13

3.8K 409 29
                                    

Anastasia.

-Lamento mi actitud en el hospital Ana, no pretendía ofenderte -Grace dejó su taza sobre la mesa y suspiró. - Solo quiero que mi hijo se sienta cómodo mientras se recupera.

-Lo sé, tranquila -le di unas palmaditas en la mano como ella solía hacer conmigo. -Pero aquí estará bien, lo voy a vigilar de cerca todo el tiempo, además puedes quedarte, tú y Carrick, hay mucho espacio...

-Gracias Ana, pero no es necesario, vendré todos los días a ver cómo progresa.

Yo asentí y la charla no se extendió mucho más, todos estábamos cansados y por fin podríamos descansar como Dios manda en nuestras casas, acompañé a Grace a la puerta y al marcharse el Escala se sumió en un silencio que me erizó la piel, mi madre, Bob y Ray se habían marchado cuando llegamos con Christian, él los había saludado educadamente, pero con desconfianza reflejada en su rostro, de inmediato pidió ir a descansar.

-¿Señora Grey?

Me giré sobresaltada, la señora Jones sonreía acercándose a mí con su habitual sonrisa de amabilidad.

-Es raro regresar un poco al mundo real -dije en voz baja, sintiéndome muy cansada de pronto.

-Lo sé, pero sepa que estoy aquí para lo que necesite. -Alcé una ceja, para hacerle saber que no necesitaba seguir hablándome tan formal. -Bien ¿quieres algo de comer?

-Claro, me vendría bien, lo que me recuerda que tengo una lista de alimentos que debo incluir en mi dieta ahora, te la haré llegar cuando la encuentre.

-Muy bien, tengo algo de pescado y verduras ahora mismo, ¿te sirvo un poco?

-Sí por favor, enseguida voy a la cocina -ella asintió y se dio media vuelta para marcharse, en ese momento recordé un detalle del cual debía encargarme. -¿Señora Jones?

-¿Sí, querida?

-Necesito la llave del cuarto de juegos -aún me ruborizaba con solo mencionarlo.

Ella asintió y se apresuró a sacarla, hasta que no indagara un poco más en la etapa que estaba Christian lo mejor sería mantenerlo alejado de ese lugar, fui ahí de puntillas y entré mirando al rededor, el olor me fue tan familiar que de nuevo tuve un nudo en la garganta, caminé por el lugar echado una mirada general a todo, asegurándome que todo siguiera en su lugar, luego salí, me aseguré de bloquear bien la puerta y volví a la planta baja a tomar mi cena, como todo seguía en silencio asumí que Christian seguía durmiendo, lo había instalado en nuestra habitación, miró el sitio con curiosidad antes de tenderse en la cama y luego se quedó dormido cuando lo cubrí con una manta.

-¿Vas a retomar tu trabajo en la editorial? -preguntó Gail mientras limpiaba algunos vasos.

-Ni siquiera sé si sigo con el empleo -me encogí de hombros antes de meterme una tierna zanahoria cocida con sabor a mantequilla y pimienta, se deshacía en mi boca.

-Oh, bueno, no hay prisa para ello -dijo amablemente. -Seguramente vas a querer estar al pendiente del señor Grey.

-Sí, creo que es mi prioridad ahora mismo, hasta que recupere la memoria.

-¿Le dijeron cuánto tiempo llevaría?

Negué con la cabeza, habían dicho que podría ser gradualmente, cuestión de días, meses... o quizá jamás volverían sus recuerdos.

-Todo irá bien, solo debe tener paciencia -Gail parecía divertida. -Y sé que usted tiene mucha.

-A veces se necesita más que eso -dije sonriendo.

No mires atrás | Christian y AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora