"Gotas, gotas, gotas y más gotas caían sobre mi cara. Abriendo los ojos, la oscuridad que rodeaba cada esquina, me recibió. El mismo sentimiento, como si repitiese la misma escena de una película hasta aprenderla de memoria, volvió a mi; la sensación de no poder mover mi cuerpo, la dificultad para respirar y aquel dolor en el pecho. Mirando a la nada, alargué la mano y sentí aquella arma. Suspiré.
"Todo se repite, ¿cierto?"
Era el mismo pensamiento al tocarla, el mismo sentimiento de dolor e impotencia que me invadía. Era horrible, ¡diablos que sí!
Con toda mi fuerza y yendo en contra de la situación, me levanté del suelo y caminando sobre aquellos vidrios rotos y apesar de sentir la sangre con cada paso, segui. Era un castigo, así lo sentía, uno que se repetía en mi mente y el cual yo no negaba seguir.Aquel olor a humedad se incrementaba a medida que me acercaba a aquella puerta y entonces, cuando estaba a diez metros de llegar, algo sucedió.
Una luz cegadora llenó el lugar por un segundo hasta tornarse normal. Una silueta fue formándose frente a mi, era algo diferente de lo usual y fue que, lo vi. Viendo mi cuerpo avanzar como aquella noche, herido y asustado, abriendo aquella puerta deseando que... Sacudiendo mi cabeza, volteé en la dirección opuesta, pero una voz me llamaba.
Tyler. Tyler.
Mi corazón se detuvo al escuchar aquella voz suave y dulce. Dolia, dolia porque sabía que no era real, pero aún así, volteandome, corrí en su búsqueda, en su búsqueda y la de ella. Abriendo aquella puerta, grite su nombre.
"Talia"
Talia, aquel nombre que me llevaba atormentando.
"Luce"
Mis rodillas temblaron y volviendo a sentir lo que aquel día, cai al suelo. Cayendo junto a sus cuerpos quietos y fríos, manchados por aquella sustancia.
-Ta...-mi lengua se trabó, siendo solo capaz de ver. Ver su mano sobre el suelo y su cabello negro, similar a la de ella, aquella criatura pequeña junto a ella.
"¡No!"
"¡Despierten, por favor!
"¡Talia, Luce, despierten!"Mi boca se encontraba cellada y mis manos temblorosas solo acariciaban su rostro, deseando ver aquellos ojos verde esmeralda, deseándo escuchar sus risas.
Es tu culpa, tuya.
Aquella voz nuevamente.
Solo haciendo eco en mi mente, torturandome pero no mintiendo. Era cierto, solo era mi culpa, merecía los recuerdos, merecía el dolor. Todo.
Gritando fue la única forma de hablar, impotente. Solo gritando y nada más, solo sosteniendo su cuerpo. Mi corazón golpeaba fuertemente contra mi pecho, tanto que lo sentía fuera de mi.
Cerrando los ojos fuertemente, deseando que no fuese real, que ella estuviese junto a mi, sintiendo su respiración en mi cuello después de hacer el amor. Deseando que mi pequeña riese otra vez.
Las lágrimas, aquellas marcas de sufrimientos, salieron sin yo poder evitarlo. No las podía contener y no quería. Era mi castigo.
Y entonces, un toque en mi mejilla, cálido y extraño, tomó parte. Abriendo los ojos, vi un rostro pero sus facciones eran borrosas, como si estuviera reflejado en un espejo roto.
—Despierta, vamos. Despierta.
Su voz fue tornándose un eco en la habitación y el calor de su mano fue invadiendo mi cuerpo, al punto de no soportarlo, al punto de sentirme morir.
Despierta.
Despierta..."Mis ojos se abrieron abruptamente solo para encontrarme con un rostro a pocos centímetros del mío. Unos ojos verde esmeralda hicieron contacto con los míos junto con un cabello negro.
Su mano aún estaba en mi mejilla y yo solo quise reír amargamente ante aquella escena.
¿Acaso había muerto y estaba en el infierno, siendo torturado con su imagen?
Aquella imagen irreal se alejó de mi rostro,pero antes de que su tacto desapareciese, tomé su muñeca y la acerqué.
—¡¿Qué...?!
Podría ser irreal, podría estar muerto, pero si era un castigo o no, si era una tortura o no... No deseaba que se alejase, quería sentir su tacto.
Pasé mi mano por aquella melena negra, aquella que había amado sentir hace tanto. Acaricié su rostro: su mejilla, su frente y aquellos labios.Sus labios murmuraron algo, pero mis oídos no escucharon. Todo yo se encontraba embelesado, solo en sus labios, sus ojos, su cabello.
"No eres real, pero aún así..."
No era real, pero sintiendola ahí, su mano sobre mi pecho y mi mano alrededor sobre su muñeca; su respiración cálida contra mi boca... Podía ser una ilusión de diablo, pero se sentía real y sí solo podía desear su imagen, entonces...
Posando mi mano tras su cabeza, corté lo único que la separaba de mi y probé aquellos labios falsos y condenatorios, pero necesitados por mi.
"Talia."
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¿Por siempre? Más allá
Romance"Siempre he creído que las personas que se han ido y hemos amado son una de ellas. Miles y miles de estrellas." "Siento ser muchas cosas, pero no siento ser un tonto por haberme enamorado de ti." . . . Él era frió por deber, pero roto por naturalez...