16.''¿Puedo pasar?''

884 39 12
                                    


Nick cogió fuertemente mi brazo y salimos de la piscina. Lo llamé varia veces advirtiéndole de que me estaba haciendo daño, pero, no me hacía caso. Su cálido tacto se había convertido en abrasador y, contradictoriamente, frío.

- ¡Nick, tío! ¡Me estás haciendo daño! - grité.

Paró en seco al instante y miro hacia su agarre. La zona afectada estaba roja y escocía. Esto se convertirá en un morado.

Sus ojos subieron buscando los míos.

- M-maddy, no sabía que te estaba haciendo daño.

- ¿No? ¿Por qué será? ¡Ah sí! ¡Estabas encerrado en tu puto mundo! ¡¿Qué mierda te pasa, Nick?! - dije al borde de un ataque de nervios.

No dijo nada. Simplemente, se acercó a mí y me dio un gran abrazo. Escondí mi cabeza en su cuello y comencé a sollozar.

- Lo siento, preciosa. No quería hacerte daño. De veras que no. - susurró calmado.

Asentí lentamente, pues ahora mismo no me salían las palabras.

- Cuando lleguemos te explicaré todo lo que quieras ¿vale? Ahora vámonos, por favor. - dijo mientras cogía mi muñeca y besaba la zona herida. Ese acto consiguió que mi piel se erizara y mi cuerpo se tensara. Nick pareció notarlo porque hizo un mohín y me besó en los labios. Mil mariposas se instalaban en ese mismo instante en mi estómago. ¿Cómo lo hace?

Nick.

¿Qué hacían ellos aquí? Pensé que estarían en la cárcel en busca de Steven. Charles, Mike y Jack habían llegado a este hotel por culpa de alguna artimaña de mi padre. Lo odiaba con todo mi corazón. Nos tenía a todos controlados, aparte de que, hasta donde sé, tenía retenida a mi madre biológica, Anna, de la que tengo recuerdos escasos, pues no supe que era mi verdadera madre hasta que Charles me lo dijo.

Quiero encontrarla. Quiero recuperar el tiempo perdido. Quiero que vuelva y no se aleje nunca más. Volver a ser una familia, aunque sea sin mi padre. Solo pido eso.

Maddy y yo entramos a la habitación. Paloma estaba hablando tranquilamente con Verónica, mientras, Alberto le explicaba a Katherine que si seguía de esta manera, no llegaría ni a ser barrendera. Sin ánimo de ofender.

- ¡Nick! ¡Hijo! - Maddy se apartó de mi agarre, acto que odié, para que Paloma pudiera abrazarme.

- Hola, Paloma. - dije indiferente. Noté decepción en su mirada, pero rápidamente busco consuelo en Maddy.

- ¡Cariño! ¿Qué te pasa? Tienes los ojos llorosos.

- No me ha pasado nada, Paloma. Estoy bien.

- ¿Segura?

- Ha dicho que está bien. ¿Verdad, preciosa? - la miré intentando buscar apoyo en ella.

- De maravilla. - acto seguido la aferré de nuevo a mi cuerpo. Amaba que estuviera así, sin peleas ni golpes. Me gustaba.

- Está bien. ¿Queréis comer? He comprado pizza. Esperábamos por vosotros para comer.

- Muchas gracias. - respondió Maddy sonriente. ¿Por qué no podía ser así de educada y agradable cuando estaba conmigo?

Todos fuimos hacia el comedor. Maddy se sentó en la otra punta de la mesa. No pude sentarme con ella, cosa que me molestó, pues tenía muchas ganas de que estuviera a mi lado.

Acabamos el almuerzo, entre risas, bromas y preguntas incómodas. No me molestaba lo incómodo, al contrario que Maddy, sus mejillas se sonrojaban cada vez que hablaban de sexo o algún tema que muchos consideran ''tabú''.

Me fui a la habitación que estaba al lado de mis padres para ojear un rato el móvil. No lo cogía desde esta mañana.

Tenía varios mensajes: unos cuantos eran de chicas que querían volver a repetir, ¡qué ingenuas!, y, el último de todos, era de un número desconocido.

13:50.

De: Desconocido.

Tengo cuidado con lo que haces, chaval. Sabes con quién la pagaremos si das un paso en falso. Un placer verte hoy con esa chiquilla.

Anónimo.

Maddy.

La hora del almuerzo de había pasado corriendo. Yo me quedé en el salón jugando al parchís con mi madre y compañía. Sin embargo, Nick fue hacia la habitación junto con el móvil. Es un maldito enganchado. Cualquier día le dará una corriente.

Contradiciendo mi anterior frase, cogí mi móvil y pulsé en el chat de Cameron. Quería quedar con él para aclarar todo este lío en el que, por lo menos yo, estaba metida.

15:50

Cameron, quiero hablar contigo. ¿Podríamos quedar mañana?

Gracias x.

Envíe el mensaje con nerviosismo y esperanza de que él sintiera lo mismo. No me gusta hacer daño a nadie. Y menos si es a las personas que quiero.

Fui hacia la habitación en la que Nick se encontraba. Tenía muchas preguntas que quería que me respondiera y, sinceramente, no tenía ni idea de por dónde comenzar.

Piqué la puerta y ahí estaba él. Con unos pantalones de baloncesto, sin camiseta y apoyado en cama.

-¿Puedo pasar?

-Claro, nena. Ven. - dijo mientras daba palmaditas en la cama.

-Tengo muchas preguntas que hacerte, pero no sé por dónde empezar.

-Yo suelo empezar por el principio. No sé tú. - rió entre dientes.

-Idiota-reí -. Háblame de tu madre.

Su cuerpo se tensó al oír mi propuesta y, supe, que había elegido un mal principio.

.


¿Amor? Antes me tiro por la ventana. {NG} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora