「Capítulo 5」

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"¿Cuándo se volvió tan difícil cocinar unos simples panqueques?" preguntó Yoongi, refunfuñando en su lugar con una mano en su cadera y la otra en el mango de la sartén, moviéndola ligeramente y dándose con la sorpresa de que los panqueques estaban quemados, nuevamente.

"¿Por qué me pasan estas cosas a mí?" resopló, mirando a la nada. Rindiéndose en su misión de preparar un desayuno presentable y apagando el fuego de la hornilla para salir de su cocina arrastrando sus pies.

Aún seguía en pijama, si es que se le puede llamar pijama a los trapos que apenas y lo cubrían.

Yoongi era fiel creyente de que dormir sin ninguna ropa de por medio era la mejor manera de conseguir el tan anhelado sueño. Lo relajaba de sobremanera dormir desnudo.

Ese detalle tenía sus ventajas y desventajas, como todo en esta vida.

Antes, eso no implicaba ningún problema para él. Jungkook había estado más que complacido con su forma de dormir y nunca cuestionó nada.

Todo estuvo perfecto, hasta que un día, su madre llegó de improviso a su apartamento.

Jungkook había salido a comprar algunas cosas y su madre tenía una copia de llaves —que luego del incidente tuvo que quitárselas.— con la que entró sin ningún problema.

Vaya sorpresa que se llevó.

Las erecciones matutinas eran algo normal y natural en él; sin embargo, su madre no pensó en lo mismo cuando salió de su cuarto gritando horrorizada y pidiéndole que se cubra con lo que sea.

Su dignidad se fue al subsuelo ese día y desde entonces prefiere dormir al menos con un bóxer para evitar cualquier tipo de problemas.

"Bien, no tomaré desayuno" habló para sí mismo, sentándose frente a su laptop y presionando el botón de inicio para encenderla. "Son las 11, tengo tiempo de sobra para llegar a..." detuvo su oración cuando volvió a pensar en lo que haría cuando el reloj marcase la una.

¿Tendría que ir a su cita, cierto? Sería lo más lógico.

"Solo unos contratos y ya, no demoraré mucho" se dijo, poniéndose sus lentes negros y abriendo un documento de su correo.

Qué manera de iniciar el día.







[...]







Jimin había despertado a las 9 en punto de la mañana, un poco más entusiasta de lo usual.

"¡Buenos días, mundo!"

Sí, definitivamente había despertado con el pie derecho.

"Hey, pequeña ¿Qué haces aquí?" habló suavemente, tomando en brazos a su gata y arrugando su nariz al llevarla a su rostro, haciendo que la minina ronroneara ante el contacto. "Siempre digo que no duermas en mi cama, Minnie".

La gata maulló en respuesta, ocasionando una risa en el rubio.

"Venga, vamos a preparar algo para desayunar".

Tal parecía que Minnie comprendía al pie de la letra lo que decía, pues de un salto bajó al suelo y meneó su cola antes de volver a maullar.

"Eres una impaciente" le dijo su dueño, divertido.

Él también bajó de su mullida cama y volvió a acariciar la cabeza de su gata, ésta se deshizo en su tacto y meneó su cabeza para pegarla más a la palma de su mano.

Paradise [M.yg + P. jm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora