thirteen !

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El día transcurrió rápido y rutinario, sólo que Lisa había logrado encontrar cierta sincronía que evidentemente requería.

Ahora, teniendo en cuenta lo que JiSoo le había comentado durante la mañana, estaba más que empeñada en enviar un presente a su mejor amigo, y quería hacerlo lo más pronto posible.

♡ ֗⠀ ུ

Esa noche mientras sus compañeras de habitación dormían, decidió tomar su mochila en la que llevaba una hoja decorada y un lapicero multicolor.

Sí, planeaba escribirle una carta en la que relataría todo acerca de su estadía en Gwijog, sentimientos y demás.

Y creía que el lugar ideal para hacerlo era aquella bella pérgola en la que había meditado una noche atrás, así que con mucho cuidado salió de la habitación evitando hacer cualquier ruido que pudiera alterar el sueño de sus amigas... Sin contar con que ellas ya sabían lo que la rubia planeaba hacer.

Pero para hacer las cosas más interesantes, decidieron seguirla sigilosamente.

Luego de unos minutos llegaron a la dichosa pérgola, sitio que le daba cierta nostalgia a JiSoo.

—¿Tenía que ser aquí? Por dios, Lisa... —susurró a sus amigas estando detrás de un arbusto, todas agachadas observando de lejos.

—Oye, ten más empatía, este no es tu lugar, JiSoo, y ya ha pasado tiempo de eso —le respondió Rosé frunciendo el ceño.

—Eso lo sé, sólo que es raro que Lisa ahora use este jardín como su escape. La entiendo totalmente, pero me entristece que haga lo mismo que yo al querer huir de sus problemas —continuó JiSoo.

—Recordemos que lo tuyo fue por amor, no por adaptarse a una nueva realidad, JiSoo.

—Ugh, les dije que ya lo sé, sólo que a veces me arrepiento de mi decisión, ¿okey? Dejen de hablar de eso y enfoquémonos en nuestra amiga Lisa.

♡ ֗⠀ ུ

Ya casi quedaba lista la carta que Lisa redactaba, estaba realmente sorprendida por lo rápido que había logrado escribirla, y suponía que era porque tenía bastante que decir en ella.

—Realmente te extraño, Bam. A ti, a mi tío, a SooJin... —musitó mientras observaba el cielo estrellado. El lugar sin duda era de los más tranquilos en los que había estado.

Pero no todo pintaba bien, pues casi totalmente de la nada se empezaron a oír pasos, y las amigas de la rubia se preocuparon pues suponían que se trataba de una revisión nocturna.

—No puede ser, ¿van a revisar? Ay dios, espero no estén paseando a los canes... —susurró Jennie a sus dos amigas.

—No creo, sino oiríamos a más de una persona caminando, calma, dudo que nos encuentren —le respondió JiSoo intentando mantener la tranquilidad... Y también esperar a que Lisa decidiera retornar a la habitación.

Sin embargo, para sorpresa de todas, la persona que se encontraba circulando se trataba de un simple alumno que tenía el mismo nuevo hábito que se había generado en Lisa: visitar aquella pintoresca pérgola.

La rubia, al percatarse de la presencia del estudiante, lo miró algo dudosa para luego saludarlo.

—¿Hola?

—Oh, pensé que esta noche estaría solo. No esperaba compañía —enunció el joven, que tenía rasgos finos y labios gruesos—. ¿Qué la trae por aquí, damisela?

Lisa rió ante aquella palabra, además del extraño movimiento de ceja que el chico hizo al hacer contacto visual con ella.

« Otro patán » pensó.

—Meditar, eso. ¿Y a... Ti? —le cuestionó frunciendo el ceño.

El chico sonrió ligeramente para luego cambiar totalmente su expresión. —Este es mi lugar seguro, por así decirlo. Normalmente vengo a intentar generar recuerdos que olvidé.

—Ya veo. Pues supongo que ha de ser difícil ello, ¿no? Yo lidio con acostumbrarme a un nuevo estilo de vida —le respondió la rubia suspirando pesadamente.

—¡Ah! Ya sé de quién se trata la bella dama que tengo en frente mío. Lalisa Manoban, ¿verdad? —interpeló el joven.

—Sí, ¿y tú eres?

—Park Jimin, pero para ti, sólo Jimin. Puedes preguntarte cómo es que te conozco, y te respondo con dos razones; uno, por la lotería, y dos; JungKook.

—¿Eres amigo de JungKook? —le preguntó Lisa cambiando la expresión de su rostro.

« Ese idiota no se cansa de aparecer en mi vida... De alguna u otra manera ».

—Sí, y soy uno de sus compañeros de habitación —respondió Jimin con una leve sonrisa—. Pero dime, ¿cómo vas con eso de acostumbrarte a un nuevo estilo de vida?

—Tratando de sobrellevarlo. Esta escuela es tan distinta a mi realidad y no es fácil asimilar que será donde estaré por más de dos años... Si es que no me voy —se sinceró Lisa con la mirada perdida.

—Entiendo, y sin duda que no es sencillo. También estuve así un tiempo, cuando tenía quince —suspiró Jimin, observando el cielo—. Tuve un accidente de auto y perdí mi memoria a mediano plazo. Afectó mi escuela, la mayoría de cosas que había aprendido, y también recordar a personas importantes.

—Eso debió ser horrible.

—Por supuesto. Estuve en terapias más de tres meses, y con suerte logré recuperar mi capacidad al 90%, pero seguía sin recordar a una persona que según me dicen, amaba —continuó diciendo.

Y Lisa poco a poco empezaba a entender que no era la única persona con problemas en esa escuela. La idea de "estudiantes perfectos" se esfumaba de su mente, y comenzaba a aparecer una imagen más corriente.

—Wow, e-eso... Sí que es complicado —le dijo en tono triste.

« Vaya, eso no me lo esperaba ».

—Es una tortura. A veces pienso que mis padres fueron quienes causaron el accidente porque querían alejarme de ella, y al parecer arriesgar mi vida les pareció la mejor opción —suspiró—. La única información que logré averiguar sobre la persona es que estudia en Gwijog.

—Es un avance, Jimin.

—Eso creo. Hago mi mayor esfuerzo para intentar recordarla, ¿sabes? He intentado de todo.

Lisa lo miró con melancolía. Este caso le recordaba un poco a su primita SooJin, sólo que su familia no poseía los medios para tratarla adecuadamente.

—Creo que si estuviera en tu lugar sería muy complicado para mí querer revivir una y otra vez un episodio difícil para intentar recordar a alguien especial. No te rindas, Jimin —le dio una palmada en el hombro.

—Gracias Lisa.

—No hay de qué —le sonrió ligeramente—. Creo que fue algo revitalizador haber conversado esto, pero derrepente hace frío. Creo que volveré adentro.

—Claro, está bien. Yo me quedaré un rato más —respondió Jimin al a Lisa guardar sus pertenencias en su mochila.

Y a lo lejos (no tan lejos), sus amigas no esperaron más y salieron en camino a la habitación para armar una correcta encrucijada y conversar con Lisa sobre lo sucedido.

一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora