five !

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—¿Dónde estoy? —me pregunté al ver un panorama distinto al de hace rato, además me dolía la cabeza y se me dificultaba moverme sin propiciar dolor.

—Oh, veo que despertaste —dijo una voz de al parecer una chica que estaba observándome.

Me levanté con cuidado... Estaba en una camilla de ¿hospital?, y pregunté nuevamente —¿Quién eres? —con tono dudoso.

—¡Oh! ¿Te sorprendí? Lo siento... —respondió ella con una sonrisa en su rostro. Era muy bonita, a decir verdad—. Soy alumna de la escuela, me llamo Park Chaeyoung, pero puedes llamarme Rosé.

Reí nerviosamente. —Cl-claro. ¿Entonces estoy en la escuela y no en el hospital? —volví a cuestionar.

—¿Eres la de la lotería, cierto? Manoban... —asentí levemente siendo capturada por la elegancia de lugar. Jamás había visto sábanas tan blancas...

—Te encontré en el suelo de la entrada, tuviste suerte que los alumnos no estaban en receso, hahah. La directora te llamaba, así que te traje a la enfermería primero al verte desmayada —expresó con tono sincero... Y sí que me había desmayado—. Creo que deberías ir cuando te den el alta. Te acompañaré —continuó diciendo y yo riendo un poco al recordar mis acciones de hace rato... Pero me extrañaba chocar con la realidad... La de ahora.

« Y jamás en mi vida volveré a tomar alcohol, mucho menos en mi primer día. »

♡  ֗⠀ ུ

—Estos son los casilleros, tendrás uno cuando seas registrada —siguió explicando mientras yo escuchaba atentamente. Sin duda Rosé conocía muy bien los ambientes... Y una que acaba de llegar.

Nuevamente, por suerte que no hay receso aún.

Y ella se detuvo frente a una puerta. —Ya estamos cerca de la oficina de la directora. Ten cuidado, ¿sí?

—Oh, claro. —dije asintiendo nerviosa. ¿Cómo será la codiciada directora?

—Bueno, te esperaré aquí, puedes entrar —al terminar sus palabras, me acerqué a la puerta que decía: Director.

Era muy obvio.

La toqué con mi mano derecha hecha un puño, mientras con la izquierda arrastraba mi maleta, y cargaba la mochila en la espalda.

Y una voz me indicó que ingresara.

Al abrir la puerta pude visualizar a una mujer de ojos café claros, sentada en un casi trono. Qué mirada penetrante.

—Toma asiento —me indicó y lo hice luego de acomodar mis maletas a un lado.

—Bien... Lalisa Manoban de Tailandia. Según tus documentos, estudiabas en la secundaria Khon-Kaen y dejaste de asistir por motivos de fuerza mayor —suspiró—. Por suerte en el sistema educativo de Corea no hay interferencia en ello, así que continuarás el año con normalidad a la par que tendrás tutorías para nivelarte a nosotros.

—Está bien, directora —respondí.

—Viendo tus calificaciones, tienes buenas por lo que creo no tendrás mayores problemas con ello. Tu nivel de coreano es avanzado y lo hablas con fluencia, al igual que el tailandés. Qué bueno.

Sonreí victoriosa. Era la primera vez que reconocían mis logros académicos. —S-sí. Mis parientes son coreanos, y gracias a ellos lo hablo, además del tailandés ya que residimos en Tailandia.

一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora