En la mañana, al despertar, sintió como una gran felicidad invadía su cuerpo con tan solo recordar que día era hoy, era muy especial y por lo tanto él quería hacer algo especial para su amado Yuuri quien dormía plácidamente aferrado a él mientras la lechosa pierna de su amado esposo abrazaba su cadera, dándole la gran oportunidad de ver una hermoso imagen la cual recordaría por el resto de su vida. La respiración de Yuuri era lenta y tranquila, estaba tan relajado a tal punto que se podía apreciar como un hilo de saliva salía de sus labios entre abierto, eso, le parecía totalmente tierno aunque su esposo dijera lo contrario, no le molestaba que su cama se llenara del ADN de su pareja después de todo aquel gran colchón había experimentado más situaciones. Sin despertar a su amado, se levantó de su cama de la forma mas silenciosa y suave posible para que no se diera cuenta, quería darle una sorpresa, deseaba que Yuuri descansara. Miro de arriba a abajo el cuerpo de su amado para luego morderse su labio inferior como forma de autocontrol, Yuuri se miraba totalmente tentador como el cuerpo de su esposo se encontraba acostado en una posición comprometedora donde podía ver como la cobija blanca se amoldaba perfectamente con las curvas de Yuuri, tuvo que exhalar e inhalar aire varias veces para poder controlar sus instintos primitivos para lanzarse a el para atacar. Se puso su vestimenta habitual y salió de su habitación de forma sigilosa, sin antes dejar una nota en la mesa de noche del lado donde dormía Yurri alado de una lámpara de cristal. Tenía muchas cosas que hacer para ese día tan especial y, se aseguraría de que su esposo aún en su ausencia sintiera todo el amor que sentía por él, dicho amor que juraba a los cielos que podía llegar al otro lado del continente y si era posible hasta "Lucero de la tarde".Antes de empezar su rutina como príncipe, le pidió a los cocineros que hicieran un desayuno especial para su hermoso omega, algo que pudiera ayudarlo, después de todo, la dieta que los padres de su pareja le habían obligado a seguir al pie de la letra era algo erróneo para su salud, ahora tenía sentido el porqué su amado enfermaba mucho en su tierra natal. Odiaba a los padres de Yuuri, sino hubiera sido por su amado estaba seguro que aquellos viejos estarían muertos.
Agradeció a los cocineros por aceptar su petición y les indicó que dejarán una carta alado de su desayuno junto a algunos chocolates. Dicho eso se retiró de la cocina para empezar sus deberes como príncipe real.
Yuuri empezó a abrir sus ojos miel cuando el sol empezó a filtrarse por las cortinas de la habitación. Miro de forma desorientada el lugar de la cama donde dormía Viktor y sin poder evitarlo paso sus dedos de forma lenta aquel lugar frío dándole a entender que su esposo se había retirado de su habitación desde hace ya varias horas. No pudo evitar sentirse triste pero estaba consciente que ahora su pareja tenía muchas responsabilidades después de todo estaba siendo preparado para ser un buen rey. Se sentó de forma lenta sobre la cama para poder estirarse y limpiar el hilo de saliva que su boca había dejado salir, y quitar aquella sueño que aún le atormentaba a pesar de que había dormido varias horas, una vez que su pereza se había removido un poco, se sentó en la orilla de la cama para poder levantarse e ir al baño para hacer sus necesidades fisiológicas, limpiar su rostro y cepillar sus dientes antes de ponerse ropa adecuada para salir de aquella habitación. Cuando salió del baño, pudo observar en su mesa de noche una nota con la letra de su esposo y sin pensarlo dos veces corrió hasta ella para poder leerla.
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Mi Querida Rosa
FanfictionUna tradición, una mirada y un ramo de rosas marcará el destino de aquellos omegas de sangre pura , uno que nunca podrá ser escrito por ellos sino por su alma destinada, su alfa de sangre real y así poder salvar el honor de quienes nunca lo amaron...