Todo en el Oeste parecía estar en paz desde el ultimo enemigo que enfrentaron, de pronto algo cambio, empezó a haber un desbalance en la tierra algo que rápidamente los demonios pudieron captar; un sello se había roto y un nuevo enemigo ha desperta...
- Me estás diciendo que Aiko se enamoro de Himaru? – Ena estaba sorprendida
- Si – respondió su hijo sin expresión – Thanatos se dio cuenta de eso por tanto decidió enviar lejos a Himaru para que no se viera distraído el entrenamiento de Aiko.
Sesshomaru se mantenía en silencio, aquellos sentimientos eran absurdos para él, innecesarios y que sus hijos lograran sentir tales emociones le parecía extraños, pues el no lograba comprenderlo.
- Recuerdo cuando Aiko volvió... - Ena colocaba su mano en el mentón tratando de recordar. – Estaba distraída y melancólica...
- Amida... eso no es todo cierto? – Rinou sabía que había algo más en la historia, quizás el punto al cual todos querían llegar.
- Hay mas, no es así? – reafirmo su madre para observar el respirar profundo de su hijo.
Flash-Back
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había pasado algunos años desde que Himaru se había ido, las noticias sobre el eran escasas, en su corazón aun guardaba la esperanza de volverlo a ver, aunque su actitud mostrara el indicio de haber olvidado a aquel amor de juventud; su dedicación en su entrenamiento estaba dando los frutos que Thanatos quería ver en ella, había dominado casi por completo el uso de su alabarda.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aiko pasaba la mayoría de sus ratos libres con la Muerte a través de los parajes del Inframundo no parecía ser del todo malo en aquel lugar, quizás la misma tierra era el verdadero Infierno.
- Aiko.
- Si?
- Como esta ella?
- Te preocupas mucho por mama.
- Siempre.
- Ella está bien; es muy dulce – una sonrisa al recordar a su madre llamo la atención de Thanatos.
