14. Tengo Una Pregunta

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Continuaba pensativa, sentada sobre la cama. Me recosté y aproveche para dormir un poco más ya que hoy no tendría nada que hacer. Por más que quería descansar no lo lograba, había tantos pensamientos en mi mente que por más que quería despejarla no podía.

Me sentía una completa imbécil, ellas tal vez pensaban que lo era, ya que no note sus engaños e intenciones, creo que aquella confianza que le tenía a las dos se veía bastante difícil de recuperar, en especial a Imra; Lena no podía decir que tenía mi absoluta confianza ya que es una persona completamente desconocida, no conozco su historia o como es que piensa, pero ella si lo sabe, lo cual me hacía sentir incómoda.

No podía dejar de pensar en nuestra última charla hace apenas unos minutos. Pensamientos fugaces llegaban a mi mete como: "Le hubiera dicho esto" o "No hubiera dejado que se fuera para expresarle como es que me hacía sentir con respecto a esto otro" Tanto a Lena como a Imra me hubiera gustado decírselo. Pero él hubiera no existe.

Yo no debería de estar lidiando con este tipo de problemas. Yo debería estar concentrada más en mi carrera, en la música. Esto era absurdo.

La música. Eso era lo que necesitaba hacer y la respuesta estuvo ahí todo este tiempo.

A mitad del campus se encontraba un no muy pequeño edificio; ahí podías encontrar pequeñas cabinas estas además de conservar el sonido solo en la cabina, eran bastante útiles para practicar. Pude haber venido desde un inicio pero lamentablemente cobraban por su uso. Es por eso que pedí la ayuda de Lena, ella podría ayudarme a aclarar algunas dudas. Claro, ahora que no estoy preparada para volver a ver su rostro preferiría preguntárselo a alguien más o resolverlo por mi cuenta.

En fin. Alquile la cabina por tan solo tres pequeñas horas. El tiempo tocando iba volando, así que solo estar ahí dentro una hora o una hora y media eran como comer un pastelillo.

Le batería de ahí dentro no era la mejor y no es por ser conformista pero es lo que había.

Una vez sentada frente a el maravilloso instrumento una pantalla se encendió frente a mi, parecía un buscador en YouTube. Escribí la canción Zombie de The Cranberries unos auriculares a lado mío comenzaron a sonar y lógicamente me los puse, la canción comenzó pero hacía falta la batería. Esto era increíble. Sin más entone la melodía. El Rock más que nada me parecía relajante, Al ser un tipo música pesada te liberaba o al menos a mí de cualquier cosa que estuvieras pensando o haciendo, te hacia meterte en cada una de las notas, sentirlas, saber que con cada golpe que daba a la batería podía ser o hacer cualquier cosa, tomar cualquier rumbo y jugar con mi propio destino.

Una vez mis tres horas terminaron me sentía bastante acalorada. ¿Como fue que no noté que había un aire acondicionado aquí? Una máquina expendedora de enfrente fue mi salvación, me acerqué con sudor en mi rostro y marqué el número para recibir mi bebida. Llevaba puestos unos pantalones bastante ligeros grises y una camisa de tirantes blanca.

-Kara-Se había quitado los audífonos que permitían el acceso al sonido que se emitía dentro de la cabina.
- ¿Cuánto tiempo llevas ahí?-Dije rendida y bastante molesta.
-No tanto.
- ¿Cuento tiempo? Lena.
-Dos horas y media.
- ¿Por qué?
-Kara, yo solo quiero aclarar las cosas.
- ¡NO! Lena, por favor, solo quiero estar sola ¿bien? No quiero nada que tenga que ver contigo, solo NO QUIERO VERTE. Por favor, deja de seguirme-Vi que llevo una de sus manos a su mejilla.

No quería verla a los ojos, los ojos que al verlos me recordaban al color que para mí significaban vida y tranquilidad.

Salí de ahí más rápido que un rayo y regrese a mi habitación. No es que quisiera arreglarme demasiado para ver a Imra pero no iría a una cafetería llena de sudor.

𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora