一 DON'T CALL ME PRINCESS! 。( en corrección )

eighteen !

El grupo caminaba con cuidado... Sigilosos, silenciosos, casi como si de fantasmas se tratasen. Pero era muy difícil no hacer ruido, pues al momento en que sus zapatos chocaban con el pasto, evidentemente generaban un tipo de sonido.

Por suerte no faltaba mucho para llegar al antiguo museo, y otra interrogante empezaba a hacerse presente. ¿Cómo demonios entrarían?

NamJoon tomó la palabra.
—Bueno, sabemos que no es posible por la puerta delantera... Hay tres allí—. Tampoco por las ventanas porque hay sensores, lo sabemos bien... En especial JiSoo —añadió Jennie casi riendo, recordando cuando dos años atrás al hacer la misma visita, a su amiga se le ocurrió abrir una de las ventanas por el calor que hacía. Evidentemente ello generó que las alarmas se activasen, y viniera un escuadrón de guardias a revisar el lugar.

—Hahaha, no me lo recuerdes... —rió JiSoo.

—Oigan —llamó Jin—. La puerta trasera tampoco nos servirá porque está bastante lejos y es riesgoso. Solo nos quedaría buscar alguna puerta alternativa, de emergencia, o en todo caso una ventana no tan alta...

—¡Sí! En la parte del centro del museo hay una puerta de emergencia y también ventanas grandes, lo vi en el mapa de la entrada más temprano —acotó JiSoo—. Vayamos allí.

Y así fue.

La suerte parecía estar del lado de estos inexpertos aventureros, quienes habían encontrado una solución.

—El único problema serían los sensores... Y roguemos que no estén activados —añadió Rosé con sonrisa victoriosa.

—Bueno, entonces intentémoslo.

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Sin dar pasos en falso llegaron al sector medio del museo, por supuesto repartiéndose las funciones de revisar si alguien estuviera cerca o similares.

Hasta el momento parecían tener éxito... Hasta que al momento de intentar jalar la puerta de emergencia, se percataron que se hallaba completamente cerrada y sólo podía abrirse desde el interior.

—Bueno, ¿opción dos? Espero hayan preparado bien sus piernas para escalar un poco —comentó Jennie, quien sí tenía experiencia escalando, pues el alpinismo es uno de los pasatiempos favoritos de su familia.

—Iré yo primero, y para asegurarme que no corramos peligro, lanzaré el paquete de papas de JiSoo al interior. Miren bien... —llamó la atención de todos—. Si hago una señal con el pulgar arriba, uno a uno irá subiendo con la cuerda que les lanzaré de tener éxito. No sean cobardes, ¿okey? Y lo digo por los chicos.

—Bien —respondió el resto al unísono.

« Estoy preparada para esto » se alentó Jennie a sí misma.

Lanzó la cuerda hacia arriba, notando que la misma logró ingresar al interior del museo sin producir algún tipo de alarma o sonido, y sin tardar mucho, se abalanzó hacia las gruesas paredes (que para su suerte) eran de piedra.

No tardó mucho en llegar, y se aseguró de lanzar las papas, por lo que, teniendo el visto bueno, realizó la señal con los dedos y uno a uno de los chicos fueron escalando.

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Una vez el grupo ingresó, no tardaron en revisar emisiones de ruido y encendieron sus linternas. Se separaron en grupos y dieron inicio a la búsqueda de sus amigos.

—Oye, Jennie, aún queda tteokbokki, ¿verdad? —preguntó JiSoo a su amiga, quien asintió algo confundida.

—Sí, no dejé bastante porque preferí preparar jugo, ¿por qué preguntas? —ella acomodó su cabello hacia los lados sin dejar de alumbrar el camino.

—Nada, solo que me imagino el hambre que debe estar pasando Lisa... Y sólo estamos a unos metros o kilómetros de ella. Espero esto resulte bien y pueda comer de lo más tranquila —añadió JiSoo en tono preocupado, y era verdad, su amiga había permanecido todo el día dentro del museo, teniendo sólo su mochila como pertenencia, y por suerte que llevaba barras de ginseng consigo.

NamJoon suspiró. —JungKook ha de esta igual o peor...

—O quien sabe durmiendo, siempre hace eso cuando tiene hambre... Y por alguna razón hoy no comió —añadió Jimin en tono burlesco—. Sabes cómo es Jeon, Nam. Ah, y deberías avisarle a Hoseok que prepare algo, saldremos con hambre de aquí... Oh, ¡ya estoy empezando a sentirla! ¡Dios, mi estómago no aguantará esta gastritis por mucho tiempo!

El resto del grupo rió ante su actuación, al parecer comenzaban a generar fraternidad, algo que hacía mucho no tenían.

—Y pensar que hoy JungKook casi no va, ese mocoso —comentó NamJoon entre risas.

—Nuestra Lisa igual, aunque su problema radica en no querer levantarse temprano. Literalmente llevamos intentando métodos de todo tipo para ayudarla, y no nos ha funcionado ninguno salvo el de Jennie, hahahah —añadió Rosé verificando los extremos de la amplia habitación.

—Ha de ser su anterior horario de sueño, probablemente aún no logra acostumbrarse a Gwijog, pero denle tiempo —opinó Jimin—. Y todos hemos pasado por eso, ¿o no recuerdan? —sonrió mirando a todos iluminando el rostro de cada uno de los chicos.

—¡Oh, vamos! ¿No recuerdan el gran grupo que éramos antes? Pff, deberíamos intentarlo de nuevo, ¿no creen?

Y no obtuvo respuesta alguna.

—Supongo que aún hay cosas por sanar, pero nada que el tiempo no pueda hacer —volvió a decir, colocando sus manos en sus bolsillos traseros.

Por su parte, el trío de chicas se miraron entre sí. Si bien se habían reunido con los apodados «B7», no era por una razón de gusto personal, sino por la necesidad de poder recuperar a su amiga, y sabían que si lo intentaban solas probablemente el plan hubiera sido estropeado por el grupo masculino.

Y como Jennie mencionó antes de salir de la habitación: —No tomen esto como un reencuentro, sólo como un medio para traer a Lisa de vuelta.

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Habiendo caminado ya unos quince minutos sin resultados, decidieron probar suerte timbrando al celular de alguno de los "perdidos", y sí que la tuvieron pues no tardaron en escuchar el techno noventero que Lisa había colocado como tono de llamada.

Yacían nada más que en la siguiente habitación, abrazados el uno del otro en una esquina como si de una pareja recién confesada se tratara.