No podía creer lo que mis ojos veían, era la casa de mi amigo, del asesino de mi padre, hermana, amigos, me levanté y salí corriendo, Matt venía detrás mío y lo detuve, uno por que aún no se vestía y dos por que no quería perder a otra persona importante para mí, salí corriendo de la casa en dirección a la de Scott, todo se puso oscuro por el humo del fuego, todo también estaba mucho más lento, quizá un efecto del trauma y miedo pero las hojas de los árboles caían lentamente, el viento se sentía pesado en mi rostro y cuerpo, cuando llegué a la casa de Scott, o lo que quedaba de está, tapé mi boca al ver el cuerpo de Scott colgado en la ventana, estaba amarrado con sábanas alrededor de su cuello, su cuerpo estaba completamente quemado, parecía suicidio.
Horas después llegó emergencias y se llevaron a Scott, la casa se estaba apagando con ayuda de los vecinos y además de los de emergencia, cuando las llamas terminaron pedí entrar a la casa, cosa que se me negó por miles motivos eso me llevó a entrar por otro lado, Scott cuando pequeños nos mostró una entrada y salida que nadie conocía, ni su familia, fuí a aquel lugar que estaba al otro lado del generador de energía de su casa, pasé por los pasillos de este escondite hasta llegar a la casa, esta estaba cayéndose por pedazos, esos trozos de madera quemada, esas cenizas en el suelo, en las paredes, caminaba por entre los trozos de madera y de escombros hasta llegar a la habitación de Scott, al entrar observé que la habitación estaba más afectada que el resto de la casa, su cama desordenada, sus muebles despedazados y quemados, las paredes llenas de agujeros, con la mano en mi boca me acerqué a todo, abrí los cajones y comencé a revisar todo, nada había, era sorprendente, sus cajones estaban completamente vacíos, me giré para irme de ese lugar y ví en un rincón un destello, a mi mente se vino el recuerdo de la medalla, corrí hacía ese destello y este eran unas llaves, las tomé y escuché un ruído, estaban abriendo la puerta de la casa para entrar y debía salir de ahí cuanto antes, corrí hacía la salida secreta hasta atravesar los pasillos, cuando salí de estos me tropecé y caí al suelo justo en la entrada, levanté mi cabeza agitado y observé una pequeña flecha dibujada en la tierra, miré hacía aquella dirección y esta apuntaba al colegio, ya era de noche, estaba todo oscuro, apreté mis puños y con esto tierra y golpeé el suelo para levantarme rápido y salir corriendo hacía el colegio, corría rápidamente sintiendo rencor en mí, mis ojos cambiaban de color hasta llegar a ese color rojizo fuerte, mis dientes estaban apegados, mis ojos mirando un punto fijo y mis manos moviéndose hacía adelante y atrás para correr más rápido, apenas llegué al colegio pateé el portón con fuerza provocando que este caiga al suelo, respiraba agitado pero eso no me impidió seguir corriendo hasta llegar a la sala secreta de Scott, con las llaves abrí la puerta de esa y entré, comencé a revisar todo, sacaba y desordenaba los cajones de ese lugar, botaba los muebles y golpeaba la mesa con fuerza al no encontrar nada, mis manos estaban rojas y recordé el interruptor del cobertizo, moví este hacía adelante y prendió la luz luego lo moví hacía atrás y la mesa que estaba en el centro bajaba.- ¡Bingo!
Me acerqué a aquel lugar para ver que tan profundo era, tomé una piedra y la lancé, esta se demoró unos minutos en sonar por que lo supuse que no estaba tan profundo y me lancé, iba cayendo observando todo el alrededor hasta caer al suelo.
- Mierda.
Dije cuando sentí aquel dolor en mi pierna, me acaricié la planta del pié y me levanté, ví un pasillo como el de las películas.
- A esto me refería Scott... No eras tan idiota como pensaba.
No sabía como pero no podía creer que Scott sea Él Diblo y quería comprobarlo, caminé por el pasillo hasta llegar a una puerta, miré las llaves nuevamente y había otra que estaba un poco doblada, con mi fuerza la puse en su estado normal y abrí la puerta, mis ojos se abrieron, las llaves al sacarlas de inmediato cayeron, de mi ojo una lágrima salía y caía al suelo lentamente, la habitación estaba llena de fotografías, la fotografía de mi padre hecho pedazos, mi hermana muerta en la cueva, Evan muerto en mis brazos y Max muerto en el suelo, la medalla estaba colgando en una esquina de una pizarra, esta se movía como un péndulo lentamente.
- Te hubieras quedado con que Scott era Él Diablo... Me hubieras ahorrado lo que haré ahora.
Esa voz era familiar, la verdad bastante familiar, me giré y lo ví, no podía creer lo que veía.
- ¿Q-Qué?... ¿Tú?
- Si... Yo soy Él Diablo original.
Sus ojos rojos me lo comprobaban y también su rapidez al acercarse y golpearme en la cabeza con un fierro, tomó mis piés y me arrastró hasta un cuarto, era él fin.
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Él Diablo
Horror- Hola, ¿Cómo te llamas?. Aceptar - Rechazar "Usted aceptó el mensaje" - ¿Hola?, ¿Le conozco?. - No pero lo harás muy pronto. - Emm B-Bueno.. Esto da un poco de miedo. - No te preocupes hermoso. - N-No me llame así. ...