capítulo 52: lo siento.

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Narra Dylan.

Tres y media de la mañana, hace media hora que llegué a mi casa y aún Beth no me ha llamado, estoy comenzando a preocuparme demasiado, ni un mensaje, ni una llamada, ni una puta señal de vida.

He estado caminando en círculos por toda la sala, Connor despertó cuando volví, ha intentado dormir otra vez pero con mis pasos no puede, eso dice él.

—Demonios Dylan, ¿Puedes sentarte? Estas empezando a marearme—dice Connor molesto.

—No, no puedo hacerlo por que ella no me ha hablado, no puedo relajarme si no me dice cómo está—sigo caminando.

—Dylan, si no te llama es por que todo está bien...

—O por que le pasó algo y no puede comunicarse conmigo—me estoy alterando más.

—¡Entonces ve al maldito hospital!— elevó la voz—solo te digo que te calmes para que descanses un momento, mañana hay que ir al instituto por si lo olvidas.

—Esta bien, pero...

—Dylan, ¿Sabes que? Haz lo que quieras, yo solo trató de ayudarte y tú te niegas, si Beth no te llama ha de ser por alguna razón, tu descansa y ya cuando te llame te preocupas por lo que te diga o te calmas si te dice que está bien, ¿Ok?

—Tienes razón, está bien...—suspiré y me fui a mi habitación.

Connor se fue a otra, esperé a que él cierre la puerta y yo bajé las escaleras lentamente para no hacer ruido. Fui a la cocina, tomé las dos armas que estaban sobre el mesón, y las navajas, asomé mi cabeza para ver si Connor no estaba cerca, al ver que no, salí de la cocina y fui a la puerta principal, con mucho cuidado abrí la puerta, salí y la cerré sin hacer ruido, ahora sí caminaba más tranquilo.

—Esta loco si crees que voy a quedarme de brazos cruzados, sabiendo que Beth me necesita—dije refiriéndome a Connor, aunque claro nadie más que yo me escuchó.

Subí a mi auto y rápidamente lo encendí, ahora me vale lo que diga Connor, comencé a conducir hacia el hospital, el sueño ya se estaba haciendo presente, llegué y fui a administración, pregunté por el papá de Beth pero no me quisieron dar información por que no soy familiar, y aunque les diga que soy su yerno, no quisieron decirme nada, comencé a buscar a Beth por todo el hospital, había un letrero colgando del techo que señalaba hacia la izquierda y decía "sala de emergencias" la busqué por esa sala pero solo vi a Sam, me acerqué a ella corriendo.

—¡Sam!—dije estando ya más cerca de ella, Sam giró su cabeza y me miró—¿Dónde está Beth?

—Hola Dylan, ella...ella está...

—¿Que le pasó?—dios que no haya pasado nada malo.

—Dylan...Beth está...

Narra Tyler.

¡¡¡¿Dónde mierda estoy?!!!—grité llorando—¡¡SAM!!... Sam...—mi voz se fué apagando—Sam te necesito...¿Dónde estás sammie?

Estaba en un lugar desconocido, no había nadie, lo único que me rodeaba era naturaleza, parecía una pradera, desde hace mucho tiempo estoy aquí y con ropa blanca, tengo miedo y no sé cómo ni porqué llegué aquí, no recuerdo nada más que despedirme de Sam cuando iba a salir en el auto, llegar a una esquina por que el auto se había arruinado y en el momento de bajarme para ir a revisar el motor sentir un fuerte golpe, después de eso desperté aquí, no sé qué más pasó, no sé qué mierda es este lugar.

Necesito a Sam, la he visto aquí una vez y por unos cortos segundos, no hablaba, solo me miraba atenta, intentaba abrazarla pero no podía, ella me rechazaba, y lo único que podía hacer era tomar su mano, pero parecía un holograma por que de a poco se fue perdiendo, se iba haciendo menos visible no quería soltarla, pero desapareció.

Quisiera que esto sea un sueño, quiero ver a Sam, abrazarla, besarla, decirle cuánto la amo, si esto es un maldito sueño tengo que despertar, ya son días seguidos que he quedado dormido mientras lloraba, escucho voces, veo algunas personas, creo que son mis amigos, pero solo los veo como destellos, son dos segundos que veo rostros, la persona que más tiempo ha estado aquí ha sido Sam, pero después nadie.

—¡¡QUIERO SALIR DE AQUÍ!!—grité y Sam apareció en mi mente—quiero besarte...quiero decirte te amo...quiero hacerte mía otra vez, jugar con tu cabello, ponerme celoso de los estúpidos que te molestaban en la calle, quiero sonreír como estúpido a mi celular cuando me mandes mensaje...te quiero Sam...te necesito—volví a llorar.

Narra Dylan.

—¡¡Beth!!—grité y las enfermeras me callaron.

Sam me dijo que había entrado a la habitación donde estaba su papá pero cuando toqué la puerta no recibí respuesta, por lo cual abrí la habitación pero no estaba ahí, su papá estaba dormido, le llamé pero no contestó, revisé su última conexión en WhatsApp y hace cinco minutos se había conectado, no contestaba mis mensajes ni mis llamadas, por eso comencé a buscarla, pero tampoco la encuentro, cuando me detuve a descansar un momento escuché su voz.

—Ese es tu número ¿Cierto?—¿A quien pide su número?

—Sí, así es—escucho la voz de un hombre, comencé a enojarme.

Caminé en dirección hacia donde creía que estaba Beth y ese hombre que desconozco, llegué a estar a unos cinco metros de distancia, ella estaba de espaldas y el chico de frente hacia mí, aunque no me tomó atención, es más, creo que ni me vio, por estar viendo a MI NOVIA, me quedé ahí sentado como si no me interesara nada.

—Eres...muy linda sabes...—ese estúpido se acercó a ella y la observó fijamente—quisiera...conocernos más...¿Aceptas tomar un helado conmigo y hablar de nosotros? Quizás...se dé algo mas—le sonrió y yo cerré mis puños mientras los miraba de reojo.

—No lo sé...he tenido unos...problemas, pero eso tampoco es un no, quizás en otro momento—dice Beth y supongo que le sonríe por que el baboso ese le sonríe algo sonrojado, estúpido.

—Con gusto esperaré cuando tu quieras nena— lo voy a golpear, esta vez sí lo hago.

—Ok, bueno...tengo que ir a ver a mi padre...hablaremos ¿Ok?—ella se acerca para darle un beso en la mejilla y él le sonríe, pero antes de que le dé ese beso él la toma del cuello y la besa, ella no hace nada para separarse, y es ahí cuando siento algo en mi interior romperse.

Beth se va en sentido contrario a mí, y el tipo se queda ahí sentado, en la misma sala que yo, justo cuando me iba a levantar para agarrarlo a golpes a ese pedazo de mierda, Beth se da media vuelta como si se hubiese olvidado de algo, pero cuando me vio, quedó paralizada, ahora camina como si viniera hacia mí, cuando estuvo cerca me hizo señas para que la siguiera disimuladamente y así lo hice, ella caminó fuera del hospital, cuando llegamos ahí no aguanté mi enojo y exploté, aunque no quería hacerlo de esa manera contra ella.

—ME VAS A DECIR QUIEN ERA ESE ESTÚPIDO DE MIERDA CON EL QUE ESTABAS HABLANDO AHORA MISMO BETH—dije entre dientes, casi gritando.

—Dylan...puedo explicarlo...

—¡PUES HAZLO AHORA MISMO! ¡¿POR QUE LE PEDISTE SU NÚMERO?! ¿POR QUE BETH?

—Dylan...

—¡¡¿QUE?!! ¿QUE TE HICE PARA QUE ME HAGAS ESTO?...—sentía como mis ojos empezaban a arderme y no era por sueño—yo solo quería estar contigo...quería ver si estabas bien, quería saber si me necesitabas...pero...—la miré a los ojos—veo que no, no sé quién es él...pero quizás a él si lo necesitas y no a mí, lo siento... creí que era lo suficientemente fuerte para ti, creí que podía amarte y que tú me amaras pero...agh—suspiré y unas lágrimas se escaparon de mis ojos—lo siento...

ASESINA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora