera".

La expresión de Yoongi hizo reír a Jimin, pues abrió sus ojos y su boca se formó en una visible "o". Su mandíbula se tensó y empezó a sudar frío, ¿y si era su mamá? ¿o su hermano? Bah, ¡si él no tenía hermanos!

"Tranquilo" Jimin leyó su mente, bajando su mano derecha hasta tomar la de Yoongi y enlazarlas. "Estamos juntos en esto, ¿recuerdas?" dijo en broma, pero no pudo negar la satisfacción que sintió al darse cuenta que la mano de Yoongi encajaba como pieza perfecta en el rompecabezas de su cuerpo.

"Ah, sí, claro" se dio cuenta que aún seguía sentado sobre el otro y se bajó con cuidado, para sentarse sobre la cama. Fue ahí cuando Yoongi arregló su pantalón, se puso de pie y secó el sudor que se había formado en las palmas de sus manos con la tela de su camisa.

Respiró hondo antes de abrir la puerta y cuando vio de quién se trataba, dejó salir el aire que había estado reteniendo.

"¡Lo siento tanto, Sr. Min!" Hoseok habló, un rubor apenas visible en sus mejillas. "No contestaba sus llamadas y tenía que..."

Un ladrido lo interrumpió y cuando la mirada de Yoongi se deslizó a los fornidos brazos de su asistente, se sintió el peor ser humano en la tierra.

"¡Gus!" exclamó nervioso, extendiendo sus brazos para que Hoseok le diera a su amado pug. El pequeño ser ladró y meneó su cabeza al sentir cómo pasaba a los brazos de su dueño, buscando refugio en el pecho de Yoongi y babeándolo en el proceso.

"De verdad no quería interrumpirlo, pero la veterinaria llamó a la oficina para decir que el baño de Gus había terminado hace ya una hora" se explicó. "De no ser por eso no..." la oración quedó flotando el aire cuando vio a otro chico aparecer por detrás de Yoongi.

Jimin escaneó con atención al pelirrojo y  cuando se percató del perrito, soltó un gritito de emoción que sobresaltó a los otros dos.

"¡Es tan lindo!" dijo con una sonrisa, ante la mirada sorprendida de Hoseok. "¿Puedo cargarlo, bebé?"

Decir que Hoseok no comprendía la situación, era solo hablar de una fracción de toda la información que estaba procesando su cerebro. Volvió a sentirse el niño de primaria que no comprendía los temas de matemática cuando los veía por primera vez. Era tan frustrante.

Llevaba trabajando con Yoongi más de dos años, había creído que eran amigos y que ambos contaban con una confianza lo suficientemente fuerte como para que se cuenten lo que sea, incluyendo el hecho de tener un enamorado.

Yoongi no sabía que decir, en primer lugar porque se suponía que Jimin tendría que haberse quedado en su habitación y no salir a husmear por ahí.

"Y-yo siento haber interrumpido..." se disculpó el pelirrojo, al sentir la tensión que se había formado entre ellos.

Jimin reaccionó y trató de ignorar la respuesta que nunca recibió de Yoongi, cuando le tendió la mano al más alto.

"No nos has interrumpido, tranquilo" ambos estrecharon sus manos, Gus había empezado a mover su cola en distintas direcciones al notar la presencia de rubio. "Soy Jimin, Yoongi me ha hablado mucho de ti".

El de cabellos blancos trastabilló cuando oyó la facilidad con la que Jimin mentía, si no supiera que todo era un farsa, probablemente hubiera caído.