Capitulo 1

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Tras revisar su teléfono por enésima vez en los últimos diez minutos, aun son las 4:23 de la madrugada.

—Mierda— continuo maldiciendo en voz alta a pesar de ser el único en aquella habitación, ademas de un desordenado escritorio y las erráticas lanas rojas que unían diversos puntos que terminaban en fotografías que reconoce con facilidad.

Ojea nuevamente el mensaje que acaba de llegar a su celular.

Numero Desconocido

 Sabemos quien eres y lo que haces. A las 10 tras la torre de señal que ya bien conoces.

Para quien vive con tantos secretos, esto, lejos de parecer una mala broma, era realmente preocupante.

Barajar las posibles razones detrás del mensaje no tenía sentido, podían ser tantas cosas que sin darse cuenta ya eran las 6 y ya era suficiente para una sola noche.

Con tedio, se destapo de la última frazada que aun lo cubría en una desordenada cama tras todo lo que ha rodado en ella desde aquel miserable mensaje.

Esquivando aquel desorden llego al baño que se encontraba abierto y con la luz encendida.

¿El había apagado la luz antes?.

Claro que lo había hecho,

¿Pero, entonces?

Ignoro aquello tras mirarse en el espejo y suspiro cansado ante lo que veía.

—Mierda Jimin, No dejes que esto te afecte, eres fuerte no? ¿Lo somos? —sonrió para si mismo al percatarse que lo hacía otra vez, hablar en plural consigo mismo se había vuelto últimamente una costumbre.

Lavo su cara con una energía preocupante, como si tratara de quitar una mancha difícil, una que no se borraría tan fácil.

El lo sabia

sabia que su actuar estaba lejos de lo normal y que su poca cordura estaba tan desbordada como el agua que comienza a mojar sus pies descalzos.

Espera ¿Agua?

Tras mirar la bañera con el grifo abierto desbordando agua y acercarse como pudo a cerrarlo, se preguntó desde qué hora el agua estaba corriendo.

Seamos francos, su baño era un gran baño, los mármoles verdosos que teñían las paredes de una gran tina cerrada por cristales con modernos diseños eran el acompañante perfecto del mobiliario negro tras el lujoso espejo en el cual se miraba desde hace un momento.por lo que al menos 2 horas hubiese tardado en llenarse hasta desbordar.

¿El quería bañarse?

Claramente lo quería, estaba transpirando demasiado desde hacía un rato y los nervios lo estaban matando, pero eso comenzó junto con leer el mensaje a las 4, de eso hace dos horas.

En ese momento el dormía tranquilamente ¿No?

reviso su reloj —Las 6:20— suspiro.

—Las 6:20! —¿Llevaba 20 minutos en el baño?

Ok.. Claramente esto no estaba bien, debía visitar a un especialista.

En una sonrisa un poco tétrica frente al espejo recordó que no era necesario, el era el especialista... no necesita de diagnósticos burdos de colegas que poco entienden la situación. Situación que solo el conoce.

por que solo el lo hace, ¿Cierto?

 Su gesto vuelve a tensarse de manera fría como el agua que aun se encuentra regada a sus pies. Estaba claro, alguien además de su gente de confianza sabía algo.

¿Qué cosa y cuanto?  Aun no podía descifrarlo y aquello lo estaba carcomiendo.

Pero que va, seria fácil doblegar la mente de quien se presente tras la torre a las 10, no era el primero que al comenzar a sospechar era manipulado a su antojo para volver las circunstancias a su favor, era su talento.

—No solo eres un tipo guapo, no?—Rio con petulancia tras hacer ese típico gesto, muy suyo de acomodar su rubio cabello hacia atrás levantando la mirada coquetamente para si mismo.

No lo era.

Se consideraba el mejor psiquiatra del país y estaba apunto de conseguir algo grande.

 Su risa se volvió más sonora y retorcida de lo que pudo dimensionar en una tétrica escena de agua, lanas rojas , fotografiás rotas, sus pies descalzos y el creciente amanecer que le recuerda que se acerca la hora de su cita a las 10.  

The GuestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora