Capítulo 5.

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Pov's: Caín

Estaba en camino hacía mi casa después de una jornada escolar agotadora, caminaba casí arrastrando mis pies por el suelo con mis manos en los bolsillos, solo me imaginaba el placer de acostarme encima de la cama y descansar hasta tarde, al llegar a mi casa saqué mis llaves para abrir la puerta, pero está ya estaba abierta, miré para todos lados un poco asustado y luego entré, la casa estaba ordenada y nada faltaba en esta así que con tranquilidad fuí hacía la cocina ya que tenía un poco de hambre por que la comida que daban en mi colegio no era muy buena.
Luego de comerme un sándwich con un vaso de jugo subí hasta mi habitación, al llegar a está lancé la mochila lejos y me tiré encima de la cama, tal como lo había imaginado antes, cerré mis ojos y por el cansancio me dormí, estuve dormido apróximadamente como unas cinco horas cuando un ruido me despertó, sonó un portazo, como si alguien hubiera estado enojado y la cerró de tal manera alejándose, me asomé por la ventana y ví a un hombre alto, musculoso, más fuerte que yo obviamente, cuando se volteó cerré de inmediato la cortina y mi respiración comenzó a agitarse, corrí hasta la puerta y al hombre que antes había visto estaba subiendo rápido las escaleras, traté de cerrar la puerta pero el era más fuerte que yo, su mano se coló por la puerta y yo la mordí, su gritó de dolor hizó que en mi más miedo sintiera, cerré la puerta y con unas sábanas traté de bajar por la ventana, amaré estás firmemente mientras sentía cada patada furiosa de aquel hombre, cada patada que me hacía sentir aún más miedo y provocar en mi uno que otro salto involuntario, tenía ganas de llorar, necesitaba a mis padres en ese entonces, cuando lancé las sábanas por la ventana las patadas y cualquier ruido externo de callaron, trataba de controlar mi respiración creyendo que todo ya había acabado, pero esto no era cierto ya que de un abrir y cerrar de ojos la puerta se vió en el piso y su fuerte mano en mi cuello privando mi respiración, cerré mis ojos con fuerza mientras trataba de quitar su mano de mi cuello, su fuerza era mucha por lo que fácilmente me levantó y me apoyó en la ventana, con una sonrisa malvada me lanzó por esta haciendo que mi cuerpo caiga al suelo y todo mis huesos suenen, un grito de dolor se hizo presente en todo el sector al ver como mi "Peroné" estaba sobresalido.

Pov's Sthepen

Luego de aquella anécdota miré su pierna la cual parecía normal, una ceja se alzó y guardé mi arma, miré todo su cuerpo observando cada parte de aquel y no, no se parecía en nada a la figura de aquel hombre que mató a mi padre, respiré pesado y sople inflando nuevamente mis mejillas mirando hacía el cielo y tirando mi cabello hacía atrás y adelante.

- Ese maldito mató a mi padre.

Dije en un tono ronco dejando ver lo furioso que estaba, al acordarme de aquello gruñi y luego me dejé caer de rodillas al suelo tapando aún mi rostro ya que unas pequeñas lágrimas comenzaban a salir.

- Quiero ayudarte

Mis ojos un poco aguados lo miraron y el se encontraba con una sonrisa, estiró su mano y la tomé para levantarme, tragué duro y respiré ondo para tratar de controlarme.

- ¿E-Enserio?

- Claro, no quiero que más personas pasen el dolor que hemos pasado, el accidente de mi pierna me hizo la vida miserable, no podía salir a ningún lado sin que se burlaran de mi o mi pierna fracasará y no pudiera avanzar más.

- Tienes razón, entonces...

Me silencie un poco al ver detrás de él a un hombre idéntico al que ví la otra noche en mi ventana, apreté la mano de Caín y el me miro preocupado, se volteó lentamente y se acercó a mi cuerpo al verlo, Evan se quedó mirándonos y el hombre aquel comenzó a correr, Caín, Evan y yo salimos detrás de él con velocidad, mientras corría comenzaba a tirar carros al piso o a pasar por entremedio de la gente para que perdiéramos su rastro pero aún así estaba cerca de él.
De un momento a otro este desapareció en un callejón al que entré para buscarlo, caminaba a pasó lento observando cada rincón cada pared oscura de aquel lugar que provocaba en mi terror y además inseguridad de seguir con ello, llegué hasta aquel final más oscuro, golpeé esté enojado y me volteé, no alcancé a reaccionar siquiera a defenderme solo sentí el golpe fuerte con una piedra lo que hizo que mis ojos se cerrarán de inmediato dejando caer mi cuerpo inútilmente indefenso al suelo, había perdido la noción del tiempo, del lugar y sobre todo de la gente.
Cuando me desperté estaba en un lugar mucho más oscuro que antes de desmayarme, me levanté lentamente y llevé mi mano hasta mi cabeza, cuando la devolví a mi vista esta estaba llena de sangre, frunci un poco el ceño por el dolor y traté de recuperar la noción del lugar para por lo menos saber donde estaba, caminé lentamente cuando caí nuevamente, miré mis piernas y la derecha estaba atada con una cadena y candado super gruesos, traté de tirarlos con fuerza pero el dolor de mi cabeza era mayor.

- A-Ayuda... ¡A-Ayuda!

Grité constantemente pero nada, de pronto escuché unos pasos hacía mi.

- Ayúdame, A-Ayuda por favor...

Decía débilmente mientras me giraba en el suelo para ver quien era pero solo logré ver un zapato negro en punta cerca de mi rostro, mi cabeza y su dolor no me permitía ver más arriba así que me agarré de esta pierna débilmente.

- Ayúdame por favor... N-No sé donde estoy.

- Mmm... Solo diré que este será el único lugar que vas a conocer de hoy en adelante.

Un escalofrío se hizo presente en mi cuerpo ya que esa voz se me había hecho familiar, levanté de inmediato la cabeza pero un poco lento, cuando estaba casí llegando a ver su rostro la punta de su zapato llegó a mi rostro haciendo sangrar mi labio.

- E-Eres... Eres Él Diablo, ¿no?

- Por eso es que te elegí... Por ser un chico inteligente.

- ¿Elegir?

- Hermoso, esto recién comienza.

Una risa malvada se hizo presente en el lugar y su cuerpo se alejó, traté de soltarme nuevamente pero fue en vano, una pregunta circulaba y circulaba en mi cabeza, ¿elegido? ¿será que yo y Caín no fuimos los únicos que pasaron esto? ¿que les habrá pasado a esos chicos? ¿donde estarán?. Me sentí débil nuevamente y mi cabeza liberaba y liberaba sangre en poca cantidad pero necesaria para mi rehabilitación, mis ojos se fueron cerrando poco a poco cuando observé nuevamente una silueta de hombre, este era más bajo que el anterior, se acercó a mi rostro y tomó mi mentón y lo lanzó lejos.

- Es la hora de mi venganza.

Él DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora