8. Hola, Adios

5.1K 486 66
                                    

Mis días de trabajo en Dreamers serían los lunes, miércoles, viernes y domingos, a excepción de este último que sería en un turno matutino.

En camino al salón mi visión venía en las partituras, nada mas que en las partituras, por suerte no choqué con alguien.

Al entrar con la cabeza en alto y una enorme sonrisa en mi boca me encontré con mi amigo quien estudiaba sus partituras.

  —¡Hola Winn!
  —¡Kara hola!—No me miró, y con cierta razón, el profesor Mattews era algo exigente, solo un poco.
  —Bien... ¿Nervioso?—Hoy nos haría una prueba.
  —¿Yo?—Bufó—Yo no podría estar nervioso—La pierna de mi amigo subía y bajaba bastante rápido.
  —Deberías tomar un poco de aire—Winn estaba demasiado nervioso, intentaba calmarlo.
  —KARA NO PUEDO TOMARME TIEMPO PARA RESPIRAR, ESTO ES IMPORTANTE PARA MI, COMPRENDO QUE QUIERAS SER DE LOS QUE ESTAN ABAJO PERO YO NO ¿ENTIENDES?—El silencio se hizo, Winn se había puesto de pie justo frente a mi, todos me observaban, incluido en ellos mi amigo con cierta desesperación no sabía que decir o hacer. Todo se hacía más pequeño y apretado.
  —Creo que necesitas estar solo—Me puse de pie y salí de el salón. Aun faltaban algunos minutos para iniciar y el profesor siempre llegaba diez o quince minutos más tarde.

Me senté en las escaleras, estaban frías y creo que mojadas ¡Genial! Aparte me mojare el trasero, este día no estaba yéndome bien.
Recargue mi cabeza en las palmas de mis manos y observaba el suelo.

  —¿Kara? ¿Que haces aquí?—La voz de Imra me hizo sonreír solo un poco.
  —Yo solo... necesitaba aire.
  —Ven, ponte de pie—Sus manos, estaban calientes, o probablemente las mías demasiado frías—Esos ojos tan azulados y lindos no merecen tener lágrimas, ¿Esta todo bien?—¿Lágrimas? No supe en que momento había ocurrido.
  —Si es solo... te digo mas al rato.
  —Solo quiero que estés bien—Me abrazo, podía oler su perfume floral, se alejó un poco de mi y dirigió su mirada hacia arriba unos segundos —Me tengo que ir, te veo mas al rato ¿bien?—Asentí con la cabeza y dejo un beso en mi mejilla.

Regrese al salón de clases.

  —Llega tarde señorita.
  —Lo siento.
  —Que no se repita.

La clase había comenzado, en momentos quería desaparecer pero después lo dejé pasar, yo solo intentaba ser amable, no quería distraerlo, no todo es presión en esta vida.

Las horas pasaban lentas, se escuchaba cada vez más fuerte el segundero del reloj, era un ruido taladrando mi cerebro. Escuchar aquella voz hizo que aquel ruido desapareciera en instantes.

—Señor Williams, vaya con la maestra Luthor por favor.

Pude escuchar un ligero "Yei" por parte del chico.
Esta vez Lena Luthor no me había dirigido ninguna mirada, eso me confundió, de alguna manera me gustaba tener su atención.

Llego la hora de salir, me dirigía al salón de Lena Luthor.
Media hora para ver a Imra. Me senté justo en la orilla del marco de la puerta a esperar, me coloqué los audífonos y cerré mis ojos, me gustaba hacerlo, imaginar que tocaba la canción o estaba escuchándola justo frente de los instrumentos.
Mi concentración fue interrumpida por el alto tono de voz que se escuchó en el salón que estaba justo detrás mío, baje poco a poco el volumen para confirmar lo que había escuchado, y efectivamente, mi duda fue confirmada con un grito el cual decía "¡¡FUERA DE AQUÍ!!"

Una chica salió llorando, me puse de pie e intentaba tranquilizarla, estaba sollozando, espere a que se calmara un poco mas, solo le hacia pequeños movimientos circulares en su espalda.

Mi reloj me indicó cuando la hora había terminado, La primera en salir fue Lena Luthor, la cual le dirijo a la chica una cara de decepción, por un momento me miro y yo solo logré negar con la cabeza, ¿Que le ocurría? ¿Quien le dijo que podía hablarle así a las personas? ¿Con qué derecho?

Mi enojo iba aumentando a cada minuto, me puse de pie y me dirigía hacia ella. Una mano me detuvo.

  —Kara, déjalo...—Sabía que no era bueno discutir enojado, siempre era necesario hablar con la cabeza fría.
  —¿Quien se cree?
  —Ella es una persona bastante exigente Kara, para ella somos solo unos niños sin experiencia alguna, debemos hacer lo que ella dice y pide sin error alguno así que... esa es la consecuencia.
  —¿Lo dices en serio? A parte del daño emocional ¿Te saca del grupo?
  —Son sus reglas Kara.

La chica se había calmado un poco mas y me atreví a preguntarle si necesitaba algo.

  —¿Ya estás mejor?
  —Si es solo... ella es muy dura.
  —¿Que tocas?
  —Batería, y mas bien... tocaba, no se que voy a hacer ahora, tal vez, esperar hasta el siguiente año.
  —Se que encontraras otra oportunidad, no te des por vencida.
  —Gracias Kara...
  —¿Cómo sabes mi nombre?
  —Acabo de oír a Imra llamarte así.
  —Oh cierto—Sonreí y ella igualmente lo hizo, eso me mantuvo feliz ya que había pasado por lo mismo hace ya algunas horas y logré que se sintiera mucho mejor.

La mayoría desapareció e Imra me dijo que había olvidado algunas cosas en el salón así que me invitó a pasar.

A diferencia del que yo estaba este era muy grande, asientos color rojo brillante en mucho mejor estado a comparación con los que me sentaba, un piso blanco el cual parecía recién pulido y ni hablar de los instrumentos los cuales estaban bastante brillantes y tentadores.

  —Esta Batería es una de las mejores que he visto en mi vida.
  —Todos los instrumentos de aquí lo son—Soltó una pequeña risilla—Todos son importados de su tienda—Imitó el tono de Lena.
  —¡Vaya! Son precisos—Decía mientras tocaba con mis las yemas de mis dedos el Plato Ride y miraba el Plato Crash.
  —Muéstrame lo que tienes.
  —¿Puedo?
  —¿Por qué no?
  —Bien.

Comencé a tocar un ritmo bastante sencillo y que dominaba bastante bien, cada vez que golpeaba Tombs algo en mi despertaba, todas unas emociones juntas, era como sentir millones de fuegos artificiales explotar dentro de mi. Imra me acompañó junto con una guitarra, podía decir que fue el mejor duo que pude haber hecho y escuchado.

De pronto... algo nos detuvo.

  —¿Que creen que están haciendo?—Ninguna de las dos hablo, creo que era obvio lo que hacíamos pero este no era el momento para decirlo, sus ojos eran bastante intimidades, no los había visto de esa manera, juraría que estaba a punto de lanzarme algo.
  —Señorita Ardeen, esa clase de comportamiento no están permitidos aquí y lo sabe, usted sabía que los instrumentos no podían tocarse—En ese momento no existía, parecía un fantasma presenciado todo lo que ocurría.
  —Fui yo—Dije sin pensar. Muy lentamente volvió la vista hacia a mi al igual que Imra—Fue mi idea, creo que lo más correcto sería que yo fuese quien pagara las consecuencias.
  —Quien decide eso soy yo Señorita Danvers. Vete.—Se dirija a Imra, no dejó de observarme hasta que la chica desapareció tras la puerta.
  —Señorita Danvers.
  —Señorita Luthor—Dije firme. Ella solo sonrió.
  —Es muy lindo que te eches la culpa por ella, no tenias que hacerlo.
  —No me eché la culpa.
  —No dije que hablaras...—Interrumpió—Lo que hicieron fue un acto incorrecto, si no fuese porque eres alguien simpática haría que no volvieras a tocar o al menos mirar un instrumento hasta el año que viene—¿Le parezco simpática? Bueno... no podría decir lo mismo de ella...—Tienes talento y me hace falta un baterista, ocuparas ese lugar.
  —Yo no...
  —No estoy preguntando. Querías pagar por las consecuencias y estar en mi grupo es una de ellas—No lo veo mucho como una consecuencia, me parece mas una gran oportunidad—En cuanto a tu novia, deberías decirle que tenga mas cuidado—Esa ultima parte la había escuchado con algo de indiferencia.
  —Bien...
  —La espero mañana a las ocho en punto Señorita Danvers.

Quería salir corriendo de ese lugar, pero lo único que logré hacer fue caminar rápido hacia la salida. Justo al instante me encontré con Imra.

  —No tenias porque haber hecho eso Kara.
  —Podrías haber corrido la misma suerte que la chica de hace unos minutos, eso jamás me lo hubiera perdonado.
  —¿Pero y tu? No quiero ni pensar las represalias que tomara.
  —Entrar a su grupo no creo que sea tan malo.
  —¿Que dijiste? ¿Entrase?
  —Si.
  —Esto es increíble y extraño, pero aun mas increíble, podremos estar más tiempo juntas—Me tomó por mis cachetes y me acerco a sus labios.
  —¿Podemos ir a comer? Muero de hambre—Dije entre sus labios.
  —Kara, siempre tienes hambre.
  —¿Comida China?
  —¡Claro que si!

𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora