Recuerdos de días Pasados - Parte I

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'' llorare tu adiós... y reirá el dolor...

Porque amarte a ti; me hace sufrir...''

Era una mañana soleada en medio de un bosque cerca del palacio del Oeste se podía ver una batalla; una joven Youkai de cabello plateado sujeto con dos coletas usaba su látigo para atacar a otro Youkai quien esquivaba sus ataques fácilmente...

- Vamos, puedes hacerlo mejor – dijo el joven con ligera burla.

- Te acabare hermano...

En el lugar estaba otra joven Youkai de cabello negro y piel blanca como la nieve; en su mano sostenía su alabarda interrumpiendo en la pelea de sus dos hermanos mayores con un movimiento de su arma golpeo el suelo entre ellos causando una gran explosión

- No uses tanto poder, Aiko – Seina reprochaba mientras se incorporaba del ataque que había realizado su hermana

- Se supone que es lucha cuerpo a cuerpo...

- Así no es divertido.

- Entonces si es así... - Amidamaru desenfundo su espada dispuesto a atacar a su hermana quien recibió el ataque con su alabarda causando una mezcla de poderes demoníacos

- Te dije que así era más divertido... - Aiko disfrutaba en sobre manera las peleas con armas.

Seina se dispuso a sacar su espada he ir contra su hermana quien al notar el ataque de su hermana uso su Youki para enfrentarla causando un gran despliegue de poder de los jóvenes youkai hasta que un llamado de alto los hizo detenerse

- SUFICIENTE!

Se escucho a una hermosa doncella que salía del bosque que se encontraba a sus espaldas, con un hermoso vestido de seda blanca adornado con una cascada de flores de colores sosteniendo en su mano derecha un gran cetro de oro con una luna menguante y un gran perro como símbolo del Oeste.

- Tienen que causar tanto alboroto en una simple batalla de entrenamiento? –  frunciendo el ceño

- Estamos lejos del palacio – Seina miro a su madre de reojo

- No quedo otra opción, ya lo han destruido muchos veces con estos entrenamientos – suspiro profundamente al ver que sus cachorros tenían tanta energía y poder sin controlar por completo – Aiko, que te he dicho sobre el uso de tu alabarda?

- No lo puedo evitar – una sonrisa fría soltó la joven – Fue un regalo de mi padre del inframundo...

- Pues no me hagas ir allá y hablar con la misma muerte para que te quite esa arma tan peligrosa... - pudo captar como la joven fruncía el ceño ante la molestia por el regaño recibido.

- Madre tu antes entrenabas; porque no lo haces ahora? – pregunto curiosa su hija Seina

- Tu padre no me deja hacerlo con la regularidad que me gustaría... - lentamente se fue acercando a sus cachorros en medio del campo que habían destruido – Además mi espada se rompió hace muchos años y deje de practicar con armas.

- Pero si tuvieras una lo harías? – Pregunto Amidamaru

- Si; recuerdo que una espada apareció ante mi hace muchos años gracias al Cristal Magatama pero... - recordar el uso que le dio a esa espada; prefería no recordarlo pues le costó la vida de su pequeña Seina en ese momento. – Creo que no les podría hacer frente a ustedes, se han vuelto muy fuerte; pero deben controlar esa expulsión de Youki

Cadena de Flores IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora