一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )

fifteen !

« Nayeon y su grupo en parte tenían razón, pero ¿cómo decirles que estoy en este lugar porque quiero sacar a mi familia adelante? Es obvio que ellas no lo entenderían ».

En fin, explotar no arreglaría las cosas. Ahora debía ir al sauna para calmarme y luego al museo del que hablan las chicas. No podía permitirme darle el beneficio a la tonta de Nayeon.

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Algunos minutos transcurrieron dentro de la concurrida cafetería para que las cuatro chicas terminen de comer y se dirijan al lugar de descanso, pero no fueron minutos que pasaron rápido.

La emoción que daba a mostrar Lisa con la visita del museo había disminuido significativamente, y sus amigas no eran ajenas a ello. —Lisa, no tomes en serio lo que dijeron Nayeon y su grupo, por favor —le suplicó Rosé a la rubia al notarla con la mirada en el suelo.

—Sí, y sobre lo del jugo... Es algo que puede pasarle a cualquiera —añadió JiSoo tocando el hombro de Lisa intentando levantarle el ánimo.

« Pero no puedo rescindir... »

Lisa tomó una bocanada de aire y luego volteó a ver a sus amigas.
—Estoy bien, chicas, no pasa nada. Lo que menos me importa es Nayeon y lo que sale de su boca —respondió con un tono que expresaba firmeza—. Ahora solo enfoquémonos en lo que tenemos planeado para el día de hoy. Y quiero la máxima calificación en ese reporte.

« Debo sacar fuerzas de donde no hay, eso sí ».

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Y claro que el tiempo en el sauna de la escuela fue bien aprovechado por el cuarteto, pues cumplieron su misión de relajarse.

Afortunadamente, a comparación de otros grupos de chicas que lamentablemente llegaron más tarde de lo previsto y el aforo se llenó.

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9:55 a.m.

—¡Estamos muy tarde! —gritó muy exaltada Jennie al revisar la pantalla de su celular.

Habían vuelto a la habitación, pero aún se encontraban en batas, en proceso de cambiarse el atuendo... Al uniforme de deporte.

—¡¿Qué?! ¡¿Qué hora es?! —preguntó JiSoo igual de fuerte mientras decidía qué par de medias utilizar. Últimamente se estaba interesando en los tonos pastel pero le era complicado escoger la tonalidad.

—Por dios, ¡casi las diez! ¡Lia acaba de avisarme que van a tomar asistencia pronto! Carajo, estamos a casi un kilómetro del museo, ¡no vamos a llegar!

Rosé, que por suerte ya estaba casi lista intentó tranquilizar a sus compañeras al verlas en estado histérico. —Calma, chicas. Están perdiendo tiempo al gritar y desesperarse, ¿no se dan cuenta? Ya estarían cambiadas.

—Concuerdo con Rosé. Además dudo que seamos las únicas en llegar tarde pues todas las estudiantes estaban locas por ir al sauna, peor aún por quienes estaban haciendo fila detrás de nosotras —añadió Lisa dándole la razón a su amiga.

—¿Quieres que nos calmemos, en serio? Hasta el momento jamás he tenido una llamada de atención por tardanza, ¡he llevado una racha perfecta durante todo este tiempo! —volvió a vociferar JiSoo evidentemente muy molesta.