Capítulo 3.

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Una vez más comencé a llorar ya en el patio de mi escuela, mis amigos salieron del salón de clase y caminaron lentamente hacía donde estaba yo cabizbajos.

- Nose quien es, nose nada de él, p-pero el sabe todo de mi.

Dije llorando mirando un punto fijo en el suelo observando como mis gotas de lágrimas cubiertas de tristeza chocaban y se esparcían en el suelo, mis ojos se cerraban para impedir aquel acto pero provocaba que más gotas cayeran, mis manos estaban juntas y temblando, me levanté de repente y con mi manga en la muñeca seque mis lágrimas y miré a mis amigos, llevé mis manos a la parte de mi espalda y tomé mi gorro del poleron y lo puse en mi cabeza cubriendo e impidiendo la vista hacía mis ojos hinchados y rojos, llevé mis manos a mis bolsillos del poleron y caminé por entremedio de ellos que estaban preocupados, sentidos y sobre todo asustados.

- Nose quien es, pero lo voy a averiguar... Y cuando lo haga, le haré lo mismo que le hizo a mi padre.

Ellos se miraron mutuamente y luego cada uno tomó mi brazo negando, yo tiré fuertemente de ambos brazos soltandome de sus agarres, con mi mirada ahora más siniestra los miré.

- No les pedí su ayuda.

Dije en seco y me dí medía vuelta para comenzar a caminar en dirección hacía el salón.

- No la pediste, pero cuenta con mi ayuda.

Escuché la voz de Evan y sonreí de lado para luego voltearme y lanzarme a sus brazos, lo abracé con muchas fuerzas agarrando su poleron, luego siento un cuerpo detrás mío abrazandome igual de fuerte como yo abrazaba a Evan.

- No es que esté celoso ni nada, pero Sthepen es mío y también lo voy a ayudar.

Sonreí ampliamente y me volteé mirando a Scott, abracé a ambos con la misma fuerza, por última vez sonreí por que luego de eso el teléfono sonó y Evan, quien tenía mi celular lo puso en el centro de nosotros y los tres quedamos mirando a aquella pantalla, era un nuevo mensaje de "Él Diablo".

- "Que lindos se ven los tres abrazaditos, está fotografía la guardaré para otro momento"

Nos miramos unos a los otros y tengo que admitir que me había provocado calosfrios el que él estuviera cerca, tanto que pudo sacarnos una fotografía, al parecer era un buen acosador, pero cada asesino, violador o acosador cómete un error y yo iba a estar igual de pendiente de ese momento, arrebate el celular de las manos de Evan y contesté.

- ¿Es por eso que te llamas así?

Escribí viendo un "Escribiendo... " de vuelta que me hizo apretar mis dientes, luego el sonido que mensionaba que él mensaje había llegado sonó los tres lo vimos.

- "No, lo de la mañana fue una sorpresa, mi apodo luego lo entenderás, solo, solo se paciente hermoso"

No sabía como él lograba poner mis pelos de punta ya que, sabía como me llamaba, donde estudiaba, donde vivía, pero, ¿como él sabía eso de mí?, tenía que descubrir eso para luego hacer lo mismo con él aunque un "Escribiendo..." o un "Desconocido" no ayudaba de mucho, necesitaba obtener más pistas de él pero no sabía como, Scott sonrió de repente y tomó mi mano, yo por reflejo y costumbre tomé la mano de Evan y salimos corriendo detrás de Mark, no sabíamos a donde ibamos pero seguro que me iba a ayudar, cuando llegamos al lugar pongo mis manos en mis rodillas agitado, levanté mi cabeza haciendo una mueca con mi cabeza ladeandola un poco hacía un lado desentendiendo.

- Quiero que mantengan esto en secreto y que no le critiquen.

Miré a Evan como si nos estuviéramos comunicando con la mente, cosa que no era así, esté alzó sus hombros y yo infle mis mejillas y suspire para enderezarme y acercarme a donde estaba Scott, miré todo el lugar y el abrió una reja que por cierto estaba en muy mal estado, nos hizo entrar y luego de mirar para todos lados cerró aquella reja, el camino era un poco estrecho por lo cual tuvimos que pasar uno por uno, el último de nosotros fue Evan, este llegó a mi lado asustado ya que había visto una araña gigante supuestamente, apostaría todo mi dinero a que esa araña era más pequeña que una hormiga, seguimos caminando ahora por un camino más ancho, este camino nos llevó hacía un pequeño cobertizo, tuvimos que ayudarle a abrir la puerta y cuando lo hicimos mucho polvo cayó en nuestras cabezas y además unas cuantas arañas se colgaron lo que provocó que Evan saltará y gritará como una niña por todo el cobertizo, Scott mientras buscaba el interrumptor de la luz yo estaba tratando de adivinar que era, me lo imaginaba como un cuarto secreto de esos de las películas, al parecer todo lo que me estaba pasando era como una película, cuando se encendió la luz estaba todo en el mismo estado que la reja del principio, había un pequeño mesón de madera en el centro, miré a Scott para luego reír levemente.

- ¿Este es tú gran secreto?

Este río sarcásticamente y se sentó en una banca que también era de madera, Evan siguió a Scott y luego yo también me senté, entrelace mis manos y las puse sobre la mesa para luego alzar una ceja mirando a los chicos.

- Sthepen vamos a ayudarte pero... Si ese loco mató a tú papá ¿quien nos asegura que nosotros no corremos la misma suerte?

- Opino lo mismo que Scott, Sthepen, estamos jugando con fuego y nos podemos quemar.

- Evan, no estamos jugando con fuego, Estamos jugando con Él Diablo en persona.

Esas palabras provocaron un escalofrío en Evan por lo que se noto cuando se estremeció, mis manos se separaron y mi mirada cambió de una seria a una desafiante.

- Tienen razón, pero nosotros tenemos que ser más inteligentes y ganar este juego.

- Una pregunta ¿Como le puedes ganar a una persona que nisiquiera sabes como se llama? Sthepen, estas en una batalla con prácticamente un fantasma.

Nuevamente tenían razón y eso me estaba enojando un poco, estaba entre la espada y la pared, él tenía una gran ventaja en mi, pero no iba a dejar que esto quedará así, iba a hacer todo lo posible para averiguar quién era ese bastardo y hacerle lo mismo que le hizo a mi padre.

Él DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora