capítulo 57: Son demasiados.

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Narra Beth.

Escuché el grito de Dylan llamando a Connor, los dos chicos se desesperaron pero yo más porque quien estaba adentro con Dylan era la perra mal nacida de Michelle, Connor susurró algo y me dejó sentada en una patilla del pequeño jardín que había afuera, caminó un poco lejos junto con Andrew, aproveché su descuido y comencé a correr como pude, ignoré el dolor al escuchar gemidos y avance hacia la habitación donde estaban, al llegar a la puerta vi a Michelle sentada en el regazo de Dlan, él tenía las manos arriba de su cabeza, quedé mirando lo que hacía esa perra.

Empezó a besarle el cuello mientras que Dylan intentaba alejarla pero sólo provocaba que gimiera, no aguanté demasiado y me acerqué a ella, la tomé de los hombros y la aleje bruscamente de Dylan.

-Tiene un sabor delicioso...te lo aseguro-dije cerca de su oído-yo lo pruebo cada noche-sonreí y la empuje lejos.

Me acerqué a ella de forma peligrosa y ella retrocede hasta chocar con la pared, me incline quedando a su altura y observé detenidamente sus ojos.

-Tu...-golpee su mejilla haciendo que se calle.

-Ya me tienes harta, te irás con ese estúpido llamado Spencer-me levanté y saqué lo que tenía en mi bolsillo.

Era una jeringa, ella me miró asustada, puse la aguja y me acerqué a ella otra vez, gritó asustada e intentó alejarse pero yo ya había clavado la aguja en su cuello.

-¿Qué....?-intentó hablar pero el ácido nítrico ya estaba haciendo efecto.

La sangre comenzó a brotar por sus ojos, se quejaba de dolor y yo sonreía con satisfacción, por sus oídos también sangraban y parecía que latía, Michelle ya no se quejaba, ahora gritaba, comenzó a desesperarse por que no podía respirar, cayó al suelo y quedó inmóvil, la sangre salía sin parar de sus oídos.

-Adiós-dije sonriendo.

Di media vuelta y estaba Dylan mirando asustado el cadáver en el suelo.

-Tú...-no salió ninguna otra palabra más de su boca.

-Tranquilo...espera que encuentre la llave y...-busqué en los bolsillo de Michelle y por suerte estaba en el primer bolsillo al que metí mi mano-aquí está-sonreí.

Por alguna razón que "desconozco" estaba contenta, le quité las esposas a Dylan y se levantó del suelo, a mi me costaba caminar un poco por el dolor de la herida que tenía, escuchamos pasos acercándose, eran los chicos pero caminaban con cuidado de no hacer ruido.

-Hay autos rodeando la casa-susurra Connor.

-¿Qué? ¿Cuántos más o menos?-pregunté molesta.

-Son como cinco camionetas...o más...¿Qué haremos?

-Matarlos....uno a uno-solté un suspiro.

Comenzamos a organizarnos para poder matar a todos los hombres de afuera, a los pocos minutos escuchamos como pateaban la puerta, le indiqué a los chicos de que había una puerta que daba a un patio de atrás, salimos por ahí y nos ocultando detrás de una pared.

-Son demasiados...¿Qué haremos?-pregunta Andrew.

-Matenlos, a todos, no quiero a nadie con vida-dije dispuesta a salir del escondite pero Dylan tomó mi brazo.

-Estas herida, no puedes...Mejor dicho, no debes matar gente estando herida.

-Y tu no puedes...o mejor dicho, no debes morir, y mientras yo pueda salvarte lo haré-cargué el arma que tenía y apunté a mi primera víctima.

Todos hicieron lo mismo y comenzamos a disparar, creando así, una balacera.

Narra Sam.

-Tyler...por favor...soy tu novia-insisto llorando.

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