Era primavera, los campos de flores estaban tan coloridos como nunca, las mariposas adornaban los paisajes el olor que se respiraba era deleitante para quien disfrutara de la naturaleza; pero, no todos los hacían.
El mundo pareció perder su color por completo ante su visión, podía estar rodeada de la felicidad más grande y eso parecía simplemente un sentimiento inexistente. En medio de un jardín completamente marchito se encontraba un gran castillo, quizás algún día perteneció a un poderoso Youkai pero ahora estaba destruido y deshabitado por aquellos que antes vivían allí.
En lo más alto de ese gran castillo había un gran balcón del cual se podía ver todo lo que rodeaba a ese castillo; en ese balcón se encontraba una figura que nadie podía observar que estaba allí de pie observando el paisaje delante de ella; un gran vestido blanco con detalles dorados era acariciado por la brisa que soplaba junto con su cabello largo color azabache en su mano derecha sostenía una gran cetro de oro al final de este la forma de luna menguante acompañada de un gran perro toda la pieza hecha en oro puro.
Las lágrimas empezaron a caer por las mejillas de aquella imponente presencia en ese balcón al recordar aquel que le había roto su corazón por completo llorando al recordar el adiós que le dio.
Sesshomaru...
- Madre – se escucho al fondo del balcón pues sus lagrimas habían traído la presencia de aquellos que decidieron acompañarla hasta el final sin importar que.
Se dio vuelta para mirar y en el lumbral de puerta estaban 2 jóvenes Youkai delante de ella mirando fijamente a aquella que era su madre.
- Amidamaru – susurro la que un día fue la que fue Señora del Oeste pues hacia unos meses había renunciado a ese título, a esas tierras, a ese palacio y a ese Lord. Su hijo, su único hijo varón, su parecido con su padre seria más una maldición que una bendición pues le recordaba día tras día a él. Si no fuera por su aroma que es completamente distinto; podía jurar que era el mismísimo Lord del Oeste el que estaba allí delante de ella. Su cabello largo y plateado, sus marcar en cada parte de su cuerpo, el físico, incluso el traje que llevaba lo único diferente era el su obi de color negro con dorado, la estola que cubría su hombro no era tan grande y larga como la de su padre; quizás cuando tenga más edad sea igual a la de él, en su cintura tenía una espada, un regalo muy peculiar.
- Aun lloras por él? – dijo firmemente una Joven de cabello plateado sujeto por dos coletas largas, su flequillo dejaba al descubierto el signo de su linaje, el Clan de la Luna y la marca de ser hija del Lord del Oeste, un traje con tonos fucsia y rosado ambos degradados en cascada adornaban su cuerpo que ya no era el de una niña, su figura era el de una hembra ya. Su carácter parecía algunas veces al de su abuela Irasue mas que al de Sesshomaru.
Aquella mujer se acercaba a los 2 jóvenes frente a ella con paso lento y elegante sin soltar su gran cetro quedo frente a los dos jóvenes y no tardo en responder.
- No te preocupes Seina. – cálida y dulcemente un tono de voz que solo guardaba a sus hijos y para nadie más, no después de ese día. – Todo está bien. – sentencio para dejarles atrás y bajar unos escalones que estaban frente a ella.
Al final de esos escalones se encontraba su otra hija quien la esperaba seria y firmemente; allí estaba su última hija; una hermosa joven de piel blanca como la de ella, en la frente igual que sus hermanos aquella luna menguante que delataba su linaje, el cabello era tan negro y largo como el de su madre; un hermoso kimono de color negro con detalles blancos en el borde de este y las mangas, su cintura y pecho derecho estaba cubierto por una pequeña armadura y no por un obi como era costumbre, en su cuello una gran gargantilla plateada y en su mano derecha sostenía una gran alabarda.
ESTÁS LEYENDO
Cadena de Flores II
FanfictionTodo en el Oeste parecía estar en paz desde el ultimo enemigo que enfrentaron, de pronto algo cambio, empezó a haber un desbalance en la tierra algo que rápidamente los demonios pudieron captar; un sello se había roto y un nuevo enemigo ha desperta...