Algo que odiaba Jimin era la lluvia, aunque no le molestaba en sí que lloviese, más que nada era el hecho de que a la madre naturaleza le gustase llorar de noche; los truenos le eran realmente molestos. El pequeño rubio se encontraba escondido entre sus sabanas quejándose cada vez que algún resplandor iluminaba su habitación y un fuerte sonido le secundaba. Se levantó de su cama tratando de tranquilizarse, bajo a la cocina, pues Yoongi seguía en el estudio, no había subido a descansar y eso le preocupaba. Iban a ser ya las 2 de la mañana y su esposo no había salido ni una vez de aquella habitación, Jimin no comprendía pues la noche era sagrada para el alfa, dormir era indispensable para este.
Una vez dentro de la cocina se preparó un té y decidió hacerle un café a su alfa, cuando la cafetera termino su misión, tomo una taza y se aproximó al estudio, intentó tocar, pero observo como la puerta se encontraba medio abierta y dos voces salían de allí, con uno de sus ojos intento ver, pues su curiosidad fue más grande que él.
— Realmente no te comprendo—. Escucho una voz demasiado nueva para él.
— No debes comprender nada—. Escucho hablar ahora a Yoongi.
— ¿De qué hablas? ¿Quieres me quede sin hacer nada? Estábamos cerca de saber quién era—. Aquella persona se escuchaba tan molesta y decepcionada al mismo tiempo.
— Han pasado muchos años, 4 para ser exactos, ya no requiero tus servicios—.
— Siempre tan cobarde, soy tu mejor amigo, ¿me despides también de ello? —.
— Retírate por favor y deja de ser tan dramático que no he dicho eso—.
Escuchó la risa de aquella gruesa voz, era nueva para sus oídos, por lo que con la curiosidad a flor de piel observo más atento encontrándose con una fuerte espalda y una cabellera roja que no le aclaraba nada. — No te mereces a ese chico—.
— ¿Crees que no se eso? Por favor lárgate, no deseo tener esta conversación, siempre es lo mismo, terminamos discutiendo. Me recuerdas la vida de mierda que cargo y finges que nada ha pasado. Hoy he tenido demasiado de este tema—.
— Min Yoongi eres patético... no puedo con esto, no puedo dejar que te rindas, sé que quizás mis palabras no son las más adecuadas, pero venga, por eso somos amigos, es que ¡Mierda! ¡Deja de ser un cobarde! —.
— Puedo dar esa idea, pero te juro que lo prefiero, prefiero ser un cobarde a perderlo—.
— Eres tan incoherente, no quieres perderlo, pero dime, ¿no es eso lo que estás haciendo? —.
— Sabes muy bien a que me refiero—.
— Min, piénsalo, necesitas mi ayuda. Reconsidéralo no tires tu felicidad y la de ese pobre chico, así como si nada—.
— Pasare tu ultimo cheque a más tardar mañana, ahora, por favor, ten la amabilidad de salir—.
— Bien, no insistiré... por ahora ¿Vamos a jugar bolos mañana? —.
— Claro, ahora largo—.
Cuando Jimin sintió los pasos acercarse corrió de nuevo a la cocina, dejando caer un poco de café en la alfombra. Una vez que sintió la puerta de la casa siendo cerrada, subió nuevamente a su cuarto. Las dudas nadaban libremente y la lluvia no ayudaba en nada a su confundida mente.
Luego de unos 20 minutos aproximadamente Yoongi subió encontrándose con un rubio envuelto en cobijas mirando a un punto fijo.
— ¿No puedes dormir? —. Pregunto Yoongi.
— Oh, hola hyung, solo no me gusta...—. Ni siquiera pudo terminar su frase.
— La lluvia, lo sé—. Completo Yoongi con voz apagada y fue ahí cuando Jimin noto lo que estaba pasando. Min Yoongi estaba llorando, no emitida sonido alguno, pero su rostro estaba completamente bañado en lágrimas.
— ¿Hyung? —.
— No me digas nada, solo... por favor—. Yoongi sonaba tan abatido, Jimin observo atento como este se acercó hasta la enorme cama sentándose en su lado sin observarle.
— Solo abrázame, solo déjame dormir, no hagas preguntas, no hoy—. El sollozo fue un poco más audible, Jimin se acostó y no tardo en sentir como su cintura era rodeada por unos delgados brazos, no dijo nada más, no pudo hacerlo, le dolía todo lo que estaba pasando, ver a su alfa en ese estado no era fácil, no supo que hacer simplemente se quedó en silencio escuchando los sollozos del chico, hasta que su lobo fue quien tomo el poder; se giró lentamente quedando frente a frente, con su dedo regordete limpio cada una de las lágrimas que yacían en el rostro del pálido, se acercó para depositar suaves besos en ellos.
Yoongi no dijo nada, solo le sonrió para apegarse luego un poco más aquel delicado cuerpo, sintiendo aquel característico aroma tan relajante, lo aspiro hasta que su cerebro puedo grabarlo para siempre; besó uno de los hombros de Jimin para luego levantar nuevamente su rostro y quedarse allí, observando sus ojos; comenzó a detallar meticulosamente sintiendo su pecho hincharse a causa de todas las emociones que aquel rubio causaba sin siquiera tocarle. Tomándolo con más fuerza, lo abrazo obligándole a quedarse en su cuello, el omega no dijo nada, se sintió cómodo, olvidando por completo el temor de la lluvia, pero recordando el estado emocional en que se encontraba su alfa.
Duraron juntos por varios minutos, hasta que Min Yoongi aflojo tan solo un poco su agarre y Jimin supo que se había dormido al fin, se atrevió a salir de su escondite para cerciorarse de que si se encontraba profundo y así fue, por lo tanto se animó acercarse y dejar un leve beso en los labios de Min, un toque tan delicado, pero que en el cargaba todas las emociones frustradas de aquel omega.
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A boy? ((OMEGAVERSE )) YOONMIN (EDITANDO)
FanfictionDonde Min Yoongi se niega amar a Park Jimin, pero, su lobo también se niega a obedecerlo y una persona misteriosa se encarga de arruinar la vida de estos dos. Única regla: no confiar en nadie. menciones de otros ships.