Capítulo 3

6K 437 50
                                    

Se acercó rápidamente hasta el cuerpo que se encontraba en el suelo de grava rodeado de basura, su cuerpo estaba completamente vestido, pero tenía heridas que comenzaron a hacerse más notorias cuando se acercaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se acercó rápidamente hasta el cuerpo que se encontraba en el suelo de grava rodeado de basura, su cuerpo estaba completamente vestido, pero tenía heridas que comenzaron a hacerse más notorias cuando se acercaba.

—¿Te encuentras bien? —musita mientras se acerca lentamente.

Se remueve incómodo hasta que la ve.

¡Mierda!

¡Tiene los ojos más hermosos que jamás ha visto en su vida!

—A-ayuda.. —jadea mientras la mira a los ojos.

¡Qué fuerte!

Se acercó poco a poco hasta estar enfrente de él, se agachó hasta estar a su altura.

—¡Mierda! —suelta rápidamente apreciando mucho mejor las heridas que presenta.

—¿Tienes identificación?.

Este la mira como si le hubiera hablado en chino, además de que se ha desmayado.

¡Doble mierda!

Toma un brazo y lo pasa por encima de sus hombros, ayuda a pararlo, hasta que comienza la primer tormenta que predecía tanto el cielo hoy a la mañana.

—¡Gracias Dios!— grita con fingida emoción, se encamina hasta llegar a unas cuadras antes de su residencia.

Debe de admitir que tiene bellos ojos, pero no es su tipo.

Camina y camina mientras personas pasan y no hay ninguna que la ayude.

¡Buenísima ciudad a la que se vino a vivir!

Llega hasta la puerta principal de su residencia, entra como hace todos los días, solamente que tiene un acompañante.

—¡Rocco! —chilla emocionada al ver a su pequeño labrador Golden.

El sujeto que tiene encima se remueve y queja cada vez que se mueven.

—Tranquilo.

Lo deja en el sofá cama de su sala.

Va hasta el baño y toma su botiquín, revisa que esté todo completo, cuando confirma que está completo va y acomoda todo para curarlo.

Sus rasgos son muy marcados, una quijada angulosa y unas cejas muy pobladas, un cabello negro azabache y un cuerpo digno de admirar.

¡Este hombre debería de ser modelo!

Aparta su vista de su cuerpo y comienza con su revisión rutinaria que hace muchas veces en el hospital con una emergencia.
Toma una tijera y corta toda la camiseta, descubre así un torso bien marcado sin rasguños, solo una herida debajo de uno de sus omóplatos, el izquierdo, procede a acercarse a ver más de cerca para comprobar que la herida no sea de bala, pero al seguir acercándose la herida de su omóplato se cierra por completo y desde ahí todo fue negro.

Lo único que recordaba era esa marca de pinchazos por toda la zona de su brazo como si estuvieran buscando sus venas.

Despierta al percibir en su mejilla derecha algo muy alchonado y calentito. Cierra sus ojos y suspira para volver a cerrarlos.

¡Esperen!

¿Qué pasó ayer?

—¡¿Quién eres?! —gritó apenas lo vió viéndola.

Esos ojos y todo el era impresionante y más la forma de mirar.

—Chica.

Habla con un tono muy distinto, tampoco pareciera que viviera por este vecindario, su ropa marca "Kevingston" y "Lacoste" gritaba en las etiquetas de su ropa.

Observó su rostro detenidamente buscando alguna señal de drogas, pupilas dilatadas o algo que diga que estuviera por vomitar.

Algo muy malo en ella, no se fijaba tanto en los pacientes de la clínica, solo hacía lo que le decían y listo.

—¿Perdón?.

Este la mira como si le hubiera hablado en otro idioma.

—¿Cómo te llamas?.

Cuestiona y este niega con la cabeza, al parecer tenía entre sus manos un raro complejo de ¿Tarzán?.

—Yo soy Natasha —toca su pecho —.Y en una hora tengo que estar en el hospital.

Sonrió y eso la mató

—Ten — le pasa una libreta y un boli—. Escribe tu nombre.

El comienza a trazar unas líneas finas en esa hoja hasta escribir algo que la dejó sin aliento.

El comienza a trazar unas líneas finas en esa hoja hasta escribir algo que la dejó sin aliento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amor Salvaje©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora