Guardián del bosque [GdB 1] || [Completa]

Capítulo 11

[Mori]

Cada día las cosas eran más raras. No entendía nada de lo que me estaba pasando en esta aventura. Primero, la misteriosa charla entre Toku y ese hombre. Y ahora, alguien que me estaba ayudando sin dejarse ver. Sabía que no habría sido Kasumi ya que, aunque fuese mi amiga, no podía arriesgarse de esa forma. No había hecho apenas nada durante el día, pero al menos, quería estar descansada para el siguiente día por lo que pudiera venir, así que guardé los trozos de pan y justo después me metí en la cama intentando olvidar lo que acababa de suceder.

Cuando me desperté vi a Afuko trabajando. No entendía cómo podía estar siempre trabajando. Nuevamente, le pregunté, esperando averiguar qué estaba haciendo ahora.

—Estoy terminando de trazar la ruta a seguir. Hoy debo abandonar el grupo y regresar a Ichi, pero antes tengo que terminar el plan.

Vi que en su mesa tenía muchas hojas en blanco, por lo que decidí pedirle un favor. Si regresaba a Ichi, podría llevar una entrega de mi parte, lo que significaba que podría hablar con Haru y despedirme de él.

—Siento molestar, pero necesitaría poder hablar con un familiar de Ichi. No sé cuál será su estado de salud, así que sería de gran ayuda enviarle una carta para que al menos sepan sobre mí.

—Tan solo necesitaré que tengas listas las cartas para esta noche. Si no están, no podré hacer nada.

Tomé una hoja de papel de su mesa y me decidí a ir en busca de Kasumi. Si quería que se entendiese bien la carta, tendría que ayudarme. Por suerte, sabía cuál era su habitación, pues me acordaba bien del momento en el que las habían repartido. Salí de mi habitación y me acerqué hasta la suya. Di dos golpes con el puño y esperé a que alguien me abriese. Tras esperar un poco, Kasumi abrió la puerta y tiró de mí para que entrase rápido. Toku le había dado una habitación para ella sola, por lo que no habría ningún problema si estaba ahí.

—Necesito tu ayuda, Kasumi —dije mientras le mostraba la hoja en blanco—. Afuko se marcha hoy, por lo que quiero que lleve esta carta a Haru. Y necesito que la escribas por mí. Mi letra no se entiende muy bien, y no quiero que eso lo estropee.

—Oh, estaré encantada de ayudarte —decía Kasumi alegre mientras buscaba algo en uno de los cajones de la habitación.

Se sentó justo delante de una mesa. Puso sobre ella la hoja y un bote con tinta y una pluma que había sacado del cajón. Después, me indicó que comenzase a decir lo que quería que escribiese. Tras un largo rato pensando cómo decir las cosas, finalmente comencé a decir todo exactamente como quería que estuviese.

—Te escribo porque necesito saber cómo están las cosas allí. ¿Has logrado contactar con Shita? Espero que hayas podido solucionar eso y estés tranquilo. Aquí las cosas son algo difíciles. Me han quitado el arma y la misión parece que va a alargarse, así que no sé cuándo podré volver a verte. Te prometo que volveré bien. Te echo de menos —fui diciendo lentamente para que Kasumi pudiera copiar todas y cada una de mis palabras, doblando después la hoja tras firmar bajo mi nombre.

Tras ello, me entregó el papel doblado. Yo le dije que me esperase con un gesto, y me fui corriendo a mi habitación para entregarle a Afuko la carta y que él se la pudiese llevar a Haru. Sabía que él estaría bien, porque Hana estaría cuidando bien de él, de eso no tenía ninguna duda. Entré a la habitación y se la entregué. Después, le indiqué dónde vivía Haru, para que pudiese ir a entregársela y después, me marché de nuevo.

Al volver con Kasumi descubrí lo que había estado haciendo todos estos días mientras yo no estaba. Se dirigió a uno de los tantos cajones que había en la habitación y sacó algo envuelto en un trapo. Después, me hizo extender las manos para colocar lo que acababa de sacar sobre ellas.