「Capítulo 3」

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"Así que...irás solo" volvió a hablar con sorna, Yoongi lo miró un momento para luego desviar la mirada hacia la autopista. "Te estás perdiendo de mucho".

"Puedo vivir con eso".

"Ya veo que sí" dijo sarcástico, logrando sacarle una cana a Yoongi. En serio que ese niño era un fastidio.

"De todos modos, no te afecta en nada" recriminó molesto. Bíceps tensándose visiblemente y las venas de sus manos marcándose. Jimin bien pudo haber tenido un orgasmo visual.

"Por un demonio que lo hace" Yoongi alzó una ceja ante la respuesta. "Estás desperdiciando la oportunidad de tu vida y algún alma noble está siendo privada de un buen rato".

"Deja de usar ese tono conmigo" gruñó "¿te funciona siempre?"

"No sé de qué estás hablando" Jimin mintió descaradamente.

"Sabes de lo que hablo" vio por el rabillo del ojo a Jimin negar y bufó. "Eres un grano en el culo."

"Nunca me han dicho eso, sin embargo" respondió en tono seductor. "Además, mi culo hace maravillas en..."

"No quiero que hables de tu culo en mi auto" resopló con enfado "Joder, ni siquiera sé por qué hablamos de culos en primer lugar".

"¿Quieres que te explique, entonces?"

"Solo dime dónde quieres que te deje" la risa de Jimin se coló en el tenso ambiente.

"Puedo bajar aquí, por mí no hay problema" la mandíbula de Yoongi se desencajó y aminoró la velocidad. "¿Puedo preguntar por qué conduces tan lento?"

"Ya lo estás haciendo" respondió, en cambio, frenando al lado de una tienda de ropa. Jimin notó el tono que el otro había usado y se preguntó internamente si ya había sobrepasado su límite de paciencia. "¿Tengo algo en la cara?"

"¿Qué?"

"Te quedaste viéndome mucho, ¿tengo algo acaso?" preguntó con fastidio y Jimin se coloreó de rojo.

Eso era cierto, no pudo despegar su mirada del níveo cuello del contrario, tentándolo provocativamente a ser chupado, succionado y besado por su experta lengua.

Jimin ya imaginaba lo que sería dejar marcas allí. La piel de Yoongi era tan blanca, como un lienzo a punto de ser estrenado, podía apostar que de tan solo dejar una pequeña mordida allí la marca perduraría por dos días y se podría apreciar a vista de todos.

De tan solo pensarlo, se vio en la necesidad de removerse en el asiento ante el para nada pequeño problema que empezaba a hacerse notar en sus pantalones. Nunca le había pasado eso con alguien, ¿por qué ahora estaba siendo distinto?

Un chasquido de lengua lo hizo reaccionar.

"Es solo que eres feo, eso es todo" se defendió, cuando volvió a la normalidad, y a la par se fue quitando el cinturón de seguridad.

"Creí haberte oído decir que era caliente, ¿cambiaste de parecer?" Yoongi no pudo morder su lengua antes de soltar semejante disparate. Claramente su cerebro no estaba trabajando correctamente ese día.

"¿Ahora quién está siendo un grano en el culo?" contraatacó mordaz y Yoongi apartó la mirada, mordiendo su labio.

"Calla" ordenó "¿Cuánto quieres?" Jimin detuvo sus movimientos para observar al mayor.

"No dinero" respondió, su voz tornándose suave. "Jimin no querer dinero".

"Por favor, ¿y ahora eres Tarzán? ¿Qué sucede contigo?"

Y es que había intentado sonar como un cascarrabias, pero había perdido la batalla contra su sentido de razón y ahora esbozaba una sonrisa ante la actitud infantil del rubio.

Para su edad, calculaba mentalmente, era alguien elocuente y parecía decir todo sin filtros, soltando lo primero que llegase a su cabeza y siendo solo como era él.

Espontáneo.

"Yo querer..." se hizo el pensativo, recargando su mejilla contra la palma de su mano. "Yoongi número" la mirada fría que le fue dirigida por el mayor fue su única respuesta y se encogió de hombros. "Al menos lo intenté".

"¿Nada más?" insistió, fijando su vista en el reloj de mano que traía y verificando que aún tenía tiempo para llegar al restaurante puntual.

"Espera" le dijo, metiendo su mano dentro del bolsillo delantero de su pantalón. Su chaqueta se movió de nuevo y su pecho quedó descubierto. Jimin no fue consciente de la lasciva mirada de Yoongi sobre él.

Ojalá lo hubiera visto.

"Ten" terminó por decir, tendiéndole a Yoongi un papel gastado y algo arrugado. "Es mi número" y antes de que el otro pudiera reprochar la algo volvió a hablar. "Tú decides si llamarme o no, no te voy a obligar a hacerlo" se explicó. "Además, mi oferta de ser tu acompañante en la boda sigue en pie, Sr. Min."

Jimin terminó la propuesta con un guiño y mordiendo su labio inferior, insinuante.

"No dudes en que llamaré" fue el turno de Yoongi para ser sarcástico y Jimin solo atinó a reírse con ganas. Él sabía que las probabilidades de que alguien como Yoongi, a simple vista tan recto y formal, pudiera llamarlo para cualquier cosa; eran casi inexistentes.

Sin embargo, la esperanza era lo último que se perdía ¿verdad?

"¿De verdad no quieres que te pague?" insistió el mayor, incrédulo.

"No todo en la vida es dinero, Min. Tú más que nadie debería saberlo."

Y el mencionado no tuvo nada inteligente qué decir para contradecirlo.

Jimin era un chico muy observador y era palpable para él el repentino silencio que se había establecido entre ellos, pensó que había tocado una fibra sensible en el mayor, así que para enmendar eso decidió hablar de nuevo.

"Te propongo algo" murmuró, captando la atención de Yoongi. "Si me llamas entre mañana y hoy, haré lo que tú quieras." el contrario lo miró escéptico.

"¿Y lo que yo gano con eso sería...?"

"No me subestimes, cariño. Tú no sabes la envidia que algunos sentirían al saber lo que te estoy proponiendo." batió sus pestañas seductoramente antes de volver a hablar. "Además, quién sabe, tal vez termines suplicando por más".

Y lo único que Yoongi se atrevió a pronunciar fue lo siguiente:

"Si llamo y acepto tu propuesta" habló determinado. "Tú serás el que termine pidiendo por más, cariño." su tono volviéndose burlón al usar la palabra que el rubio había empleado momentos antes con él.

"Veremos" respondió y luego de eso se inclinó hacia delante, balanceándose en su lugar y posando sus labios contra la mejilla del otro, un ligero cosquilleo en su vientre instalándose al sentir a Yoongi tensarse.

"Esperaré tu llamada, entonces" susurró cerca a la comisura de los labios del mayor y Yoongi giró su cabeza hacia la ventana, evitando a toda costa la mirada furtiva del otro.

Lo estaba poniendo nervioso su ridícula cercanía.

"No voy a llamarte".

"Lo que digas".

Bajó del auto, cerrando la puerta atrás suyo sin voltear al menos una vez para observar la expresión atónita que el empresario tenía plasmada en su rostro.

Cuando vio que Jimin estaba lo suficientemente lejos, adentrándose en una tienda de la cual no veía el nombre, llevó sus manos desde su regazo hasta chocar su mejilla, palpando el mismo lugar que los labios del otro habían besado.

"Eso fue...extraño" murmuró, más para sí mismo que otra cosa. "Diablos, debo llegar rápido al restaurante".

Y dicho eso se dispuso a arrancar nuevamente, presionando el botón de encendido y riendo secamente al oír la voz de Angelina recibirlo por segunda vez en la tarde.

Sería un buen viaje.

Paradise [M.yg + P. jm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora