ASESINA ✔

capítulo 54: tú no estas a salvo...

Narra Beth.

—Debemos ir a descansar, dentro de tres horas tenemos clases—dice Dylan susurrando.

—No puedo irme, mi padre...

—Beth, tu hermano está aquí, tú debes seguir tus estudios, después de clases puedes venir y estar todo lo que quieras, es solo un consejo, pero yo me iré, si quieres...me acompañas.

Dylan se levantó del asiento, se despidió de mi hermano y comenzó a caminar hacia la salida.

—Mierda...

—¿Que dijiste?—pregunta mi hermano.

—Nada... Hunter...tengo que irme, dentro de unas horas tengo clases y no quiero tener problemas con eso, así que...

—Ah claro, no hay problema, debes descansar, yo me quedaré y si me dan noticias de papá te avisaré—sonríe un poco.

—Gracias, en serio, cuídate mucho ¿Si?

—Claro, tú también—me levanté y lo abracé.

Comencé a caminar rápido para alcanzar a Dylan, llegué a la salida pero no lo vi, suspiré y me senté en la acera, sentí una brisa fría, creo que moriré aquí, sería algo bueno, mi nariz comenzó a taparse, provocando que empiece a respirar por mi boca.

—¿Piensas morir de hipotermia ahí?—siento algo abrigador en mis hombros.

—Gracias Dylan...

—Vamos—dice cortante y caminando hacia el estacionamiento.

Me levanté y lo seguí, subió a su auto y por dentro abrió la puerta del copiloto, subí en silencio, él encendió el auto sin pronunciar una sola palabra, así estuvimos en todo el camino, yo pensaba que me llevaría a mi departamento pero no, me llevó a su casa.

—Dylan...yo...—intenté hablar pero me interrumpió.

—No expliques nada—baja del auto en el momento en que llegamos a su casa.

Suelto un suspiro con pesadez y bajo del auto, con algo de temor, no sabía que decirle a Dylan, estaba nerviosa, tampoco quería pelear con él, suficiente tuvo su mamá con vernos asesinar a una persona en su casa. Seguí a Dylan hasta su habitación en completo silencio.

—Dylan...—dije cuando cerró la puerta.

—Beth ya te dije que...

—Dylan no quiero estar así contigo, por favor, perdóname—mi voz se fue quebrando.

Tenía ganas de llorar y no era por qué quiera hacer que Dylan me perdone, era por qué en estos momentos lo necesito más que a nadie y necesito un abrazo suyo, diciéndome que todo va a estar bien, tengo miedo de perder a mi padre, él siempre lo fue todo para mí, ya perdí a mi mamá, no soportaría la perdida de mi padre en estos momentos, también odio tener en cuenta que no solo mi padre está en peligro, también mi hermano lo está, en cualquier momento le pueden hacer daño, y lo peor de todo es que aparte de mi familia, mis amigos y amigas también están en peligro, en pocas palabras todos los que me rodean están en peligro, y todo por qué una puta me odia, por eso quiero llorar.

No aguanté más y comencé a llorar, me disculpé con Dylan y salí corriendo de su habitación, escuchaba sus pasos seguirme pero yo no volteé. Mis lágrimas me ahogaban, salí de su casa e intenté correr más rápido, pero unos brazos rodearon mi cintura impidiendo que me mueva, Dylan me cargó de vuelta a su casa y aunque yo intente zafarme de su agarre, él era demasiado fuerte, le rogué para que me soltará pero el solo me ignoraba.

Llegamos a su habitación y él me tiró sobre la cama, cerró su puerta con llave y me miró fijamente.

—Beth....—habló.

—Dylan por favor....

—Yo ya te escuché, ahora tu escúchame a mí—dijo con tono serio.

—Lo siento...

—Yo también lo siento, actúe impulsivamente, estaba celoso y no supe que más hacer...no quería perderte, solo eso.

—Yo tampoco quiero perderte, en estos momentos te necesito más que a nadie, tu... tú sabes que eres muy importante para mí, y lo siento, fui una completa estúpida al no separarlo o al no decirle nada por el beso, yo...—fui interrumpida por sus labios sobre los míos.

No dudé en corresponderle, sujeté su cuello apegando más a mí.

—No me dejes por favor...—murmuré.

—No lo haré—volvió a besarme—solo reclamaré lo que me pertenece...

—¿Que cosa?

—Tú.

Me movió y quedó encima de mí, comenzó a besarme con lujuria y a acariciar todo mi cuerpo, yo solo tocaba su suave cabello y lo atraía hacia mí, se acomodó entre mis piernas y comenzó a tocar todo mi cuerpo sin piedad, algunas de sus caricias me sacaba unos suaves gemidos, que eran callados por sus besos.

—Aunque quiera esto...—dijo recuperando un poco el aire—no podemos ahora...

—¿Porqué?

—Está mi madre, y está Connor en otra habitación...además tenemos que ir a clases...

—Me valen mierda las clases, yo te quiero a ti...

—Yo también te quiero ahora mismo pero... No quiero traumar más a mi mamá.

—Lo entiendo...entonces...mejor no nos calentamos más—sonreí un poco, sé que estoy más roja que envase de ketchup pero intenté disimular.

Nos cambiamos de ropa, Dylan en el baño, yo en la habitación, nos pusimos el pijama y nos recostamos, Dylan puso despertador para levantarnos a tiempo aunque sé que esa no es una buena idea para levantarse de buen humor, rápidamente quedé dormida junto a Dylan.

Desperté por culpa del maldito ruido estresante proveniente del celular de Dylan, escuché como él gruñía y lo apagaba su celular.

—¡Necesito dormir más!—dijo con los ojos cerrados.

—Yo igual...pero tú querías ir al instituto—le dije como reclamo.

—Agh, me dormiré en media clase...ni modo—solté una leve risa.

Me levanté con pesadez por que sabía que si me quedaba un momento más ahí me quedaría de por vida en esa suave cama y me pegaría a las sábanas, literalmente, Dylan también se levantó, entré al baño y tomé una ducha fría, espero que ayude un poco, me puse una toalla al rededor de mi cuerpo y salí del baño, olvidé mi ropa así que tendrá que ver mi cara roja, Dylan me escaneó de pies a cabeza sin disimulo, lo vi sonreír un poco, sin decir nada entró al baño, a los pocos segundos escuché el agua caer, comencé a vestirme lo más rápido que pude, cuando estuve lista guardé los cuadernos en la mochila que tenía, seguramente olvido algo pero no me interesa, lo único que quiero es dormir.

Mi celular suena y es un mensaje nuevo. Abro WhatsApp y veo más de 50 mensajes y 30 llamadas perdidas, 47 mensajes son de mi hermano y tres de Sam, 39 llamadas de mi hermano y 1 de Sam, mi corazón comenzó a latir muy rápido al leer los mensajes de mi hermano diciendo que papá estaba empeorando, le escribí y entró una llamada de él.

—Perdóname por no contestar estaba muy cansada y no escuché el celular ¿Que te dijeron?—dije nerviosa.

—Ok...solo me dijeron eso de papá, que estaba empeorando, no me especificaron más.

—Espero que resista—otra vez mi voz se quebraba.

—eEperemos que se mejore, te aviso cualquier cosa, debes estarte alistando para el instituto...Adiós Beth cuídate.

—Alexander...por favor cuídate, escucha... tú no estás a salvo, cuida tus espaldas, necesito que estés atento a todo movimiento raro que veas y que me avises, por favor.

—¿Porque dices eso?

—Tu solo cuídate por favor.

El aceptó y colgué la llamada, estaba por ver los mensajes de Sam pero justo ella me llamó.

—Hola Sam, perdón por no contestar, me quedé dormida y...

—Tyler despertó...