Para AMARTE yo he nacido

Capítulo 75 Nuestra primera noche en casa

Me acerque a él para hablarle al oído. Mi amor no que íbamos a estrenar nuestra habitación

Pensé que ya no querías, con eso de que te quedaste dormida, pensé que ya tenías sueño

Bueno si pero ya se me quito, le decía mientras me quitaba la ropa

¡Ay mi amor! ven acá. Nos empezamos a besar con mucha pasión. Mi amor ya te extrañaba, ya necesitaba este momento junto a ti

Yo igual mi amor, ahora si ya no habrá motivos para no tener intimidad tu y yo

Me levante para quitarme la ropa

José volvió a meterse a mi cama. Estaba de nuevo detrás mío, completamente desnudo, solo tenía su barba puesta, metió uno de sus brazos por debajo de mi cuerpo y puso su boca en mi oído, podía escuchar su respiración agitada y su enorme excitación pegada a mi piel, empezó a frotar mis pezones con sus dedos y a recorrer mi espalda con su lengua ardiendo, abrió mis piernas y quiso castigarme un poco, colocó una de sus piernas en medio de las mías, sentía que mis ganas se estaban saliendo y me corrían por mis muslos, él como en forma de seguir con el castigo introdujo sus dos dedos dentro de mí, solo se escucharon mis gemidos y un chasquido donde chocaron la humedad con sus dedos, me apretó fuerte, mordió mi espalda, me dio un par de nalgadas y me dijo en tono de amenaza: "Esta noche yo no te hare el amor, quiero que tú me lo hagas a mi" Bastó escuchar esas palabras para darme vuelta hacia él, lo besé con tanta hambre y me subí sobre su cuerpo

Regrese a la cama, para empezar con esta larga noche a lado de la mujer que amo, hoy eran de esas noches en las que quería que ella me hiciera el amor a mí y para eso tenía que provocarla de cualquier forma hasta el punto en que ya no pudiera mas

Lo mire y deslicé mis manos hasta mi pecho y el asintió. Era la señal que esperaba. Cerré los ojos y acaricié mis pezones mientras mordía mi labio inferior. Mi cuerpo respondió de forma inmediata con descargas eléctricas delicadas en mi pelvis que hicieron salir de mi boca algunos gemidos.

Me enloquecía los sincronizados que estaban sus movimientos con las caricias que ella misma se hacía, si yo logre conocerla y saber dónde tocarla para hacerla gozar, ella que era dueña de su cuerpo era capaz de lograr tocar las estrellas tan solo con sus manos

Tanto era mi placer que mientras él me hacia el amor, yo no pude evitar tocarme para elevar a un más mi excitación, mi cuerpo estaba empapado de sudor, y de deseo por el

Sería una larga noche para ambos, teníamos mucho cuerpo que recorrer, sus movimientos se empezaron a intensificar, escuchar sus gemidos simplemente eran música para mis oídos ¡Laura toda tu me encan..! No termine de decir lo cuando ella me planto un beso

Le di un beso para callarlo. No es el momento de hablar mi amor, tú también me encantas, todo tu, pero esta noche solo quiero gozar, me esperaba una muy buena y larga noche entre esa boca y sus piernas.

Fue una noche larga para los dos. En la mañana me levante al baño, Laura seguía dormida lo cual era rarísimo, salí de la habitación para ir a la de Génesis cuando entre ella se encontraba llorando y por lo que veía ya llevaba rato a si ¡Ay no mi amor no llores! Papá ya está aquí contigo la tome entre mis brazos y le seque las lágrimas, tome un pañuelo para limpiarle la nariz entre sus sollozos escuche que me dijo lo que tanto mis odios querían escuchar

¡Papá!

Entonces fueron mis ojos los que se llenaron de lágrimas, pero eran de felicidad ¡Ay mamita no sabes las ganas que tenía que me dijeras papá! Es el día más feliz de mi vida, vamos a contarle a tu mamá. Corrí de nuevo al cuarto para contarle a Laura ¡Laura despierta!