Dieciséis: La única víctima - Parte I

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Su conciencia iba y venía

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Su conciencia iba y venía. Del sueño a la realidad, del pasado al presente. Y su cabeza era una masa de dolor, sus ojos no podían soportar la luz. Todo ruido que recogieran sus oídos era un nuevo martillazo a su sensibilidad. Y su corazón estaba roto. No el órgano que todavía se esforzaba por latir en su pecho. Su alma estaba hecha pedazos. Su espíritu recién descubierto estaba destrozado.

Dentro de la confusión en la que estaba sumergido, sabía que algo había ido muy mal. Algo terrible había pasado. Podía verse en esa montaña, atrapado junto a Lázuli en la red del Dr Gero. Luego, estaba en una cueva, junto a un lago subterráneo. Ariadna... Teseo... Lázuli había recibido un disparo en la cabeza y era arrastrada por los esbirros de Zarqun Mirk, mientras Gero le decía que no recibiría un solo zeni por la recompensa. Luego, él salía del aparato que lo mantenía en suspensión en el laboratorio y esperaba que su hermana despertara, para aplastar el control remoto de Mohs y arrancarle la cabeza. Entonces, la puerta de metal frente a él estallaba y Beryl lo observaba, aterrada. Beryl estaba del otro lado, en el bando de enfrente. Y él deseaba morirse, junto con el minotauro.

«¿Cuál minotauro?» pensó, en medio del delirio.

Entonces, alguien lo golpeó en la cabeza y la oscuridad volvió a tragárselo, en un sueño sin descanso.

Entonces, alguien lo golpeó en la cabeza y la oscuridad volvió a tragárselo, en un sueño sin descanso

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Supo que en algún momento había vomitado, antes de volver a perder el sentido. También supo que lo habían arrojado a esa celda sin ningún cuidado. Había partes de su cuerpo entumecidas, otras dolían tanto que no podía pensar con claridad. Solo en el momento en que las enzimas de Cell lo disolvieron se había sentido así. Su cuerpo estaba al límite, el dolor era insoportable, pero el final no llegaba nunca.

Lapis y Lázuli estaban muertos. Todo había terminado. Beryl estaría decepcionada.

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El corazón del minotauro [17 - Dragon Ball]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora