Capítulo 7

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Su fuerte mano la llevaba hasta un callejón

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Su fuerte mano la llevaba hasta un callejón.

—¡Suéltame! — gritó Natasha asustada mientras trataba de safarse de su agarre.

El hombre que ella creía conocer no la soltó, al contrario tomó su mano con más fuerza.
Un Audi A3 color negro mate los recibió dentro del callejón, abrió la puerta del conductor y la sentó rápidamente, con las quejas continuas de Natasha y sus gritos de que la iban a matar hacía que no la soportara.

—Cállate — le espetó de mala gana.

—¡Qué mierda!, sí me vas a matar, maldito infeliz — gritó mientras se removía cual pez fuera del agua.

—No pienso en matarte, solo quiero ayudarte — confesó mientras se acomodaba en el asiento para prender el motor.

—¡Matándome!— gritó más fuerte Natasha.

—Si no te callas realmente lo haré, además nadie te escucha en este callejón.

—¿Por qué? — preguntó más calmada pero un tanto ansiosa.

—¿No hueles eso?.

—¿El qué?.

—El olor a azufre en el aire, desde hace unas horas empezó a salir a cantidades grandísimas de ese zoológico — señaló enfrente de ellos mostrando el mismo zoológico que ella había ido con Penélope.

—¿Entonces? — cuestionó haciéndose la tonta esperando por su respuesta.

—El olor a azufre, tu ropa, tu rostro, nada concuerda, además las mujeres no usan pantalones y tú los estás usando — señaló los pantalones de gabardina negra que usaba Natasha a juego con su saco negro tres cuartos, camiseta gris y tenis blancos, no había llegado a ponerse sus botas por salir apurada en busca de respuestas.

—Entonces eso significa que no pego en nada con este lugar — susurró.

—No te preocupes, ya te acostumbrarás mientras no levantes sospechas y él no se entere todo estará bien.

—¿Él? — cuestionó con su curiosidad haciendo mella.

—El presidente, César Augusto controla todo lo que hacen sus ciudadanos, todos debemos cumplir las leyes a raja tabla, pero como son sus leyes una mierda no las sigo.

—Entonces yo tampoco las seguiré.

Y con eso el ambiente se relajó, puso el auto en movimiento haciendo que Natasha sintiera bastante ansiedad.

—Te llevaré a un lugar en donde podrás encontrar respuestas.

Eso había tomado por sorpresa a Natasha, haciendo cuestionarse si estaba del todo bien que ella estuviera en ese auto con ese desconocido, que en apariencia física era igual a ese chico que había tenido en su casa.

Amor Salvaje©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora