15. Amor En El Cerebro

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LENA

Me sentía bastante mal, sabía que lo que estaba haciendo con Kara estaba mal pero es que no podía evitarlo, un impulso me llevaba a hacerlo. Todo es culpa mía. Ahora estoy en riesgo a que me denuncie, e independientemente de los medios que estarían al tanto de eso o de la cantidad de dinero que pueda perder era lo que menos me importaba, ya no poder ver a Kara o que me pongan una orden de restricción. Demonios eso sin duda me rompería.

Acepto que fue una idea estúpida seguirla hasta aquellas cabinas y aún más estar ahí sin hacer notoria me presencia. Caminaba en dirección a su dormitorio. Entre más me acercaba pensaba que más podría odiarme, pero he aprendido a jamás rendirme.

Note en mi reloj que faltaba poco para que dieran las nueve de la noche. Toque tres veces la puerta y no obtenía ninguna respuesta; toque nuevamente y aun sin nada. Justo cuando había perdido mis esperanzas estaba pensando en las distintas posibilidades del por que no me abrían la puerta.

1. No me quiere ver (la mas probable)
2. Sigue en algún salón de la escuela (no lo creo ya que es viernes y son las nueve)
3. Esta afuera en alguna fiesta (es de Kara de quien hablamos)
4. Fue con Imra cuando le dije que no lo hiciera (¡¡KARA!!)

Mi cabeza estaba creando los mas terribles escenarios. Hasta que el sonido de la puerta me alivio de una manera que no podría describir.

-¡Kara! -Solté un lago y profundo suspiro
-Ella no esta. -Dijo Maggie a quien se le escuchaba un poco nerviosa al igual que yo, además de preocupada -Si quieres pasa.

Ella se había sentado en un sofá, aparentemente a pensar, tenía la mirada fría y seria, concentrada en un solo punto. Un florero.

-¿Te dijo a donde iba? -Me atreví a preguntar para romper el silencio
-Si pero... puede estar en cualquier parte.
-¿A dónde fue?
-Dijo que iría a hablar Imra.
-¡Mierda! -Levante la voz y a Maggie le sorprendió aquel vocabulario ya que con ninguna persona me había dirigido de ese modo -Los siento, es solo que... le dije que no fuera.
-Lena. -Levante la vista -Tal vez no conoces lo suficiente a Kara. No puedes decirle que es lo que puede hacer y lo que no, eso es algo que a ella le molesta demasiado, créeme. Su madre le dijo que no vendría a Nueva York pero mírala está aquí tratando de cumplir su sueño a pesar de que bueno... la acosabas y que la otra idiota tiene ciertas intenciones con ella.
-¿Disculpa? ¿Otra idiota?
-Bueno a lo que me refiero es que si hubiera hecho caso a su madre no estaría aquí y por nada del mundo la habrías conocido.

Vaya, esas palabras me habían puesto a pensar, Maggie tenía razón. No tenía por qué haberle dicho que hacer.

-Tienes razón.
-Eso no es nuevo. Ahora vamos a buscar a esa rubia.
-¿En dónde? ¿Has intentado llamarle?
-Bueno... lo intentaría si al menos ella tuviera un teléfono. No podemos pedir ayuda a la policía por que no han pasado aún 24 horas. Ella tuvo que haber llegado hace al menos dos horas ya que me dijo que no taraba. Tendremos que iniciar por buscar a Imra.

Tantas respuestas que llevaban a más preguntas, esto podía compararlo como el tronco de un árbol.

Terminamos llegando a la habitación que La Señorita Ardeen compartía con alguien más. Cuando llegamos no abrían la puerta y otra chica de la habitación de enfrente nos dijo que ellas se habían mudado hace apenas unos días. Le preguntamos si había visto específicamente a Imra y nos comento que ella había regresado por unas cajas hoy y eso le había dando la oportunidad de escuchar que se dirigía a una cafetería no muy lejos de aquí.

Maggie y yo caminamos hasta aquel lugar, no era muy grande y eso hizo que buscar o más bien no encontrar a Kara fuera sencillo. Pedimos ayuda a todos los meseros pero no tuvimos éxito, no lograron reconocerla.

𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora