Paradise [M.yg + P. jm]

「Capítulo 9」

"Tardaste mucho, pastelito" apenas puso un pie dentro de su apartamento cuando la suave voz de Jimin lo recibió.

Dejó los nuevos trajes sobre el sofá y fue directo a la sala de estar, donde suponía estaba Jimin.

Lo encontró con Gus en brazos y una gata blanca enredada en sus pies.

El cachorro lamía la quijada del rubio y éste acariciaba su cabecita con una sonrisa. Adorables.

La gata pareció ser la única en notarlo, pues rápidamente se dirigió en su encuentro.

Yoongi soltó un grito al verla tan cerca.

Grito que alarmó al menor, quien se sobresaltó y en un acto involuntario envolvió a Gus contra sí; como si quisiera protegerlo de cualquier mal.

La sonrisa que tenía se borró al ver que el empresario había espantado a su linda gatita con su grito.

Gus se removió y Jimin lo dejó en el suelo para que fuera con su dueño, no sin antes agacharse para verificar que Minnie estuviera bien.

"Ella es inofensiva. Lo sabes, ¿cierto?" regañó tomando a Minnie y sintiendo el calor en su pecho.

"Los gatos me han odiado desde que tengo memoria".

"Te aseguro que Minnie no es así" Jimin se acercó al mayor y le tendió a la gatita en brazos. "Venga, no te hará nada".

"Jimin, de verdad te digo que..."

"¿Por favorrr?"

Yoongi arrugó su nariz y extendió sus brazos para tomar a Minnie. No perdió ningún segundo cuando en un abrir y cerrar de ojos ya había atrapado al mayor con sus garritas.

Cerró los ojos esperando algún movimiento violento por parte de la gata.

Nada llegó.

Con algo de temor abrió sus ojos para ver a Minnie mirándolo con sus ojos celestes e inspeccionándolo con la mirada.

"¿Lo ves? Sigues vivo" Jimin se burló y Yoongi viró los ojos. "Bien, acaba de tomar su leche y...solo es una sugerencia, pero usualmente cuando termina de comer le dan ganas de..."

Yoongi bajó la gata al suelo y vio atento cómo esta desaparecía por algún hacía la cocina. Gus la siguió y Yoongi frunció el ceño al ver que ninguno volvió.

El dedo pulgar de Jimin fue a parar directo a su entrecejo, pasándolo por allí y mirándolo divertido.

"Deja de fruncir el ceño, te ves mejor sin él" habló dulcemente, su aliento a menta cepillando sus labios.

La felina mirada de Yoongi se dirigió por sí sola hacia los labios del contrario, que se encontraban elevados en una sonrisa.

Jimin fingió no prestarle atención y retrocedió dos pasos hacia atrás.

"¿Viste los trajes? ¿Te gustaron?" preguntó, desconcertando a Yoongi.

Por eso mismo era que Jimin estaba en su apartamento, con sus maletas listas.

Yoongi había ido a recoger los trajes que Jimin había pedido y que usarían al día siguiente.

Revisó su reloj una vez más, tenían menos de una hora para llegar al resort.

La recepción empezaría desde hoy y, por consiguiente, las actividades también.

¿Cómo es que el tiempo había pasado tan rápido?

"Pensé que serían negros" admitió luego de un rato.

"Claro que no, eso es muy normal y aburrido" explicó. "Un cambio no hace daño".