𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚

27. Bailando Con Un Extraño

En la vida de un músico que habita en Nueva York no se le presentan oportunidades como esta todo el tiempo, es difícil conseguir al menos un contrato de medio año. Así que el hecho de que me hayan tomado en cuenta para un importante proyecto realmente me hace sentir afortunada.

Pero solo hay una cuestión. Lena Luthor.

Debo admitir que ella fue quien la mayor parte del tiempo me apoyo y me oriento en esto y si, si no hubiera sido por ella no hubiera tenido esta oportunidad, lamentablemente eso es lo único en lo que puedo pensar al recorrer cada piso del enorme edificio que conforma CatCo. Todo aquí es tan grande, tan organizado y tan moderno. Seria raro decir que es igual que un sueño que tuve, ¡Un deja vu! si, debe ser eso.

-Bien Señorita Danvers, le hago entrega del contrato y le podemos dar una copia para que se lo lleve a casa y lo lea con mas calma y sin tanto bullicio. Espero poder encontrarla mañana por aquí con ese contrato en manos ya firmado.
-Y así será señorita Grant, una vez mas gracias por la oportunidad
-Claro, pero recuerda que yo no te elegí, tu talento fue el que te trajo hasta aquí, yo solo me crucé en tu camino. Ahora vete, tienes mucho que leer.
-Si, la veo mañana.

Caminaba por la acera intentando no pisar alguna de las grietas o líneas que estas poseían. Creo que así hice mas ameno el camino.

Mi mente venia ocupada, trataba de darme una explicación de porque Lena había desaparecido después de que nos encontramos cuando hablaba con Cat Grant. Tal vez la abducieron los ovnis, es la única explicación que tengo para argumentar su desaparición tan repentina. Aún tenia que hablar con ella, pero esta vez no va a ser para seguir pidiéndole, casi implorándole de rodillas que me perdone, no, esta vez era solamente para agradecerle todo el tiempo invertido en las clases, y también por darme la oportunidad a pesar de todo lo que pasó.

Llegué a casa y Maggie no estaba, así que solo puse un poco de música en el estéreo que se encontraba en la sala y saqué una caja de gomitas que se encontraba en la lacena. Iba a regresar al cómodo espacio en el sofá hasta que el teléfono comenzó a sonar.

-¿Quien es?-Hablé por el altavoz del teléfono
-Buenas tardes, ¿Se encontrará la Señorita Danvers?
-Ella habla.
-¡Ohh bien! Señorita Danvers, hablamos de la Universidad a la cual usted presentó su baja temporal. Solo para confirmar su petición.
-Si, así es, hice la petición antier.
-Excelente Señorita Danvers, solo le pido unos minutos de su tiempo mañana para pasar a firmar unos cuantos requisitos necesarios para otorgarle el acta, así por consiguiente podrá pasar por el material que haya dejado en el aula en donde laboraba.
-¡Bien! yo paso ¿A que hora sería?
-Permítame unos segundos, voy a comunicarme con la Señorita Luthor para ver en que horario puede pasar a su aula sin interrumpir las actividades que esté haciendo.
-Ahh... Claro.

Entonces empezó a sonar una música de elevador y esperé en la linea mas o menos 10 minutos.
-¿Señorita Danvers? ¿Sigue en la linea?
-Si, si...
-Esta bien, La Señorita Luthor me dijo que podría pasar como a medio día por sus cosas.
-Okey, Entonces Señorita la veo a usted a las 11:40 para hacer la documentación necesaria.
-Me parece bien Señorita Danvers, la veo hasta entonces.
-Hasta luego.

Esperé a que ella colgara, pero no fue como lo planeé, así que yo tuve que hacerlo.

Tome una postura rara en el sofá, con la vista al techo de madera. Llevaba por tiempos al menos dos gomitas juntas a mi boca, en ocasiones tres.
Me quedé pensando en mañana, era mas que obvio que iba a poder verla.

¿Le diría algo?
No lo sé
¿Ella se atreverá a decirme algo? Realmente lo dudo
¿Por qué me preocupo tanto por esto?

Tal vez por el hecho de que te sigue
importando Kara, acéptalo, aun cuando mil veces intentes sacarla de tu cabeza ella regresara el doble de veces, y su recuerdo seguirá siendo mas fuerte cada uno de tus pensamientos. Tu Kara Danvers, tu estas perdida.