3.''¿Eres virgen?''

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Nick.

Estoy en una fiesta con mis amigos. El olor a alcohol llena el ambiente, haciendo que te sientas mareado. De repente, diviso a una rubia increíble, con un vestido negro ajustado que cubre su cuerpo de modelo de Victoria's Secret. Me mira y empieza a hacerme gestos para intentar provocarme. Y vaya si lo está consiguiendo. Justo cuando me acerco para hablar con ella, pican la puerta de la habitación, despertándome de mi paraíso. Genial.

—¿Puedo pasar?— dice la madre de Maddy. Me doy la vuelta para contestarle.

Carraspeo.

—Sí, claro.—Has interrumpido mi sueño ¿y ahora preguntas?

—Quería preguntarte si podrías llevar a Maddy al instituto. Cameron no va a poder llevarla, pero sí la recogerá. ¿Te importaría hacerme ese favor?—¿Cameron? ¿Y ese quién es? ¿Será el que nos trajo a casa de Maddy el día del aeropuerto?—Puedes utilizar mi coche, está en el garaje.

Esbozo una sonrisa ladina.

—Ningún problema..—¿Llevar a Maddy al instituto? Esto va a ser divertido.

— Muchísimas gracias, Nick. — y con esto se fue por donde había venido.

Antes de querer caer de nuevo en la cama y dejarme llevar por Morfeo, me levanto y voy a ducharme. Dejo que las gotas de agua fría cubran mi cuerpo, refrescándome de mi sueño anterior. Cuando termino, me pongo un polo blanco, unos vaqueros negros y unas botas marrones.

Salgo de mi habitación hacia el cuarto de Maddy. Voy a entrar pero una bombilla se enciende en mi cabeza, haciendo que pare en seco. ¿Y si la despierto tirándole a agua? ¡Agua del váter! Retrocedo sobre mis pasos. Cojo un vaso de agua que está cerca del lavamanos. Coloco unos guantes en mis manos y vierto del agua en el recipiente. No puedo parar de reír en mi interior, esto va a ser divertido.

Abro la puerta y, sigilosamente, me acerco a ella. Contengo la respiración porque está durmiendo plácidamente. Me da un poco de pena despertarla de esta manera, pero todo sea por molestarla. Cuando estuve lo suficientemente cerca, intento verter el contenido en su oreja, sin embargo, su mano rodea mi muñeca. Me atraganto. ¿Está despierta?

—¿Qué crees que vas a hacer, Miller?—pregunta con una voz ronca. Una voz muy sexy que no me importaría escuchar todos los días de mi vida. Me fijo en su rostro. Sus mejillas están rosadas, al igual que sus labios. Bosteza, poniendo sus ojos vidriosos.

—Despertarte, creo que es algo obvio.— digo en un tono inocente.

—¿Ah, sí?— Oh no. Ese brillo travieso en sus ojos me dice que sus intenciones no son buenas.

Se abalanza sobre mí. Por su sonrisa de medio lado, detecto que ella también se ha dado cuenta de lo que produce en mí. Su rostro se acerca lentamente al mío. Mi respiración se empieza a entrecortar y mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal. ¿Va a besarme?

Nuestros labios rozan. Cierro los ojos, a la espera de que nuestras bocas se una en una sola. Sin embargo, me veo humillado por mis propios instintos, porque, de repente, noto como un líquido baja por toda mi cara. La aparto de mí.

—¿Qué haces? ¿Eres imbécil o qué te pasa, niña?—grito mientras seco mi rostro con la camisa. Sus carcajadas retumban en toda la habitación. Está preciosa cuando se ríe de esta manera. Sonrío inconscientemente.

—Refrescarte. Creo que lo necesitabas.—dice rápidamente, cogiendo una bocanada de aire para relajarse del ataque anterior.

Avergonzado, voy hacia su baño y abro el agua de la ducha. Vuelvo hacia donde está Maddy. Coloco mis manos en su pequeña cintura y reposo su cuerpo en mi hombro. «Te vas a enterar.» Me encamino al baño. Una vez allí, meto a Maddy en la ducha, empapándola por completo. Río a carcajadas por su cara de sorpresa.

¿Amor? Antes me tiro por la ventana. {NG} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora