「Capítulo 11」

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Lisa había dicho que mandarían a alguien por su auto y que, tan pronto le asignen una habitación, llevarían sus maletas.

Eso a Yoongi no le importaba mucho.

Lo primordial en estos momentos era el hecho de tener a Jimin dando brinquitos e inspeccionando el lugar bajo su atenta mirada. Yoongi nunca había ido a un resort como este, aunque para ser sinceros nunca en su vida hubiera creído que un lugar pudiese ser más grande que la ostentosa mansión de sus padres.

El resort Hanwha parecía nunca tener fin y lo único que aparecía en su campo de visión era verde, brillante y profundo.

Claro, Jimin también. Su andar se complementaba perfectamente con el ambiente apacible que los envolvía. Parecía una abejita revoloteando por doquier mientras avanzaban.

Tropicales y enormes árboles se movían con la brisa del viento, perfectamente alineados a cada lado del camino. A los lejos podía oír el griterío de unos niños y supuso que sus primos más pequeños ya habían llegado.

Habían personas vestidas exactamente igual a Lalisa caminando de un lado a otro, la mayoría con bandejas en manos y uno que otro corriendo con papeles desordenados.

El camino pasó de ser piedras a una madera preciosa, de tan solo ver el camino que llevarían hasta llegar a los toldos cubiertos de tela blanca con decorativos cremas; Yoongi gimió de frustración.

"Es oficial, Irene perdió la cabeza".

"Una caminata siempre será bien recibida" replicó Jimin, reluciendo sus dientes en una sonrisa sencilla.

Yoongi se limitó a rodar los ojos y seguir avanzando. Lo único que quería en ese momento era llegar a su habitación, darse un buen baño y dormir un par de horas.

Lástima que su acompañante no pensara lo mismo.

Apenas llegaron a recepción, una señorita con cabello rubio platinado los recibió y les entregó la llave de su habitación con una sonrisa pícara. Yoongi solo tuvo que mencionar el nombre de su prima para lograr alborotar a la jovencita. Todos parecían estar encantados con la novia y mostraban su entusiasmo por la boda de manera efusiva.

Respiró hondo cuando se alejaron. Jimin había estado regalándole sonrisitas a la chica y esta no hacía más que dejarse engatusar y caer ante los encantos del rubio, asintiendo a todo lo que decía.

Los labios de Yoongi se formaron en una línea recta y se esforzó en morder su lengua para no soltar algún comentario fuera de lugar mientras presenciaba el descarado coqueteo entre los dos. Incluso si fuese unilateral, pues Jimin no parecía reaccionar de manera positiva a las indirectas.

Cuando el mayor preguntó por el horario lo único que la chica les dijo fue que en diez minutos todos los invitados estarían en el gran salón. Yoongi no supo a qué se refería con ello pero Jimin se anticipó a él y lo jaló de la mano en dirección a su habitación, no sin antes despedirse de la señorita.

"¿Emocionado?" preguntó mientras Yoongi sacaba la llave de su bolsillo.

"¿Por abrir una puerta?" se burló "Lo he hecho miles de veces".

"Me refería a conocer sobre las actividades" bufó "Pido internamente porque tu familia no sea igual de aguafiestas que tú".

Yoongi rió y abrió la puerta de un tirón.

Ni siquiera tuvo oportunidad de observar la habitación cuando Jimin lo empujó hacia adentro y cerró la puerta atrás suyo con seguro.

"¿Qué estás...?"

Paradise [M.yg + P. jm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora