Lux Aeterna{#2} Darius x Lux |Corazón sin honor|

{5}Lealtad

Notas: Hola a todos de nuevo, después de tanto tiempo!!, lo siento, he estado bastante indispuesta estos días atrás, pero mejor tarde que nunca!!.

Voy a aclarar por si acaso hay alguna confusión de aquí en adelante que yo me guío por el lore antiguo del League of Legends, por lo tanto la trama de Annie, la trama de Darius y Draven serán las antiguas, y la de Swain va a ser una especie de mezcla que lleva ya tiempo en mi mente. Espero que esto no cause ninguna molestia a nadie, y si es así, lo siento, pero os animo que estéis abiertos a la trama que tengo pensada. Espero no decepcionaros.

Ya finalizo diciendo que de nuevo muchísimas gracias por todos esos votos y comentarios, aunque esté ajetreada os leo siempre y seguirá siendo así <3. Y como último dar la bienvenida a aquellos a los que se han unido a la familia hace poco. Espero que os esté gustando la historia.

Un fuerte abrazo a todos vosotros. <3333

***

Aún no había amanecido, pero poco faltaba ya para ello. Siempre le gustó más avanzar de noche, apartarse de los caminos y ser perseguido únicamente por los sonidos que emitían los animales salvajes que, como él, despertaban en la noche para cometer sus perfectos crímenes de supervivencia con la luna como testigo único.

Desde que había abandonado la casa de Luxanna tenía la extraña sensación de que alguien lo seguía. Le parecía imposible, no había persona que le siguiera el ritmo, ni siquiera su padre lo hacía, siempre le decía que había nacido para el escapismo y el pillaje. Para sus adentros Talon pensaba con una sonrisa dibujada en la cara; no nací para, nací en el pillaje. En los suburbios hasta el más patoso o el menos inteligente había hecho de las suyas alguna vez. La Ley era muy distinta en aquel lugar; la única ley era que no había ley.

Cambió varias veces de ritmo, se metía por recovecos poco conocidos, y nada parecía indicarle que alguien lo seguía excepto su intuición, y su instinto nunca fallaba.

Decidió probar una última cosa; meterse por medio de un bosque de árboles con ramas gruesas y tronco ancho y bajo. Su paso se hizo mucho más rápido y rápidamente se encaramó a un árbol próximo en cuanto notó que estaba lo suficientemente lejos de su posición inicial. Y esperó.

Con sus ojos acostumbrados a la penumbra de la noche observó los alrededores sin moverse ni un milímetro ni hacer un ápice de ruido. Un pequeño batir de unas alas y unas hojas moviéndose violentamente en otro árbol cercano lo hizo fijar su vista en la procedencia del sonido. Era difícil distinguir en la noche las formas, y más cuando esa forma era tan negra como el crepúsculo. Los seis ojos de la criatura miraban desde aquel lugar de forma desesperada, moviéndose también con cautela. Talon había reconocido al animal únicamente por su gran tamaño, lo cual lo discernía del resto de cuervos.

El maldito cuervo de Swain lo había seguido. Pero ¿cómo?, ¿desde hacía cuánto?, encontró las respuestas inmediatamente. Era imposible que lo hubiera seguido desde Noxus, lo que quedaba en que, lo más probable fuera que ya estuviera vigilando a Lux. Frunció el ceño, nada solía perturbarle en absoluto, pero las evidencias de la obsesión del viejo cuervo por la demaciana comenzaban a molestarle bastante, pues él creía que ella estaría a salvo en Demacia. No parecía ser el caso.

Barajó sus posibilidades mientras ataba al final de su capa unas cuchillas que primero rociaba de veneno. Luego sacó unas cuantas dagas y las impregnó del líquido mortal. Si continuaba hasta Noxus lo más probable fuera que los guardias lo esperasen donde quiera que fuere debido a la información de Beatrice. Katarina le había advertido más de una vez que la criatura se comunicaba directamente con Swain. Continuar como si nada no era una opción. Regresar a Demacia tampoco lo era, no quería dejar sola a su pariente más días, y en Demacia tampoco tendría la oportunidad de derribar al cuervo sin llamar la atención.