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Bostece agotada, me dirigía camino a casa, pero el cansancio era demasiado ultimadamente he tenido sueños un poco extraños, en los sueños todavía era una niña de unos nueve años aproximadamente, me topaba con sombras y monstruos muy extraños algunos con barba otros gigantescos, algunos animales hablaban, pero, en fin, son solo sueños y no más que eso. Nuevamente bostece, pero esta vez una lagrima amenazó con salir.
-Entre la falta de sueño y el trabajo moriré de agotamiento- comente en voz alta, la briza se hizo más fuerte me detuve a observar las hojas del árbol bailar alegremente con el viento, en sus raíces había unas pequeñas casitas enraizadas por la hierba amontonadas una enzima de otra alrededor del árbol, recuerdo que la vez que me mude aquí le pregunte a mama que eran, mi madre saciando mi curiosidad me contesto diciendo que eran templos a los cuales la gente venia a rezar sin embargo después de tantos años de estar en este lugar nunca había observado a nadie hacerlo.
-Son preciosas ¿no crees? Es una lastima que la gente no las cuide- me gire observando a una anciana de cabello plateado sonreírme, confundida ladee la cabeza, pero asentí afirmando su teoría, ella tenía razón son preciosas. Cuando maduras con el tiempo aprendes a valorar lo que tienes y lo que alguna vez tuviste.
-Dime niña ¿Cuántos años tienes? - pregunto la anciana, la observé detalladamente, su cabello plateado estaba recogido en un moño y su vestimenta era muy peculiar ¿Quién será esta señora?
-Vera, tengo veintiún años ya hace mucho que vivo aquí pero no puedo evitar notar que es la primera vez que la veo por estos alrededores ¿puedo saber su nombre? - la anciana sonrió satisfecha por mi pregunta como si ya la esperase, sus ojos se achinaron y unas pequeñas arugas se remarcaron al lado de sus ojos.
-Oh, no te preocupes por eso-comento- solo he venido a dar un paseo por este lugar- la extraña señora me recordaba a alguien, esa dulce sonrisa y esos ojos rasgados pero mi memoria me fallaba y no podía recordar a quien.
-Disculpe, ¿de casualidad no nos hemos visto antes?, su rostro me suena muy familiar- la anciana me sonrió nuevamente tomándome por los hombros y volteando mi cuerpo en frete del árbol- Solo recuerda que ahora me conoces hija mía y nunca olvides que seguir tus instintos es lo mejor que puedes hacer.
-¿A que se refiere? - comenté volteándome, pero ya no había nadie, estaba sola en frente del gran árbol, el viento nuevamente soplo susurrándome algo que no pude entender, hojas se desprendieron del gran árbol, estas fueron llevadas por el viento, mi vista las seguía y mis pies se movían en su dirección, a lo lejos podía observar un enorme túnel, las hojas entraron en su interior, fruncí el ceño pero corrí detrás de estas cruzando el rojo túnel, una vez mas pero esta vez no era un sueño.
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El regreso de Chihiro y la Villa de Dragones
FanfictionEste mundo nuevo de enormes criaturas que solo fueron realidad en las leyendas de los viejos libros, tantos años de estudio en la universidad nunca pensé que me fueran tan útiles en estos momentos, las cosas desde aquel momento que cruce el túnel la...