¿Presentimientos?

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Mi respiracion estaba agitada y mientras estaba corriendo, la voz de Post Malone con Congratulations me hacia compañia.

Giré a la derecha y tras unos pocos minutos, decidi detenerme. Tomando una gran respiracion, le di un vistazo al celular que llevaba en el bolsillo.

Conque ocho de la mañana.

Suspiré.

"De seguro él ya estara despierto."
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Al abrir la puerta del pequeño apartamento, el olor a cafe recien hecho y a huevos revueltos, me recibió. Hice una mueca y cerrandola con cuidado para que no notase mi presencia, empecé a caminar silenciosamente hacia él.

Con una sonrisa en mi rostro, abracé al cocinero frente a mí y él, tras un leve sobresalto, apretó mis manos.

Habló.

—Pensé que esta vez te habias ido a otro estado.

Ante sus palabras y aunque el no pudiese verme, hice un mohin y tras besar su hombro, solté mi agarre alrededor suyo y abrí la nevera.

Tras darle un trago a la botella y ante su mirada, sonreí y encogiendome de hombros, respondí.

—Aunque la idea de abandonarte en medio de la noche y no volver más suena tentadora...—le lancé la tapa de la botella—... No podria vivir sin el cafe que preparas.

Rió y tras acorralarme contra la nevera y pegar su rostro al mío, susurró...

—¿Asi que lo unico que extrañarias de mí seria mi café cinco estrellas?

Miré aquellos ojos azules que tanto me encantaban y siguiendo el juego, contesté...

—No veo algo realmente bueno de ti aparte del café.—mirandolo por entre mis pestañas, acerqué mi rostro de tal manera que nuestras respiraciones podian mezclarse y no distinguirse la una de la otra. Pregunté—¿Tú sí?

Sonrió lentamente y tras un leve movimiento de su parte, pude sentir su mano deslizandose por la parte trasera de mis muslo. Su caricia era suave pero llena de una intencion, sus ojos brillaron con aquel familiar brillo juguetón y entonces- sorprendiendome- me levantó, provocando que rapidamente lo rodease con mis brazos.

Rozó mi cuello con sus labios y yo suspiré ante la sensacion que él provocaba en mí. Sintiendo su respiracion en mi cuello y sus labios cercanos a mi lobulo izquierdo, mordí mi labio para contener el gemido que estaba en mi garganta.

Tu cuerpo...—mordió levemente mi lobulo y sintiendo su sonrisa en sus palabras, dijo...—...me dice otra cosa, Jade.

Suspiré y ocultando mi rostro en su cuello, gemí ante su cuerpo y sus caricias.

Dylan...Por favor.
—¿Qué?

Alejé el rostro de su cuello y sin despegar mis ojos de los suyos, susurré mi necesidad cercana a sus labios.

Muestrame que me equivoco.
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Mientras secaba mi cabello con una toalla, me acerqué al comedor y abriendo la nevera, tomé un poco de agua.

Mientras bebia de su contenido, el sonido de pasos acercandose se escuchó. Dejando la botella nuevamente en la nevera, la cerré y me giré ante el sonido de la television.

Acercandome a la sala, observé al dueño de los pasos y cómo escribía algo en su computadora.

Tras sentarme en el sofá, coloqué los pies sobre sus muslos y él, enarcando una ceja, no dijo nada y siguio en lo suyo.

Yo, por otra parte, decidi que era mejor matar el tiempo.

Empecé a cambiar de canal.  Desde programas de celebridades hasta peliculas de los noventas. Sin embargo, tras apretar una vez más el boton del control, un canal llamó mi atencion.

Quitando los pies de los muslos de Dylan, me senté correctamente y empecé a escuchar lo que la presentadora decia.

Un evento devastador ha azotado en Irak y algunos paises proximos...

Imágenes empezaron a aparecer.Desde edificios destruidos hasta niños sucios llorando frente al cuerpo de sus padres.

—El terrorismo por parte de ISIS ha acarreado la muerte de ciento cincuenta mil  civiles, dejando a muchos niños huerfanos a causa de ello.—miró al copresentador.

Aclarando su garganta, habló y tras sus palabras, mi pecho se apretó.

Hemos recibido información de nuestra compañera x. Se han presentado perdidas en el cuerpo militar, aun no se saben quienes son los fallecidos.

"Aun no se saben quienes son los fallecidos."

No queria pensar de más, en verdad que no queria hacerlo, sin embargo, con un sentimiento en mi pecho, rapidamente me levanté y corri al cuarto.

Si existía aquella posibilidad... No, no podía existir.

Pero si lo hacía, quería tener información clara sobre aquello.

Con un movimiento rápido, tomé el celular de la mesita de noche y marqué su número.

Un timbre...
Dos timbres...
Tres timbres...

—Jade...

La interrumpí.

—¿Has visto las noticias?
—Sí, justo ahora las estaba viendo junto a Isabella.—suspiró—. Yo... La verdad, no sé que está ocurriendo. Tu padre... Lo he llamado, sin embargo, como son las cosas en el ejército, no me ha contestado. Estoy aterrada.

"Mierda."

Me senté en la cama y mirando al suelo, susurré más para mí que para ella...

Señor, por favor que solo sean imaginaciones mías.
¿De qué estás hablando? ¿Imaginaciones? ¿Qué estás pensando, Jade?

Su voz sonaba claramente atemorizada y aunque el sentimiento dentro de mí no era de tranquilidad exactamente, tenia que aparentarla para no aterrarla más.

No tenia idea si fuese verdad. Tal vez no, pero, apesar de no saberlo, algo dentro de mí queria conservar la esperanza.

—Nada, mamá.— aclarandome la garganta, cambié mi tono de voz a uno más calmado y seguro—. Tú lo has dicho, el ejercito es un lío, no puede permitirse hacer el vago. No hay que preocuparse, el General del ejercito sabe cuidarse.

Hizo una pausa en la que la escuché suspirar y una voz de fondo hizo su presencia.

Despues de un momento en el que el "tic tac" estaba empezando a agobiarme, la escuché más tranquila.

—Cierto.—rió—. Deberia hacerte caso, tú sabes de esas cosas del ejercito.—suspiró.

Sabia que estaba aparentando calma para no alterar a Isabella. Lo sabia porque yo era igual a ella.

La llamé.

—Mamá...Yo...Iré a verte mañana, ¿está bien?

Colgué tras su respuesta.

"Todo estará bien."

¿Por siempre? Más alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora