—¿Cuento contigo?
Su voz esperaba mi respuesta pero mi mente no estaba enfocada en sus palabras. ¿Qué había dicho? No tenía ni idea, solo era capaz de reproducir el tic tac del reloj.
¿Qué hora era? ¿Qué día era? No tenía respuesta para aquellas incógnitas, sin embargo, de alguna forma y tratando de no parecer amateur, asentí a pesar de mi falta de energía.
No podía rechazar una "petición" de mi superior porque aquella sutil pregunta solo era una orden disfrazada.
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.Entre los gruñidos de algunos pacientes y las ruedas chirriantes de las camas que se desplazaban por el pasillo, fui en busca de algunas vendas.
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Los soldados y uno que otro cabo se encontraban en posiciones aleatorias a las puertas, aunque algunos en descanso, se dedicaban a jugar a las cartas.Haciendo una mueca por el sol chocando contra mi cara, rápidamente abrí la puerta de suministros.
.....Sentía mi cabeza palpitar y mi cuerpo entrar en calor. Aquella chica me dirigía miradas esporádicas, pero yo pretendia no notarlas.
Quería, no más bien, ordenaba a mi cuerpo a controlarse. No podía enfermarme, no podía.
Cuando estuve a punto de pegar mi frente contra el frío mostrador de metal, aquella pelirroja me entregó la bolsa.
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.Empapando mi rostro con un poco de agua, me miré en el espejo. Mi rostro mostraba claras señales de cansancio y el hecho de que mi cabeza no había dejado de doler-a pesar de que había tomado una que otra aspirina a escondida de Cameron, porque no apetecía preguntas innecesarias- no me estaba ayudando.
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.Tras el infierno vivido las últimas horas y mis esquivos hacia Cameron, me recliné contra el poste frente a las recamaras de chicas. Mi pecho parecía arder y aunque fuese irresponsable de mi parte, no quería avisar a nadie.
Necesitaba aire fresco, eso era lo que necesitaba.
Sin embargo, a pesar de tener los ojos cerrados, el escuchar las risas de alguna que otra chica que llegaba de la cena, me desconcentraba. Por lo tanto, decidí alejarme.
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.Mis ojos enfocándose en las piedritas bajo mis zapatos, mientras yo sentía la brisa de la noche impactar mi cuerpo. El silencio... Eso era lo que necesitaba.
Levanté la mirada por un segundo cuando escuché un crujido y me sorprendí del lugar al que había llegado.
Las semanas habían pasado y no traté de regresar por el simple hecho de no sentir correcto lo que estaba creciendo dentro de mí. No era correcto ni ideal por las circunstancias, no lo podía permitir. Había tratado de contener las ganas de caminar hacia acá y solo por un momento de tontería y vulnerabilidad, mi esfuerzo se había ido al diablo.
Frente a mí, sentado en aquella típica pose, con sus manos entrelazadas mientras sus codos se apoyaban en sus muslos. Su cabeza gacha... Ahí se encontraba.
"¡Diablos!"
Tratando de dar la vuelta, di un paso para atrás, pero el hecho de que el suelo estuviese lleno de piedritas, hizo que aquello fuese en vano.
—¿Qué haces aquí?
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.Sus ojos se encontraban sobre mí como si me analizase, como si viese más allá en mí. Pero yo no quería eso... ¿ O si? Con la espalda contra el poste de luz que lo iluminaba, esquivé la mirada, pero aquello no fue buena idea.
Con aquel brusco movimiento de mi cabeza y cuerpo, un repentino mareo me invadió, provocando el tener que apoyarme y que, como si fuese un rayo, él se encontrase sujetándome.
—¿Qué te sucede?
—Nada—murmuré a pesar de que eso fuese falso. Traté de alejarme de su agarre por el simple hecho de alterarme. Mi corazón estaba confundido y yo también. Mi calor había aumentado y el mareo me tenía vulnerable. No quería eso, no quería dejarme llevar sabiendo que aquello no era correcto. Dando un manotazo, me solté de su agarre—. No es de tu incumbencia. Yo... Debo regresar.Sin embargo, con solo soltarme del poste, mi cuerpo se volvió mi enemigo y siendo un manojo de descontrol, mi cuerpo se rindió, solo para ser capturada por sus brazos.
Sus ojos brillaron con la luz en ellos, una mueca estaba presente. ¿Preocupacion? ¿Molestia? Sí, quizás fuese lo ultimo. Quizás era molesto para él tener que lidiar con una enferma.
Sus labios murmuraban algo que para mis oídos eran un sonido extraño.
¿Que eran esas palabras?
Nunca lo sabria.
... Y me desvaneci.
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¿Por siempre? Más allá
Romance"Siempre he creído que las personas que se han ido y hemos amado son una de ellas. Miles y miles de estrellas." "Siento ser muchas cosas, pero no siento ser un tonto por haberme enamorado de ti." . . . Él era frió por deber, pero roto por naturalez...