nineteen !

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El último fin de semana había pasado rápido después del incidente en el museo. Lisa y JungKook fueron rescatados y cada uno de vuelta a su respectivo cuarto. No había sucedido nada nuevo en cuanto a interacciones entre los dos, y por suerte que Nayeon no se enteró de lo sucedido a pedido del mismo Jeon, pues no quería que el "chisme" creciera y vuelva a ser involucrado con Lisa.

Ahora era lunes y el reporte debía ser entregado al docente de historia. Lisa por supuesto que estaba inspirada, y qué mejor que revisar los últimos detalles en la gigantísima biblioteca estudiantil.

Sí, se había saltado la clase de matemáticas por querer entregar un reporte perfecto.

Permanecía en ella aproximadamente dos horas, siendo su hora de entrada a las siete. Solía entregar todo de sí a sus escritos, y esta no sería la excepción. Pero de un momento a otro, una pequeña interrupción se hizo presente.

—Pss, ¡oye! —la llamó una voz a lo lejos.

« ¿Ah? ¿Ahora quién es? ¡Oh! Solo ruego que no sean los del periódico de nuevo... Si se enteraron de lo que pasó, iré a quejarme a dirección! » pensó la chica sin quitar su mirada de la laptop que empleaba.

—Oye, hazme caso... —volvió a hablarle la voz, a lo que Lisa levantó la mirada. Se trataba de ni más ni menos que Jennie, quien al ser reconocido por su amiga, tomó asiento a su costado.

—¿Qué tanto me llamas, Jenn? ¿Me necesitas en algo? —respondió Lisa, retornando a lo suyo y colocándose el auricular que estaba usando segundos atrás.

—Me costó encontrarte. ¡La escuela es grande! Felizmente alguien me dijo que te había visto por aquí... Y eso que esta biblioteca es gigante, no sabía por donde empezar hasta que recordé que te gusta el rincón del romance —comentó Jennie tomando un libro del estante trasero a su asiento.

Así se llamaba la zona en la que la rubia yacía: El rincón del romance. Y esto por los libros que llenaban las tarimas. Todos, de romance.

Lisa rió por lo bajo, quitándose los audífonos que llevaba. —Vengo aquí porque siempre esta vacío. A nadie le agrada ser visto en estos lares... Pero yo lo tomo como ventaja para tener completo silencio. Y de paso leo alguna que otra novela —se sinceró.

—Bueno, tienes un punto. Pero a lo que venía... —suspiró Jennie, acomodándose, apoyando su rostro en su brazo derecho.

—¿Qué sucede? —preguntó nuevamente la rubia, empezando a interesarse más.

Su amiga la tomó fuertemente del brazo. —Acompáñame y lo verás. ¿Sí?

Lisa rió, soltándose de su agarre, sin dejar de tener interés por la extraña situación.
—¿Acompañarte a dónde? Estoy terminando de revisar mi informe para entregarlo en las dos siguientes clases.

Jennie suspiró pesadamente, rodando también los ojos. —Ya lo revisaste ayer. Vamos, acompáñame.

—Esta conducta es innatural contigo, Jennie. Dime qué está sucediendo que te pone así.

—Argh —gruñó—. No es importante, bueno, sí. Te prometo que no vas a defraudarte. Me he comprometido a hacer cosas nuevas esta trimestre, y entre ellas está enamorarme.

—¿Y eso qué tiene que ver con lo de ahora?

—Que anunciaron la venida de nuevos estudiantes extranjeros. Hoy habrá una cena especial en la cafetería real.

« Extranjeros, qué genial » pensó Lisa con una sonrisa. Tal vez y no se sentiría tan sola si algún tailandés viniera.

—¿Alguien de Tailandia tal vez?

—¡Sí! Y tres de China, tres japoneses y tres americanos.

—Wow, sí que aquí hay estudiantes de los 4 tigres asiaticos... —rió por lo bajo.

—Claro que sí. Recuerda que esta es una escuela internacional. Entonces, ¿qué dices? ¿Me acompañas a recibirlos? —le codeó Jennie.

« ¿Ahora cambió el protocolo de bienvenida a estudiantes? » pensó Lisa. —¿Por qué esta vez harán un recibimiento especial para ellos? A mí me recibieron en la dirección... Y no de la mejor manera —y recordó también.

—Ellos son los ganadores de los tres primeros lugares del concurso ordinario para becas completas en Gwijog. Son personas muy inteligentes, en otras palabras.

—Y yo... Solo gané por suerte.

—¡Eso sonó mal! Pero... Podríamos decir que sí.

—Okey, agradezco tu sinceridad. amiga. Según entiendo, quieres buscar el amor entre uno de esos cerebritos extranjeros, ¿verdad?

—¡Exacto! Y necesito que vayamos a recibirlos cuando la limusina llegue... Que será en quince minutos según el periódico escolar.

—Tss, ¿tanta fe le tienen a ese periodico? Lo detesto.

—¡Oye! Solo lo uso para guiarme.

—Bien. Iré contigo.

—¡Genial! Te apuesto que también encontrarás el amor en alguno de esos atractivos cerebritos.

—Nada te garantiza que sean atractivos.

—Nada te garantiza que no te enamores.

♡  ֗⠀ ུ

Lisa:
Seguir a Jennie definitivamente fue una mala opción. Bien, era cierto que ya había culminado con mi informe pero realmente quería revisarlo una vez más para asegurarme que fuera perfecto.

Ahora, después de haber guardado apresuradamente mis cosas, me dolía la espalda por haber permanecido dos horas en la misma posición. Y repentinamente la había cambiado para levantarme y acompañar a la aventura de mi amiga.

Y definitivamente llegar a la entrada de la escuela me traía un sinsabor al recordar mi "ingreso triunfal" del que cada día me arrepiento más.

Pero bueno, la gran cantidad de estudiantes mujeres se dejaba ver desde el pasillo principal. ¿Qué tan guapos debían estar los nuevos como para que media escuela esté babeando por ellos sin siquiera haberlos visto? Por supuesto que no lo sabía, pero estaba a punto de averiguarlo.

♡  ֗⠀ ུ

Fueron siete minutos de espera (y con reloj) para que una limusina negra se estacione frente a la acera. Dos hombres fornidos se bajaron de ella, abriendo una de las puertas traseras, dejando ver finalmente a los dichosos "cerebritos".

El primer "nuevo" descendió, y sí que causó algunos gritos sin quiera haberse presentado con el público, pero a juzgar por sus rasgos, era chino. El segundo y consiguientes hicieron lo mismo; saludar e inclinarse para luego posicionarse frente a la limusina para tomar una fotografía protocolar.

Para ser sincera, ninguno de los chicos llamó mi completa atención hasta que descendió el último... Ese era un rostro conocido.

« ¿Bam Bam? » pensé inmediatamente. ¡Era posible que se trate de alguien extremadamente similar a él! Eso no lo descarto.

一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora