一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )

nine !

« Genial, ahora estoy de tutora personal » pensé internamente mientras en mi cara se tallaba una sonrisa confusa.

El profesor se marchó de la habitación e inmediatamente Rosé se acercó a mí con preocupación.

—Lisa, no tienes idea de lo que acabas de hacer, ¡En serio! —me dijo, tomándome de los hombros.

La miré con un rostro iluminador. La idea no sonaba nefasta. También aprendería.

—Puede que no sea tan mala idea.

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El día se pasó rápido pues después de haber perdido casi toda la clase de tailandés gracias al incidente, quedaban dos (en las que no logré concentrarme completamente), aunque hice lo posible. Felizmente en las tutorías se reforzó lo visto, y sí que estuvieron entretenidas.

Y ahora me encontraba en camino a los dormitorios casi siendo las seis de la tarde... No voy a negar que en mi cabeza sólo rondaba la estúpida cara de Nayeon que me generaba tanta rabia... El convivir con ella a solas seguro que sería un dilema total.

Pero llegué a los dormitorios con la única intención de darme un ducha fría y volver a la realidad. Por suerte no habían personas en el living, sino sería obvio que una que otra se me acercaría netamente por el chisme del día.

Coloqué la llave y giré la manija para encontrarme con mis compañeras en pijamas. Las saludé sin muchas ganas, y sin darles oportunidad a hablar, dije:

—Buenas noches, tomaré una ducha —para dejar mi mochila en el suelo e ir directamente hacia el baño.

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Omnisciente:
A este punto del día, era obvio la mayoría de la escuela estaba enterada de la situación, y las compañeras de Lisa no eran ajenas a ello.

Treita y cinco minutos tardó la rubia, mientras el resto decidió esperarla y prepararle una infusión.

—El agua estaba perfecta... —expresó Lisa saliendo del baño mientras agitaba su cabello con una toalla—. Y no me miren así, sé que saben.

—Rosé nos contó todo, no te preocupes —respondió Jennie.

—Sí, y toma asiento para que descanses un poco —Jisoo le continuó.

La rubia suspiró y se sirvió té, sin dejar de mirar al resto de las chicas.

—Cada día me queda más claro lo estúpida que es Nayeon... Y su actitud habla por ella —soltó Jennie con evidente molestia.

—Bueno, ya qué se puede hacer. Felizmente es una semana y no dos... En esos casos definitivamente me volvería loca, hahaha —sonrió Lisa dejando la taza en la mesa—. Gracias, chicas.

—No hay de qué... Pero, ahora, ¿realmente dictarás clases? —cuestionó Jisoo.

—Es lo mismo que le pregunté apenas el profesor se lo dijo... Y ella dijo que sí —añadió Rosé con rostro preocupado.

Lisa rió ligeramente, y volvió a frotar su cabello. —Supongo que lo haré. Como dije, también aprenderé cosas y me pondré al día.