Capítulo 3

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Y esa noche también sucedió. En mitad de la noche fui despertada por Haru debido a que parecía estar bastante alarmada en sueños. Me desperté sudando, y viendo cómo Haru se preocupaba por mí. Pero, esta vez, no recordaba nada de lo que había sucedido en mis sueños. Sólo que no debía haber sido nada bueno para que despertase de esa forma.

Temía que al cerrar los ojos de nuevo volviese a suceder, sin embargo, intenté descansar para lo que me pudiese deparar el siguiente día.

Fui despertada por Shita unas horas después del altercado que había tenido lugar durante la noche. El resto de las horas de descanso habían ido bien, sin ningún problema aparente.

Comenzaba a preocuparme. Era la segunda vez que me ocurría, y había sido algo tan cercano que no podía dejar de estar asustada por si volvía a pasar.

Haru estaba preparando algo para que comiésemos. Ya estaba vestido para ir al evento del rey. Shita no iría, pues debía hacer tareas en casa y dejar todo preparado para cuando Haru y yo llegásemos. Él parecía tener muchas ganas de salir.

Cuando fui hacia la mesa donde se realizaban las comidas, vi como Haru terminaba de prepararlo todo y lo traía. Cada uno tenía un pequeño cuenco, en el cual Haru vertió algo de leche. La leche que había tomado de los animales cuando era pequeña había hecho que lograse sobrevivir. A esas edades, no tenía fuerza suficiente para poder matar animales, por lo que siempre me acercaba a hembras con crías de casi cualquier especie.

Haru pareció echar algo en la leche. Según dijo, era pan, un alimento creado con agua y cereales molidos. Era la primera vez que lo probaba, y tenía un saber muy diferente a todo lo que había comido en el bosque.

Terminó rápido, así que fue a prepararse mientras me esperaba. Tardé un poco más pues no estaba acostumbrada a tomar tanta cantidad de comida en periodos tan cortos de tiempo.

Una vez terminé, Shita me acompañó al baúl en el cual guardaba su ropa para que tomase algo. Me quedaría un poco grande, pero era la única forma de tener una ropa apropiada. Yo sólo tenía un vestido viejo y roto que había encontrado tirado en el bosque. Me coloqué el vestido, ordené un poco mi pelo, y fui junto a Haru para que nos marchásemos.

Salimos por la puerta y nos dirigimos rápido a la plaza en la que tendría lugar el acto del rey. Cuando llegamos, todo estaba lleno de guardias que protegían la zona por la que el rey pasaría. Algunos revisaban que ninguno de los presentes tuviese algún objeto con el que pudiese dañar al rey. La plaza estaba llena. Era algo extraño para mí, pues los grupos más grandes de personas que atravesaban el bosque no superaban las 3 o 4 personas.

El ruido de unas trompetas comenzó a sonar en la lejanía. La gente comenzó a apartarse de una de las entradas a la plaza, mientras que los guardias se situaban de forma que nadie pudiese colocarse en ese camino. Poco después, un carruaje tirado por dos caballos marrones y fuertes llegó a la plaza. Un hombre y una mujer iban en lo alto del carruaje. El hombre conducía el carro.

—Mori, mira, esos son Senji, el rey, y su mujer Sakaki. Es una de las pocas ocasiones en las que se ve a la reina, por lo que quizás tengan que anunciar algo importante —susurró Haru.

El rey era un hombre corpulento. Su mirada era desgarradora. Tenía el pelo moreno, y sus ojos también eran muy oscuros. Junto a él, estaba la reina. La reina tenía el pelo de un tono cobrizo, y sus ojos eran de color ámbar. Ambos sonreían y saludaban a su paso, aunque el rey parecía no estar muy contento con tener que estar ahí.

El rey iba a comenzar a hablar cuando de repente me miró. Su cara cambió completamente. Parecía estar angustiado, y comenzó a sudar de forma nerviosa. Fue uno de los guardias quien comenzó a hablar para terminar con ese tenso momento.

Guardián del bosque [GdB 1] || [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora