11. Como Yo Lo Haría

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  —Me mentiste. No estás relajada— ¿Cómo iba a estar relajada? Quiero decir, mi mano temblaba, es imposible no hacerlo cuando alguien como ella está a tan solo unos centímetros de tu rostro.
  —Ahh... yo...
  —No hable Señorita Danvers—susurro a mi oído y posiciono las baquetas de una manera distinta—Ahora observa el pentagrama número doce ¿Ves las notas?
  —Si—Mi voz temblaba y de mi corazón ni hablar...
  —Bien...—Observaba cada compás, cada nota, a simple vista parecía difícil ya que eran bastantes, pero prestando un poco de más atención era bastante sencillo ya que estas en ocasiones eran repetitivas—Toca...

Comencé con un ritmo bastante ralentizado, por un momento la mujer que estaba a mi lado había desaparecido, solo estábamos la música y yo. Tocar me hacía sentir feliz, viva.
Las veces que nos juntábamos Maggie y yo para practicar un poco antes de la audición me decía que sonreía inconscientemente, esta vez no creo que haya sido una excepción.

  — Para. —Su voz me hizo recordar que seguía conmigo. Tenía una mano sobre mi muslo, no note cuando llego ahí, eso hizo que me sonrojara de inmediato. Gire solo un poco mi cabeza y quede justo frente a ella, casi podía sentir su respiración—Una bella sonrisa no necesita tener labial corrido.

Antes de que yo misma pudiera quitármelo tenía su dedo pulgar pasando por mis labios, pasaba por ellos muy lentamente, como si ella misma pudiera dibujarlos. Sus ojos en mi boca me hacían enloquecer, al igual ver que mordía su labio inferior. Regreso su mirada a mí, sus ojos brillaban intensamente.
Sus dedos seguían en contacto con mi piel, con su lengua lamió uno de ellos para seguir recorriendo mi cuello aplicando cierta presión para seguir retirando el labial que tenía sobre el. No pude evitar cerrar los ojos.

  —Listo, sin rastro de labial—Su dedo pulgar estaba justo por debajo de mi barbilla y me fue acercando bastante lento a hacia ella hasta que esa acción termino por convertirse en un beso.

Sus labios eran bastante delicados y luchaban suavemente con los míos, podría sentir un ligero roce de su lengua con mis dientes, compartíamos la misma respiración agitada y el mismo deseo por que nuestros labios continuaran unidos, mi mano fue hacia su cuello; podía sentir su piel tan suave por debajo de mis manos.

No me imaginaba estar en esta situación; besar a Lena Luthor... eso era lo de menos; ella era mi maestra, y yo su estudiante.

Una vez la falta de aire se hizo presente fue cuando logre ver sus ojos con las pupilas totalmente dilatadas. Pude haber sonreído de no haber sido porque me acorde de la castaña que vendría por mi más tarde y me llevaría a las afueras de la ciudad.

Me puse de pie lo más rápido que pude, poco a poco la culpa me iba consumiendo.

  —Esto... no, esto no está bien—Merodeaba por el salón—No debimos...
  —Kara...
  —Yo no soy así, ¿Por qué lo hice?
  —Kara...
  —Jamás debió haber ocurrido...
  — ¡KARA!—Con ese cambio de voz noté que pronunciaba mi nombre.
  — ¿QUE?—Estaba alterada, pensando en lo que iba a hacer y veo que mi tono de voz la molesto ya que camino hacia mi acorralándome contra la puerta. ¿A las chicas les gusta acorralarme?—Lo siento—Dije reflexionando mi acción—Es solo que... no me gustaría hacerle daño.
  —Lo comprendo, es solo que... cada vez que te veo caminar, hablar, cuando estas lindas y delicadas manos...—Las levanta y las extiende junto con las suyas—... Tocan la batería, ver, como disfrutas la música, cuando muerdes tu labio al estar nerviosa... me hace querer besarte una y otra vez.
Volvió a besarme, esta vez un poco más profundo que el anterior.
  — ¿Pero por qué yo? Solo quiero saber eso, ¿Que te llamo tanto la atención de mí sabiendo que estoy con alguien? ¿Por qué alguien como tú se fijaría en alguien como yo? Creo que tal vez ni siquiera me conoces lo suficiente.
  —Tu...—No terminó gracias al sonido más inoportuno, su teléfono había sonado. Lo dejo encima del piano. Se dirigió hasta él y cuando terminó la llamada tomó su bolso—Me tengo que ir.
  —Sí, ya... no tardó—Guarde mis cosas en una pequeña pero no inútil carpeta, y salí del salón.

Nuevamente, estaba lloviendo. Nuestros caminos habían tomado rumbos distintos. Habíamos salido media hora antes de lo que se había acordado. Así que ahí me encontraba yo, confundida por lo que había pasado hace algunos minutos, bajo la estrepitosa lluvia, sentada en una banca con una sombrilla rota por la cual el agua pasaba y caía sobre mi camisa y pantalón.

  — ¡Hey Kara! ¿Qué haces aquí? Te va a dar un resfriado—Me puso su chaqueta sobre los hombros.
  —Maggie no...
  — ¿Qué pasó? Pensaba que estarías con Lena Luthor practicando.
  —Lo estaba.
  — ¿Paso algo?
  —Ella... ella me besó.
  — ¡Lena Luthor te besó!
  —No debí dejarla, yo estoy saliendo con Imra, no puedo ir besándome con cualquier chica.
  —Pero ella no es cualquier chica, ella es...
  —No pronuncies su nombre por favor, me hace sentir una basura.
  —Si tan mal te sientes ve y díselo a Imra. Ante todo tenemos que ser honestos y afrontar las consecuencias, si ella en verdad te considera alguien especial comprenderá que no quisiste que pasara.
  —Pero...
  —No querías que pasara ¿Cierto?
  —No, claro que no—O tal vez si, esto era bastante confuso, no me arrepiento de seguir besándola.
  —Entonces ve y habla con ella—Me otorgó una sonrisa cálida, cada vez que hacia eso me decía que todo estaría bien, o al menos eso aparentaba, mis pensamientos eran como un enorme plato de espagueti.

De pronto, unas manos un poco húmedas cubrieron mis ojos. Inmediatamente Sonreí al saber de quien se trataba, aunque solo fingía. Dejó un beso en mi mejilla para luego sentarte junto a mi.

  —Saliste temprano. Pensé que a Lena Luthor le gustaba hacer sufrir a las personas—Tal vez.
  —No. Recibió una llamada y me dijo que tenía que irse—No dije nada que no fuera cierto.
  —Bien Danvers... Te veo luego.—Tenia el ligero presentimiento que a mi amiga no le caía bien Imra, siempre que una llegaba la otra se tenía que ir, era una situación un tanto incómoda.
  —Seguro, ¿Te llevó algo de cenar?
  —No, estaré bien, diviértete y por favor cuídate mucho.
  —Seguro—Mas que una amiga o hermana Maggie, cuando se trataba de salir se comportaba como mi madre.

Una vez Maggie se fue y la lluvia fue poco a poco disminuyendo salimos de la Universidad a tomar un taxi, no tenía idea de hacía donde íbamos o que haríamos, Imra me prometió que sería divertido.

Mientras íbamos en camino hacia aquel lugar misterioso Imra trataba de hacerme hablar sobre lo que me había dicho Lena el tiempo que estuve con ella, Técnicas, Movimientos, entre otras cosas.

El automóvil frenó justo enfrente de un club clandestino, la música podía escucharse aun estando a las afueras de el.

  —¿Que pasa Kara? ¿No habías entrado a uno?—Tomó mi mano y nos adentramos a el.

El ambiente era como cualquier otro club, personas bailando, otras conversando en la barra o en mesas. Nos fuimos a sentar en unos sillones que se encontraban en una de las esquinas, podía ver la mayoría del lugar desde ese sitio.

No tuve noción del tiempo y no llevaba un reloj para medirlo pero podía calcular que eran como las once y algo de la noche, el tiempo se me paso bailando o tomando, claro, no lo suficiente. Imra seguía insistiendo en seguir bebiendo, pero sabía cuando parar.

  —¡Hey Kara!
  —¿Si?
  —¿Esa de ahí no es Lena Luthor?—Señaló a la chica azabache que se encontraba bailando entre la multitud tambaleándose de un lado hacia el otro, se notaba que no estaba en sus cinco sentidos.
  —Esto tiene que ser una broma...

𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora