Revisó por última vez lo datos del mensaje enviado aquella mañana, preocupado de que como en las ultimas 3 oportunidades este desapareciera de la nada dejándolo lleno de dudas sobre la real existencia de dichos mensajes.
Su cordura estaba fallando demasiado.
Es difícil determinar para quien lleva estudios en la materia que tan mal estaba.
Debía controlarse.
Las alucinaciones habían aumentado considerablemente de leves y esporádicas hasta ahora que podían ser incluso, varios episodios en un mismo día.
Dicho mensaje era diferente, es el primero en poseer un lugar y una hora, los anteriores sonaban con un tono de alguien amenazándolo de delatar su pasado, o su presente.
O lo que fuera que este imbecil sepa.
Dudo un segundo sobre avisar a Namjoon que el día de hoy llegaría tarde, por lo que soltó su teléfono para salir del auto sin que nadie supiese en realidad su ubicación.
En lo que a estas fechas, parecía un terreno abandonado que aun le duele recordar, camino hasta la torre de voltaje ubicada a las afueras de la ciudad esperando encontrarse con quien sabe quien.
Mientras oía su paso lento gracias a la cantidad de pastizales secos que se hallaban a su paso, Pensó en su infancia, pensó en esos días que se fueron para no regresar.
Todo sucedió tan rápido que no pudo hacer nada y tan lento que siente que aun no deja de pasar.
Se sintió desilusionado al notar que ya han pasado 20 minutos sin que nadie aparezca.
Abatido, regresa a su auto estacionado un par de metros de allí.
En el trayecto patea con rabia lo primero que se cruzó en su camino.
Una caja.
Una como esas de galletas que las ancianas usan para guardar ¿botones?
Esta no contenía galletas y mucho menos botones.
Tenía algo que llamo su atención. Se acerco con cautela, cuidando que nadie estuviera observando a su alrededor.
Podía ser una trampa.
luego de agacharse y sacudir la tierra que la cubría, intuyo que al menos debía llevar una semana allí.
O quizás mas
Al abrirla se encontró con papeles quemados.
No, no eran papeles quemados.
Eran fotos.
Sus fotos.
Se vio a sí mismo.
Un dulce Jimin de 5 años abrazando a la mujer de la cual saco su hermosa sonrisa, esa, que consigue hacer desaparecer sus ojos cuando es verdadera y al lado abrazándolos a ambos, un señor alto que no podía ser nadie más que su padre.
Habían otras, en las que aparecían ellos tres en un parque, en una laguna y en la última.
Su casa.
Esa casa en la que guardo tantos recuerdos y bellos momentos con lo que era su pequeña pero, hermosa familia.
Todo era parte del pasado y pertenecía a las cenizas, no solo de su memoria si no en la realidad, ya que después de que aquello ocurriera la casa fue quemada y esta desapareció junto con todo lo que conocía y lo que mas amaba.
De pronto se vio a sí mismo hecho un ovillo en aquel terreno, lloraba desconsolado con tantas preguntas como maleza lo rodeaba.
Se abrazó a si mismo buscando cubrir de "nadie" el dolor que sentía y que estaba dejando ir con una desbordada angustia.
Por que así era, desde ese día estaba solo y no era esa soledad por la que pasan y sufren los adolescentes.
En realidad no tenia a nadie.
Con eso en mente llegó a su auto casi arrastrando los pies. Se sacudió con rabia dejando ir de esa forma sus últimos pensamientos, para volver a su lugar de trabajo.
Llevaba 10 minutos manejando.
Llamó a Namjoon para avisar del retraso por lo que al llegar al edificio del que era dueño, su equipo ya lo estaba esperando.
Eran las 11 de la mañana y comenzó con su rutina, había firmado decenas de papeles, dado de alta a algunos pacientes que requerían su aprobación , autorizando procedimientos por aquí por allá.
Como cada el día, el sujeto que decía ser el mismísimo Elvis Presley se acerco a preguntarle como se encontraba, a lo que el amablemente le sonrió.
Ya que aunque era un tipo joven e imponía el respeto que merece todo lo conseguido hasta hoy, era amable y conseguía la gracia de cuanta persona se cruzaba en su camino.
Su sonrisa y carisma lo podían todo. Era difícil resistirse a él.
A las 12 del día comenzaba la "otra rutina" esa que debe esconder de la gente, sus colegas y la ley, esa que solo es conocida por un grupo selecto de personas que arriesgan su vida en ello si llega a salir a la luz por alguna imprudencia.
Es el experimento de su vida y estaba cerca de conseguir lo que busca.
Su teléfono vibra y revisa el mensaje
Namjoon
Park, Encontré al huésped perfecto.
Jimin
Así? Que tal.?
Namjoon
Es alto, mas que tu, lo siento... de todas maneras, es de tez blanca, delgado, pero con masa muscular adecuada para lo que le espera y lo mas importante, no tiene a nadie, también está solo.
Jimin
Ok, lo hablamos al rato, ahora voy con los otros y de nuevo Nam. Gracias.
Si las cosas salen como pretendo ya no será necesario seguir secuestrando a más gente.
O al menos eso pensaba.
ESTÁS LEYENDO
The Guest
Fanfiction"¿Que tan dispuesto estas a vivir?" Warning: * Suspenso *Trastornos Mentales *Escenas Sexuales *Violencia Física y Psicológica * Lenguaje explicito