Capítulo 3

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Yoongi deseaba con toda su alma que el vuelo terminase lo antes posible, quería dormir, se sentía cansado; observo a su alrededor encontrándose con que la mayoría de pasajeros se hallaban ya en el mundo de Morfeo. Su vista volvió nuevamente al chico a su lado, Jimin se encontraba recostado contra el sillón, al parecer cuando el sueño le llegaba, este no le avisaba porque su puesto seguía tan rígido como siempre, se notaba incómodo y eso estaba martirizando al pálido chico, mordió su labio ante la idea que le llegaba, respiro hondo y se acercó al rubio moviendo su mano frente a sus ojos para asegurarse de que si estuviese profundo, cuando noto que era así, tomo la cabeza de Jimin para posicionarla en sus hombro, cuando este se quejó y sintió que podría despertar le acaricio las rubias y sedosa hebras.

— shhh, shhh—. Arrullo delicadamente tratando de evitar que Jimin despertase.

Cuando la voz de la azafata invadió su mente, Jimin abrió sus ojos, se vio sobre el hombro de su ahora esposo y sus mejillas rápidamente se tiñeron de rojo, aunque todo murió cuando Yoongi despertó y simplemente lo alejo bruscamente; se levantó molesto y él solo se encogió en su asiento sintiendo demasiada vergüenza por molestarlo.

— Lo siento—. Hizo una pequeña venia aun sentado para luego esconder su rostro acalorado entre sus manos abriendo un poco sus dedos para observar a Yoongi quien lo miraba serio.

— Camina—. Le ordeno y Jimin se levantó rápidamente para seguirlo—.

Decir que el pequeño rubio estaba feliz era poco, nunca antes había estado en Hawái y vaya que pasar su "luna de miel" allí le hacía ilusión, sus madres habían planeado todo y es que aunque sabían que el mayor parecía recio a tener sentimiento por Jimin, pensaban que no tardarían en suceder.

— ¡Oh, hyung! —. Chillo emocionado.

— ¡Mire, mire! —. Decía dando pequeños saltitos por todo el lugar. El hotel en el que se hospedarían era el mejor de todo el lugar y el pequeño Jimin estaba fascinado con todo.

— ¡Hyuuuung! —. Sacudió a Yoongi suavemente quien se encontraba contando hasta 10 para no perder la poca paciencia que aún tenía. — Hyung, son de colores, mire son de colores— Yoongi observo que era lo que tenía tan alegre a Jimin encontrándole con un coctel en sus manos.

— ¿De dónde sacaste eso? —. Pregunto mientras observaba molesto.

—El amable señor me ofreció uno—. Dijo Jimin señalando a un hombre con charolas en toda la entrada, Jimin bebió ahora su bebida para luego hacer una mala cara.

—Tiene alcohol—. Susurro tomando un poco más. — Mi madre se enojaría mucho, pero no está acá y hyung no le dirá nada—. Jimin levanto su regordete índice para posarlos en sus labios aun mojado de la bebida, Yoongi lamió un poco los suyos como un auto reflejo.

Decidió caminar, pero cuando no sintió los muy delicados paso de Jimin tras de él se giró para buscarle, no lo vio y se alarmo un poco hasta que noto a Jimin llegar con dos bebidas en su mano, le entrego una de esas muy sonriente y continuo absorbiendo el popote de una manera a que a Min le resulto sensual, aunque Jimin solo bebía de esta como cualquier persona.

— No te distraigas—. Dijo Yoongi, pero nuevamente se giró para verle y no lo encontró, rodó los ojos, molesto por el comportamiento del chico, lo vio a lo lejos sonriéndole a un hombre alto y rubio. — Un alfa americano—. Gruño cruzándose de brazos.

— ¡Hyung, hyung! — Jimin volvió sonriendo alegremente batiendo 5 rosa blancas. — El hombre de allá me las regalo, ¿no es genial?— dijo señalando aquel alfa, Yoongi gruño molesto asustando un poco al rubio, tomo la rosas lanzándola al suelo, para luego levantar la mano de Jimin en dirección de aquel alto y apuesto hombre encargándose de que con el acto pudiese mostrarle el aniño de su alianza.

A boy? ((OMEGAVERSE )) YOONMIN (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora